Cómo hacer que tus libros se conserven en buen estado por más tiempo

Cómo hacer que tus libros se conserven en buen estado por más tiempo
Guadalupe Gutiérrez

Guadalupe Gutiérrez

Inspiración

Los libros son un puente a mundos fantásticos, a la mente de otras personas y un medio para conocernos a nosotros mismos. No es ninguna sorpresa que muchos lectores y lectoras ávidas deseen coleccionar los libros que los han acompañado en distintas etapas de su vida. Si este es tu caso, seguramente una de tus preocupaciones es que tus libros se mantengan en buenas condiciones el mayor tiempo posible.

Es difícil que en nuestro hogar tengamos las instalaciones y el equipo con el que cuentan los museos y las grandes bibliotecas para preservar documentos y libros, pero podemos llevar a cabo adecuaciones y acciones que nos permitan mantenerlos en buen estado. Lo primero es reconocer las principales fuentes de deterioro a las que se exponen nuestros libros: la luz directa del sol, la humedad, la temperatura y su manipulación.

Fuentes de deterioro: luz directa del sol, humedad, temperatura y manipulación.

Un aspecto importante para el cuidado y preservación de los libros es elegir la ubicación adecuada: el ambiente ideal es de 18 a 20°C, con una humedad relativa de 45 a 50%, con variaciones pequeñas. En nuestro hogar bastará con no exponer los libros a fuentes de calor o humedad elevadas.

Procura que no estén cerca de una ventana donde reciban directamente la luz del sol, ya que esto provocará que las portadas pierdan su color y las páginas adquieran una coloración amarillenta debido a la oxidación. Si el único lugar disponible para ellos es cerca de una ventana, intenta bloquear la luz solar con una cortina o alguna pantalla que prevenga, en la medida de lo posible, la incidencia directa de la luz sobre ellos. Incluso la luz artificial puede dañarlos, pero no hay mucho que podamos hacer al respecto, salvo apagar la luz cuando no la necesitemos.

También es importante mantener tus libros alejados de fuentes de humedad, como baños y lavabos, entre otros. Si te resulta imposible almacenarlos lejos de estos lugares, puedes colocar recipientes con bicarbonato de sodio en distintos puntos de tu estantería, el cual absorberá la humedad del ambiente. Recuerda reemplazarlos una vez que el bicarbonato se endurezca totalmente, pues eso significará que su capacidad de absorber la humedad ambiental habrá alcanzado su límite.

Es importante considerar qué tipo de plantas colocaremos cerca de nuestros libros. Lo ideal es que no lo hagamos, ya que la transpiración que ocurre en sus hojas eleva la humedad relativa del ambiente e incluso podría llegar a mojarlos. No todas las plantas transpiran en la misma cantidad, así que deberás consultar cada variedad de planta que quieras colocar cerca de tus libros para saber si resulta conveniente. Esto también ayudará a prevenir la aparición de moho y de otros agentes biológicos de deterioro.

Plantas y libros se pueden llevar bien

Por otro lado, es recomendable sacudir el polvo acumulado en los libros y las estanterías al menos una vez cada quince días. Esto ayudará a ahuyentar las posibles plagas que se encuentren cerca de tus libros. Aquí cabe mencionar que resulta más sencillo limpiar estantes de acero inoxidable que de madera; además, si la madera no ha sido sellada adecuadamente, puede promover la oxidación y el deterioro de los libros debido a la liberación de gases. También puede albergar plagas si no se limpia de forma periódica. Por ello es una buena idea dejarles la sobrecubierta a tus libros para distanciarlos de la madera y protegerlos de la luz.

Los usuarios somos los principales agentes de deterioro. Los expertos en preservación de documentos y libros sugieren que no utilicemos adhesivos, tinta o resaltadores en sus páginas, pero si a ti como a mí te gusta subrayar y colocar post-its, no es malo continuar haciéndolo. Sólo recuerda que esto afectará a largo plazo la conservación de tus libros. Cuando lo hagas, procura tener las manos limpias y no salpicarlos con alguna bebida o alimento.

Al sacarlos de su lugar en el estante, es importante tomarlos de los costados en la región del centro y no de la parte superior, ya que se pueden romper, especialmente si son de pasta dura. Además, es recomendable hacer espacio en los costados —los libros no deben estar apretados— y levantarlos, ya que si se arrastran pueden sufrir abrasiones en la parte inferior.

El cuidado de nuestra biblioteca personal es individual, así que podemos decidir con libertad qué acciones llevar a cabo. En mi caso, pretendo seguir subrayando mis libros y colocando post-its, pues me gusta pensar que así converso con las autoras/es y sus historias; pero también me interesa que mis libros estén en buen estado, por lo que aplico el resto de los consejos. Toma los que te funcionen o modifícalos, según tus necesidades y preferencias.

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