Cómo iniciar un círculo de lectura

Cómo iniciar un círculo de lectura

Sabú Affer y Noé Jáuregui

El tutorial

Mucho se ha hablado sobre los beneficios de la lectura, pero no siempre acerca de cómo lograr que más gente disfrute del “galano arte de leer”. Una posibilidad la dan los círculos de lectura; aquí te compartimos algunas consideraciones que pueden servir para organizar uno de manera exitosa.

Define un objetivo

Lo primero que hay que definir es el propósito del círculo de lectura: puede ser uno inclinado totalmente a lo académico, como podría ser uno universitario o de un centro de investigación, o más enfocado en lo social, por ejemplo el de una biblioteca o centro cultural públicos. Esto siempre facilitará la toma de decisiones posteriores, a partir de un objetivo claramente estipulado.

Elige un tipo de lectura

Una de las primeras decisiones que debes tomar —o deben, si varias personas fundaron el club— es el tipo de lecturas que elegirán, ya sea que se enfoquen en autores de un movimiento, tema, época o género en particular, de ficción o no ficción, o en torno a un autor específico.

Define requisitos

Los fundadores deberán definir los requisitos para integrarse al club, para lo cual es fundamental considerar derechos y obligaciones de los miembros, si habrá distintos niveles de membresía y si ésta será gratuita o implicará el pago de una cuota. Al formular el reglamento del círculo, se recomienda aclarar que la solución a cualquier circunstancia no prevista será decidida por los fundadores.

Ponle un nombre

Tal vez al principio se pueda salir adelante con un nombre genérico como “Círculo de Lectura de la Biblioteca” o “Club de lectura de la Facultad de Economía”. Pero, con suerte, el círculo prosperará y nada mejor para fomentar la cohesión del grupo que un nombre que dé orgullo mencionar. Si bien éste puede ser propuesto por el o los fundadores, someter su elección a concurso puede dar pie a opciones creativas y fomentar un sentido de pertenencia.

Fija la frecuencia y el lugar de las reuniones

El intervalo de las reuniones dependerá del propósito del club y de la disponibilidad de sus miembros. La frecuencia puede ser desde semanal y permanente a lo largo del año hasta anual, tal vez en el aniversario del autor en que éste se enfoca. El sitio de reunión puede ser desde un domicilio, una cafetería o, incluso, una biblioteca, una universidad o alguna institución privada que desee vincularse positivamente con la sociedad y, con ese fin, pueda ofrecer un espacio para las actividades del círculo.

Implementa actividades

Resulta evidente pensar que el propósito esencial del círculo será la lectura de materiales específicos, el intercambio de éstos entre sus miembros y el estudio, el análisis y los comentarios en torno a las lecturas realizadas. Pero, además de eso, se pueden establecer alianzas con instituciones públicas o privadas que busquen el fomento a la lectura, con autores reconocidos interesados en participar en talleres y clubes, o con universidades interesadas en la difusión cultural, para la organización de actividades alternas como cineclubes, foros de discusión, exposiciones, etcétera. Pero si el interés es, simplemente, reunirse para comentar la lectura de determinado libro o autor, se deberá privilegiar el respeto a las opiniones y la apertura a las visiones particulares de cada miembro.

Ten presencia digital

Aunque el círculo funcione usando sólo papel y tinta, es recomendable procurar una presencia digital para que, aprovechando la tecnología, se pueda reclutar nuevos miembros, dar avisos a los participantes en el círculo o emitir recordatorios de pagos, beneficios, actividades extraordinarias, cambios de programación o llevar una bitácora con todo lo que el círculo logre a lo largo del tiempo.

Cierre artículo

Recibe noticias de este blog