El mundo cambió. Ahora la tecnología forma parte de nuestra vida diaria y, gracias a los dispositivos electrónicos, podemos estar conectados a internet y las redes sociales casi todo el tiempo. Pero en días como estos, cuando vivimos acorralados por una pandemia mundial, esto puede convertirse en una adicción. Entonces es momento de un buen y necesario detox digital…
¿Qué es?
Un detox o desintoxicación digital tiene lugar cuando una persona, de modo deliberado, se abstiene de usar dispositivos electrónicos con conexión a internet, con el propósito de “desintoxicarse” del incesante flujo de información y poder reflexionar sobre los propios hábitos digitales y los efectos que éstos tienen, tanto en uno mismo como en el entorno.
Existen muchas razones para una desintoxicación digital. De entrada, está el hecho de que un adulto promedio en México pasa ocho horas al día conectado a internet, lo cual equivale a una jornada laboral; también está la adicción al internet, tan real que ha dado pie al surgimiento de una industria para ayudar a desconectarse, desde libros hasta retiros digitales, pasando por apps y extensiones que nos ayudan a controlar y limitar el tiempo que pasamos online.
Si bien aún no se reconoce médicamente la adicción a la tecnología como un trastorno psicólogico, su uso excesivo induce al sedentarismo, al sobrepeso y la obesidad; disminuye las horas de sueño, altera el estado de ánimo, dificulta la concentración, genera aislamiento social y causa dependencia psicológica.
¿Cómo sé si necesito desintoxicarme?
Si has sentido cualquiera de estos síntomas, un detox digital te sería benéfico:
- Sientes mucha ansiedad cuando no tienes o no encuentras tu celular.
- Te deprimes o enojas después de pasar tiempo en las redes sociales.
- Usas el teléfono en la madrugada y sufres de trastornos del sueño por ello.
- Verificas continuamente los Me gusta, Compartir, retweets y comentarios en tus publicaciones en redes sociales.
- No puedes evitar revisar tu teléfono cada cierto tiempo, sin una razón clara.
- No puedes concentrarte por estar revisando constantemente tu teléfono.
¿Cómo llevar a cabo un detox digital?
Aunque su nombre lo sugiere, un detox digital no necesariamente implica una abstinencia total del uso de internet. Más bien, consiste en establecer límites claros y asegurarse de que estás usando tus dispositivos de un modo racional, sin perjudicar tu salud física y emocional. Aquí cuatro ideas:
Ayuno digital: Consiste en renunciar a todos tus dispositivos digitales por un periodo específico: un día, tres días, una semana, un mes o hasta un año.
Ayuno digital recurrente: Eliges pasar un día a la semana sin dispositivos.
Desintoxicación específica: Se enfoca en restringir el uso de un dispositivo específico o de una aplicación digital en la que pasas mucho tiempo.
Detox de redes sociales: Limita o prohíbe el uso de redes sociales durante un periodo específico, un día o recurrentemente una vez a la semana.
¿Realmente funciona?
Aunque algunas personas logran “desintoxicarse” por completo de sus dispositivos digitales, esto no es común. Para la mayoría no es sencillo separarse de la comunicación digital, especialmente si se conectan por obligaciones laborales o académicas. Pero aun así se puede disfrutar de los beneficios de un detox digital que se ajuste a tu estilo de vida.
Si bien a menudo no es posible desconectarse por completo, puedes empezar restringiendo el uso de dispositivos electrónicos en situaciones específicas: cuando haces ejercicio; cuando estás desayunando, comiendo o cenando; en la escuela, antes de acostarte, al despertar o cuando pasas tiempo con tu familia.
Otra forma de comenzar tu detox digital es desactivando las notificaciones automáticas en tu teléfono: en lugar de revisar tu dispositivo cada vez que aparece una, reserva una hora específica cada al día para revisarlas todas.
Quizá te sientas incómodo o ansioso al dejar de usar tus dispositivos digitales; pero poco a poco verás cómo esto se convierte en una experiencia gratificante que te ayudará a comprender mejor tu relación con la tecnología.