
Existen diversas formas de abordar ciertos temas. Se puede ser un experto en un tópico determinado, o bien, es posible investigar lo suficiente acerca de él para llegar a ciertas conclusiones y compartir con los demás un poco de lo aprendido. Por lo general, para llegar al segundo caso siempre se tiene que pasar por el primero, aunque también se puede adquirir experiencia en un ámbito y, merced a la oportunidad idónea, cristalizarla en otro. ¿Esto qué quiere decir? Por ejemplo, que una persona con experiencia en el deporte profesional puede escribir con conocimiento de causa sobre la excelencia, la disciplina o la programación mental para el triunfo, o que un artista plástico que cuente con la vena para plasmar ideas por escrito, si tiene los suficientes recursos, puede convertirse en un exitoso crítico de arte. Con esto en mente, hoy compartiré tres ejemplos de una mezcla que resulta interesante y que, aunque podría sonar peculiar, es bastante real: científicos de carrera que dieron forma a escritos de ciencia ficción. Descubramos juntos a estos grandes de las ciencias que también pusieron manos a la obra en los terrenos de la literatura sci-fi.
Isaac Asimov

Este famoso escritor nació en el seno de una familia judía el 2 de enero de 1920 [1] en la localidad rusa de Petrovichi. Emigró a los Estados Unidos, junto con sus padres, a la edad de tres años; cinco años después, en 1928, adquirió la nacionalidad estadounidense. Desde muy pequeño, Isaac destacó por su inteligencia y aprendió a leer de forma autodidacta a los cinco años. Su infancia y juventud las dividió entre sus estudios y el trabajo en las tiendas de dulces de su padre, ubicadas en el barrio neoyorquino de Brooklyn; a la larga, este empleo sería un factor determinante en su carrera de escritor, pues en las tiendas también se vendían periódicos y revistas que Isaac devoraba con avidez. Dos rasgos peculiares de su carácter eran su miedo a volar y la fascinación que sentía por los lugares cerrados y pequeños —a esto se le conoce como claustrofilia. En 1939, Asimov se graduó como químico de la Universidad de Columbia. Años después, obtendría una maestría y un doctorado en bioquímica, lo cual le permitió trabajar como investigador químico en la marina estadounidense durante la Segunda Guerra Mundial. Al terminar su doctorado, comenzó a trabajar en la Universidad de Boston, en la cual fungió como profesor asociado hasta su muerte. En su posición, sin embargo, Asimov no impartía clases pues su trabajo como escritor no le dejaba tiempo disponible para la enseñanza universitaria.
Isaac Asimov fue un escritor prolífico y su obra es increíblemente vasta: se calcula que publicó alrededor de quinientos libros, entre cuentos, novelas y títulos de no ficción, principalmente sobre divulgación científica —astronomía, física, química y medicina— e historia. Su carrera en la ciencia ficción inicia a finales de la década de los treinta con algunos relatos cortos publicados en las revistas Amazing Stories y Astounding Science Fiction, que fueron la cuna del sci-fi en habla inglesa. En 1950 publicó su primera novela: Un guijarro en el cielo. Entre sus obras de sci-fi más famosas están la colección de cuentos Yo robot (1950), la trilogía original de Fundación —Fundación (1951), Fundación e imperio (1952) y Segunda Fundación (1953)—, para algunos la mejor saga sci-fi de todos los tiempos; El sol desnudo (1957), Los propios dioses (1972), El hombre bicentenario (1976) y una multitud de sagas, trilogías y series con temáticas diversas.
Arthur C. Clarke

Quizá recuerdes la cinta 2001: odisea del espacio (1968), de Stanley Kubrick, un clásico del cine sci-fi. Lo que tal vez no sepas es que está basada en el cuento “El centinela” de Arthur C. Clarke, un escritor y científico británico aclamado como una de las figuras más influyentes de la literatura del siglo XX. Arthur Charles Clarke nació el 16 de diciembre de 1916 en Minehead, Inglaterra. Su infancia y adolescencia transcurrieron en el campo, donde gozaba observando las estrellas y leyendo revistas americanas de sci-fi. Durante la Segunda Guerra Mundial, sirvió en la Real Fuerza Aérea como operador de radares. Al terminar la guerra, estudió física y matemáticas en el King’s College de Londres; también fue editor de la revista científica Physical Abstracts y presidente de la Sociedad Británica Interplanetaria.
Clarke publicó algunas historias cortas en fanzines entre 1937 y 1945, y su primer cuento pagado fue “Partida de rescate”, de 1946. En su carrera como escritor se distinguen claramente tres etapas: la primera, que corresponde a los años cincuenta, se enfoca en las novelas utópicas y humanistas como El fin de la infancia (1953); en la segunda, entre los años sesenta y setenta, se concentra en lo estrictamente científico —la llamada hard science fiction— con obras como Fuentes del paraíso (1979); y en su última etapa —finales de los ochenta y principios de los noventa— concluye con sus sagas Rama y 2001, con una postura política y social bastante clara, sin perder la esencia sci-fi. Las ideas más visitadas por Clarke son el optimismo por los beneficios del progreso científico y el conocimiento de especies y culturas superiores.
Fred Hoyle

Fred Hoyle nació el 24 de junio de 1915 en Gilstead, Inglaterra. Estudió en el Emmanuel College, de Cambridge, y fue un astrónomo británico citado con frecuencia por su teoría de la nucleosíntesis estelar —esto es, las reacciones que suceden en las estrellas durante su proceso de evolución—, por lo cual estuvo cerca de hacerse acreedor al premio Nobel. También se le conoce por su abierto rechazo a la teoría del Big Bang, además de que en sus últimos años propuso hipótesis sobre el origen de la vida —que a algunos les parecieron extrañas— en las que afirma que ésta se dio a partir del polvo de las estrellas. En cuanto al rechazo de la teoría del Big Bang —término acuñado por él mismo—, Hoyle sostenía que la idea de que el universo había tenido un inicio era una afirmación seudocientífica y un resquicio de la creencia en la existencia de un creador. La mayor parte de su carrera científica la pasó trabajando en el Instituto de Astronomía; por su labor, recibió la Medalla de Oro de la Real Sociedad Astronómica, el Premio Balzan y el Premio Crafoord.
Y además de todo lo anterior, sir Hoyle también fue un notable autor de ciencia ficción y coautor de varios libros junto a su hijo Geoffrey. Su primera obra en el mundo literario fue La nube negra (1957), a la cual siguieron narraciones, obras teatrales y guiones, como los de A for Andromeda (1962) y su secuela The Andromeda Breakthorugh (1965); también destacan Quinto planeta (1963) Cohetes en la Osa Mayor (1969), Siete pasos hacia el Sol (1970) y En el espacio exterior (1974), sus novelas más destacadas.

[1] En sus memorias, el propio Asimov admite que la fecha exacta de su nacimiento era un enigma que ni él ni sus padres pudieron nunca resolver. Según sus cálculos, éste pudo haber sido cualquier día entre el 4 de octubre de 1919 y el 2 de enero de 1920, pero tradicionalmente siempre celebró su onomástico en esta última fecha, de modo que universalmente se ha aceptado como la fecha “oficial” de su nacimiento.