Cómo instalar una pecera

Cómo instalar una pecera

Sabú Affer y Noé Jáuregui

Creatividad

Un elemento de decoración que puede brindarte tranquilidad y una manera sana de ocupar tu tiempo, además de lucir primorosa en tu casa, ya sea en la sala o la habitación, es una pecera. ¿Por dónde empezar? Sin importar si tienes mucho o poco espacio, o si nunca has mantenido vivo a un pez, a continuación te daremos algunos consejos básicos para instalar una pecera casera.

1. Elige las dimensiones y ubicación de la pecera

Supongamos que piensas adoptar peces dorados como mascotas; entonces, la primera consideración será cuántos de ellos tendrás y qué tan grande debe ser el espacio que necesitas. Estos peces requieren mucha agua para su bienestar, así que debes pensar en un mínimo de treinta y ocho litros para un solo pez pequeño, o en ciento noventa para uno grande. Recuerda que un litro equivale al volumen de un cubo con 10 centímetros de ancho, alto y largo, así que no hay que alarmarse: no son peceras tan grandes. Si vas a empezar con un par de peces dorados, una pecera de veinte galones —75.7 litros— será ideal.

Ahora, considera que esta cantidad de agua es bastante pesada, así que lo mejor será colocar la pecera sobre un mueble suficientemente macizo, o bien, sobre un soporte creado con este propósito. No la instales cerca de una ventana, puesto que el agua se ensuciará mucho y el filtro necesitará mantenimiento frecuente. Y si vives en un lugar con clima extremoso, será necesario conseguir equipo para regular la temperatura del agua.

2. Decora la pecera

Los peces dorados lucen muy bien entre decoraciones de palacios o castillos, que además los entretendrán y hasta los harán sentir como si no estuvieran en una pecera. Es recomendable incluir grava y plantas para complementar el ambiente; sin embargo, es importante que la grava no sea tan pequeña como para que los peces la ingieran, pues podrían morir. Hay que tener cuidado si se van a añadir piezas del mundo exterior, como piedras o plantas, pues éstas pueden modificar el pH o ser atacadas por los peces.

Decora la pecera

3. Acondiciona y mantén el agua

Si piensas llenar el tanque con agua del grifo, es imprescindible acondicionarla; si omites este paso, tus peces no durarán vivos mucho tiempo. No sólo hay que eliminar el cloro, sino también lograr el grado de alcalinidad adecuado para este tipo de pez, que es de 7 a 7.5 de pH; asimismo, la acidez del agua debe ser monitoreada constantemente. El acondicionamiento incluye el desarrollo de bacterias benéficas, el cual puede llevar varias semanas; durante este periodo no deberás añadir peces al tanque.

Al cambiar el agua, evita hacerlo por completo: en lugar de esto, sustituye entre 25% a 50% semanalmente y enjuaga los filtros para evitar que se acumulen demasiadas heces, lo cual disgustaría y podría enfermar a tus mascotas. Sobra decir que el agua de reemplazo deberá contar con la misma alcalinidad y pureza.

Sólo una vez al mes, recicla totalmente el agua de la pecera, procurando reconstituir la colonia de bacterias benéficas y balancear el amoníaco, los nitritos y nitratos. Las tiendas especializadas cuentan con diversos productos para hacerlo; sigue las instrucciones al pie de la letra y, en caso de duda, consulta con el personal antes de iniciar el reciclado de agua.

4. Da la bienvenida a las mascotas

Al momento de adquirirlos, presta atención a los peces; si no lucen vivaces y ágiles, es posible que te estén tratando de vender animales enfermos o hasta moribundos.Por otro lado, no debes apresurarte a arrojar los peces al tanque: el proceso de aclimatación incluye sumergir la bolsa en que te los entregaron para que se iguale la temperatura a la de la pecera; después, deja entrar un poco del agua de la pecera a la bolsa —¡nunca del agua de la bolsa a la pecera!—; finalmente, retira suavemente e integra cada pez a tu pecera con una red.

El primer día, mantén la luz apagada y haz muy poco ruido; también es posible usar un aditivo antiestrés. Infórmate y sigue las instrucciones de alimentación, pues algunas especies requieren que humedezcas la comida antes de arrojarla a la pecera, o bien, que les des de comer seis días de la semana con uno de descanso.

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