Cuando hablen de ti búrlate… de ti mismo

Cuando hablen de ti búrlate... de ti mismo
Fernando N. Acevedo

Fernando N. Acevedo

Mente y espíritu

A Federica Celani y Maurizio Mari, “romanisti DOC”;
a mis primos Osorio Chávez, fanáticos del deporte.

Sí, yo fui de esos que pensaban que los jugadores de fútbol son ignorantes cuando no saben expresarse y que, por esa sencilla razón, uno no se explica cómo es que les pagan tanto dinero. Y lo mismo pensaban muchos en Italia cuando vieron que Francesco Totti, capitán de la Roma, comenzó a ser objeto de entrevistas donde su aparente “torpeza” era manifiesta.

Se hicieron chistes cada vez más populares donde “il capitano” aparecía como un bruto, y recuerdo que Totti tomó el toro por los cuernos y nos dio una lección de humildad e inteligencia.

Comenzó con un comercial de un famoso refresco de cola. En él, se ve a Totti en un set de grabación donde el director le indica su única línea: “Pepsi Twist, la primera cola con gusto de limón”. Totti debe repetirla muchas veces, volviendo cada vez más loco de desesperación al director debido a que no cesa de equivocarse al cambiar “limón” por “melón”. Cuando logra decir finalmente su línea tiene detrás una montaña de latas vacías del refresco, pues debe beberlo en cada toma.

La lección proseguiría cuando, en un popular programa de entrevistas, Francesco anunció que eran tantos los chistes que se habían hecho sobre él que había decidido reunirlos todos en un libro, cuyas ganancias por su venta serían donadas a instituciones de asistencia social.

El golpe final vino cuando se acercó el Mundial de Fútbol de 2006, en Alemania, del que Italia se convertiría en campeón. Totti, con ayuda de sus compañeros de selección, haría un DVD donde escenificarían algunos de los chistes del libro, y cuyas ganancias serían destinadas a los mismos efectos caritativos. Sobra decir que el éxito en la venta del DVD fue enorme; recuerdo uno de ellos, donde Totti está en la barra de un bar con Alessandro Del Piero, el entonces capitán de la Juventus de Turín:

Alessa’, ¿cómo te fue en el examen?
— ¡Ah, mal, mal! Entregué la hoja en blanco.
— Yo también. ¡A ver si no piensan que copiamos!

Hoy día Francesco Totti, a quien pagaron por jugar maravillosamente al fútbol y no por sus logros intelectuales, está retirado; forma parte del staff directivo de la escuadra a la que siempre perteneció, tiene una vida familiar plácida y bella y, sobre todo, continúa siendo un ser humano de primer nivel.

Al César lo que es del César.

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