Cómo sobrevivir al encierro

Cómo sobrevivir al encierro
Michelle Medrez

Michelle Medrez

Inspiración

Todos los días nos topamos con alguna dificultad. Aunque algunas son más fáciles de sobrellevar que otras, nadie está exento de entrar en crisis por una situación como la que vivimos en estos momentos. Y es que, según el antropólogo suizo Adolf Portmann, los seres humanos llegamos de forma prematura al mundo.

En su opinión, la gestación debería procurarnos un mayor desarrollo neurológico que nos ayude a valernos por nosotros mismos, como pasa con otras especies animales. Pese a este nacimiento precoz, los humanos nos sobreponemos a nuestra vulnerabilidad y fragilidad para hacer frente a distintas adversidades.

Un ejemplo de esto es lo que vivió el doctor Viktor Frankl, pionero de la logoterapia y sobreviviente del Holocausto nazi: en su libro El hombre en busca de sentido, Frankl explica que no hay nada peor que percibir que nuestro sufrimiento no tiene ningún propósito, que no es más que un síntoma de la desesperanza.

Pero para dar sentido al sufrimiento primero hay que tener en claro que no se puede cambiar lo que ocurre, las circunstancias o el pasado, pero sí nuestra actitud hacia los hechos. Por eso Frankl decía: “Al hombre se le puede arrebatar todo salvo una cosa: la última de las libertades humanas —la elección de la actitud personal ante un conjunto de circunstancias— para decidir su propio camino”.

Hay personas que aun en las circunstancias más difíciles se mantienen positivas, por más desolada que parezca la realidad. Y uno podría preguntarse de qué está hecho su corazón, cuando lo que en verdad nos diferencia de ellas son las decisiones que tomamos. Y hoy estar decididos a superar el encierro o a luchar contra la pandemia nos ayudará a tener claridad en nuestros propósitos.

Por eso, si estás solo en esta cuarentena, en lugar de quejarte o lamentarte puedes disfrutarla y dotarla de un propósito, planteándola como si fueran unas vacaciones, sin despertadores y sin prisas. Dale el sentido de dedicar este tiempo para ti mismo, para mimarte como no lo habías hecho y leer los libros que te compraste —y que están intactos porque “nunca tienes tiempo de sentarte a leer”.

Dedicar este tiempo para ti mismo

Trata de mantener una rutina diaria: puedes, por ejemplo, levantarte a las siete y empezar a trabajar a las nueve, tomarte un descanso a mediodía para tomar un refrigerio, salir a caminar —manteniendo la sana distancia—, reincorporarte a tus labores y, al fin de la jornada, darte tiempo para preparar y saborear tus alimentos.

Si toda tu familia está contigo, no tienen que estar juntos como muéganos: de hecho, es bueno darse momentos de soledad y tranquilidad. Y si se presentan roces, no te enganches: recuerda que todos estamos bajo el mismo estrés.

Dependiendo de sus edades, pueden sacar los juegos de mesa, ver películas juntos, jugar a disfrazarse o a hacer mímica o cocinar en familia. Por otro lado, es normal sentir angustia y miedo, pero si estas emociones aparecen en este contexto y sientes que te rebasan, puedes llevar a cabo estas tres sugerencias:

Evita el exceso de información

No está mal informarse, pero si tienes la radio o la TV prendidas todo el día, o estás en Twitter leyendo las noticias que hablan del COVID-19 y de la expansión de la pandemia, el bombardeo hará que tu angustia suba. En lugar de esto, infórmate una vez al día: tú decide a qué hora.

Pon manos a la obra

Un estudio de la Universidad de Richmond exploró la relación entre el uso de la mano, los hábitos culturales y el estado de ánimo, y descubrió que elaborar cosas a mano mejora la salud mental y nos aporta felicidad, pues satisface la necesidad primaria de crear, promueve el bienestar psicológico y proporciona placer, significado, orgullo y satisfacción.

Así pues, puedes aprender a coser, bordar o tejer, hacer carpintería, labores de jardinería o joyería, y así disminuir el estrés y aliviar en algo la ansiedad.

Medita

Practicar la meditación requiere de tiempo, constancia y esfuerzo, tres variables que es difícil conjuntar, pero que en este momento ofrecen un hábito muy benéfico para tu salud: según un estudio de la Universidad de Wisconsin, meditar reduce el volumen de la amígdala, una estructura cerebral encargada de la respuesta al miedo y la satisfacción, además de que ayuda a relajar y a descansar la mente.

Recuerda: hacer frente a una situación difícil es una oportunidad para demostrar tus conocimientos, recursos y habilidades. Los momentos de cambio nos ayudan a entender naturalmente que detrás de cada adversidad existe una gran oportunidad de crecimiento.

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