Seguramente has oído hablar de la Atlántida, esa ciudad sumergida en lo más profundo del mar. Y, ¿sabías que realmente existen poblaciones submarinas? Unas quedaron bajo el agua a causa de inundaciones, tsunamis o terremotos, y otras fueron intencionalmente hundidas para construir presas o vías fluviales; como sea, en todo el planeta pueden hallarse ciudades, pueblos y aldeas sumergidos y aquí te platicaré sobre siete de ellos, algunos de los cuales se han convertido en atractivos destinos turísticos.
San Romà de Sau, España
Al noreste de España, en la comarca catalana de Osona —entre Barcelona y la frontera con Francia—, hace poco más de mil años había un pueblo llamado Sau, que para mediados del siglo XIX lucía casi deshabitado y en ruinas, con sólo una iglesia, un puente y algunas casas en pie. En 1960, la construcción de una importante obra hidráulica sumergió al pueblo bajo un pantano artificial y sus habitantes se trasladaron a un nuevo poblado. Se llevaron consigo todas sus posesiones… y sus muertos. Hoy, cuando el embalse no está muy elevado, el campanario de la iglesia emerge elegantemente a través del agua; pero cuando el nivel de la misma baja, el resto de la iglesia y otros edificios que ahí permanecen también emergen. El espectáculo es alucinante.
Puerto Real, Jamaica
En el siglo XVII, Port Royal —como se llamaba en inglés— fue la sede del gobierno británico en Jamaica. Sin embargo, el 7 de junio de 1692 un fuerte terremoto y un tsunami acabaron con la vida de dos mil personas y sumergieron a la ciudad. Conocida en su día como la “ciudad más perversa de la Tierra” y la “Sodoma del Nuevo Mundo”, Puerto Real fue un sitio decadente, refugio de bucaneros y piratas, así que su hundimiento fue visto como un castigo divino —aunque eso no detuvo a los piratas, que se trasladaron a zonas más alejadas de la costa—. Un nuevo terremoto, en 1917, terminó de destruir lo que quedaba y hoy es una de las ciudades submarinas mejor conservadas del mundo. Una auténtica mina de oro arqueológica, llena de historia… y de sangre.
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Pavlopetri, Grecia
Situada en la costa meridional de Laconia, Grecia, Pavlopetri es la ciudad subacuática más antigua de la historia, pues data de la Edad de Bronce y tiene unos cinco mil años de antigüedad. Fue descubierta en 1967 y se estima que en el año 1100 a. C. tuvo lugar la inundación que la engulló, ocasionada por una serie de tres terremotos. El sitio tiene un gran valor arqueológico, pues se trata de una ciudad casi completa en el lecho marino, con calles, edificios, jardines, tumbas y hasta un complejo religioso. Es una gran fortuna que esta ciudad submarina —que tomó el nombre de un asentamiento cercano— continúe existiendo en tan extraordinarias condiciones.
Dwarka, India
Según escritos de la antigua India, la magnífica ciudad de Dwarka —palabra que significa “puerta del Cielo”— era el hogar terrenal del dios Krishna; cuando éste dejó la Tierra para unirse al plano espiritual, la ciudad y sus habitantes fueron tragados por el mar. Hoy, la actual Dwarka es un sitio sagrado para la religión hinduista y su templo constituye un punto de peregrinación obligada, pero el deseo de hallar la ciudad primigenia hizo que buzos y arqueólogos exploraran las profundidades del Golfo de Cambay, en donde encontraron, entre 1983 y 1990, el trazo de una ciudad, estructuras, pilares y artefactos cuya antigüedad aún es discutida por los expertos, pues algunos calculan que datan de hace 5000 o 3500 años, y otros alegan que no tienen más de ochocientos.
Pueblos Perdidos de Ontario, Canadá
Hablamos de diez antiguas comunidades canadienses —Woodlands, Santa Cruz, Wales, Aultsville, Dickinson’s Landing, Maple Grove, Mille Roches, Moulinette, Farran’s Point y Sheek’s Island— en los municipios de Cornwall y Osnabruck, hoy South Stormont, que fueron sumergidos en 1958 por la construcción de la vía marítima del río St. Lawrence. Hoy persisten vestigios de aceras y edificios que alcanzan a asomarse por encima del agua y, para mantener vivo el recuerdo de los antiguos pueblos, se construyó el Lost Villages Museum, que exhibe piezas y materiales que formaron parte de algunas construcciones antes de que quedaran sumergidas para siempre.
Lost Villages Museum.
Shicheng, China
En la profundidad de las aguas del lago Qiandao, en China, aún burbujean las ruinas de templos y avenidas que quedaron sumergidos en 1957, cuando el gobierno de la época decidió construir una central hidroeléctrica en la zona. Unas 300 mil personas fueron reubicadas y la ciudad sumergida de Shicheng quedó temporalmente en el olvido; pero hoy el lago Qiandao es un destino turístico conocido como el “Lago de las Mil Islas”, pues lo que ahora parecen interminables grupos de islotes en realidad son las cúspides de las montañas que quedaron cubiertas por el agua. Al bucear se puede distinguir la puerta de entrada a la ciudad, con los impresionantes arcos de la dinastía Qing, y bellas esculturas mitológicas talladas en los edificios.
Kaliazin, Rusia
Esta ciudad era un importante núcleo comercial, pero perdió fuerza con la Revolución de 1917. Veintidós años después, su población fue trasladada a terrenos más elevados, pues a consecuencia de la construcción del embalse de Úglich, en el curso superior del río Volga, una parte de ella fue inundada. Desde entonces, sus dos monasterios —construidos en los siglos XV y XVI— reposan sumergidos bajo el agua, mientras que el campanario de la Catedral de San Nicolás se eleva por encima de la superficie, dirigiéndose hacia el cielo como una plegaria.
Si pudieras bucear a tus anchas por alguna ciudad submarina, ¿cuál elegirías?