Cuatro técnicas para mejorar la memoria y retener información

Cuatro técnicas para mejorar la memoria y retener información
Guadalupe Gutiérrez

Guadalupe Gutiérrez

Mente y espíritu

La memoria es fundamental en el desarrollo de la personalidad, pues las experiencias almacenadas en nuestro cerebro moldean nuestras opiniones, nuestros gustos e, incluso, nuestro sentido del humor. Sin embargo, con el ritmo acelerado del siglo XXI, es probable que no estemos cuidando adecuadamente esta valiosa herramienta que nos conecta con el pasado, con el conocimiento que hemos adquirido y, por supuesto, con nosotros mismos.

Muchos factores intervienen en la formación de la memoria; entre ellos están la atención prestada a la experiencia —estar mentalmente presentes—, los hábitos de sueño —la memoria se consolida al dormir— y la frecuencia con que la ejercitamos, pues es necesario entrenar a nuestro cerebro para tener un acceso eficaz y eficiente a la información que almacena. Cuando envejecemos, el deterioro cognitivo aumenta y la plasticidad cerebral disminuye, lo que dificulta significativamente la adquisición y la consolidación de nuevos aprendizajes.

"Cuando envejecemos, el deterioro cognitivo aumenta..."

Si te preocupa empezar a perder la memoria, tienes problemas para memorizar conceptos, se te dificulta desarrollar habilidades nuevas que involucren agilidad mental o, simplemente, quieres evitar esos escenarios y alargar tu bienestar cognitivo, existen varias técnicas que han demostrado resultados favorables en la preservación de la plasticidad cerebral y que puedes incorporar a tu rutina.

Algunas de ellas son muy sencillas: usar nuevas rutas para llegar a tu destino, volver a memorizar y teclear números telefónicos, realizar ejercicio físico moderado para oxigenar el cerebro, resolver sudokus o crucigramas, jugar al memorama y armar rompecabezas son actividades que estimulan al cerebro al mantenerlo activo. Pero si tu interés es más específico y no sólo buscas mantener tu bienestar cognitivo sino también memorizar información para un examen, un trabajo o porque quieres dominar un tema, acá te dejamos cuatro sencillas técnicas para lograrlo:

Simplifica la información y repítela. Si deseas memorizar algo nuevo, repetir en voz alta una versión simplificada de la información reforzará las nuevas conexiones neuronales que estás creando y algo aún mejor será usar tus propias palabras o una secuencia que te parezca lógica, pues así será más sencillo para tu cerebro consolidar la información y acceder a ella. También puedes escribir un resumen o hacer un cuadro sinóptico en papel, pues la actividad manual de la escritura involucra otras partes de tu cerebro que también participarán en la construcción de recuerdos.

Estimula tu memoria con creatividad. Si necesitas aprender mucha información en un periodo corto tus mejores aliados serán los gráficos, en especial si los realizas tú. Elaborar una secuencia de conceptos clave conectados con flechas o un mapa mental del tema que te ayuden a procesar y dar sentido a la información, o bien crear un mapa conceptual o cuadro sinóptico, ya sea a mano o con alguna aplicación, te exigirá tomar tiempo para ir procesando la información que escribes —recuerda que el cerebro es más rápido que la mano—, de modo que las secuencias cobrarán mayor sentido y más partes del cerebro participarán activamente en la representación gráfica de la información que deseas consolidar.

Estimula tu memoria con creatividad

Usa acrónimos. Los acrónimos se forman con las letras iniciales de las palabras que deseas recordar y son útiles para memorizar conceptos, nombres o información muy específica; de hecho, varios acrónimos han sido adoptados como palabras de uso común: LED, del inglés Light Emitting Diode —diodo emisor de luz—; ovni, de Objeto Volador No Identificado; o radar, del inglés Radio Detection and Ranging —detección y medición de distancias por radio.

Al crear tus propios acrónimos, es importante que el resultado sea una palabra que puedas pronunciar con cierta facilidad para poder usarla en oraciones asociadas a la información que deseas recordar. Por ejemplo, si quieres recordar los pasos del método científico —Observación, Problema, Hipótesis, Experimentación, Análisis de resultados y Conclusión— en su orden correcto, puedes formar la palabra OPHEAC con la primera letra de cada etapa.

Emplea la mnemotecnia. A grandes rasgos, esta técnica se basa en la asociación mental de la información que se desea recordar con datos que ya formen parte de la memoria, casi siempre a partir de una frase corta y sencilla; a dicha frase —llamada regla mnemotécnica— puedes añadirle melodía, ritmo o una conexión emocional para que haga su memorización más sencilla.

Por ejemplo, la frase “Mi Vecina Tiene Muchas Joyas, Sólo Una No Presta” se construye con las iniciales de los planetas de nuestro sistema solar: Mercurio, Venus, Tierra, Marte, Júpiter, Saturno, Urano, Neptuno y Plutón, que bien a bien ya no se sabe si es planeta, planetoide o planeta enano.

Estimular al cerebro, ejercitarlo y exigirle continuamente, oxigenarlo con ejercicio al aire libre, retarlo con nuevos escenarios y alimentarlo siempre con información nueva favorece la creación de nuevas conexiones neuronales, lo que te permitirá mantener a este jefe del sistema nervioso activo y funcional por más tiempo.

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