¿Es verdad que los perros huelen el miedo?

¿Es verdad que los perros huelen el miedo?
Sofía Reyes

Sofía Reyes

Inspiración

A todos nos ha pasado: vamos caminando tranquilamente por la calle y, a lo lejos, vemos a un perro amenazante, de grandes dimensiones y, lo peor, sin cadena. Y una, que quizá ya fue perseguida o hasta mordida por un can durante la infancia, de inmediato siente cómo se acelera el pulso y se activa lo que los científicos llaman “instinto de pelea o huida”, que en este caso se manifiesta con unas simples ganas de salir corriendo. Pero, por un instante, dudamos y nos hacemos las fuertes porque, dice una voz popular, “los perros huelen el miedo”. ¿Qué tan cierto es esto?

Los perros sí olftatean el miedo y la ansiedad

La respuesta es simple y clara: los perros sí olftatean el miedo y la ansiedad. O, al menos, ese es el hallazgo que un grupo de investigadores recientemente publicó en la revista PLoS ONE. El equipo de la Queen’s University Belfast, en Irlanda del Norte, encontró indicios de que los perros son capaces de percibir esas emociones en los humanos al estar cerca de su aliento y su sudor.

Durante mucho tiempo se pensó que, como los seres humanos somos predecibles y repetimos rutinas para indicar que salimos de casa o que les daremos alimento, los canes podían “leer” nuestros patrones de conducta y detectar ciertos comportamientos. Pero en este caso los resultados fueron una gran sorpresa: si bien desde 2017 se había puesto esta premisa olfativa sobre la mesa, con dicho trabajo comandando por la estudiante de doctorado Clara Wilson se comprobó que, desde una corta distancia, los perros pueden oler si un ser humano siente miedo.

Para la investigación, Wilson “reclutó” a cuatro olfateadores profesionales: los canes Treo, Fingal, Soot y Winnie, que tenían entrenamiento previo en programas antidrogas de aeropuertos. Al cuarteto se le adiestró a introducir sus húmedas narices en unos dispositivos que en su interior tenían muestras con aliento y sudor de personas con ansiedad y miedo, y otras de personas tranquilas. Después, un grupo de humanos fue sometido a una serie de pruebas matemáticas y se les tomaron sus respectivas muestras de aliento y sudor, que también fueron olfateadas por el equipo canino.Sorpresivamente, los canes atinaron a señalar a aquellos individuos cuya presión arterial y frecuencia cardiaca revelaban que habían sentido ansiedad durante las pruebas.

Lo que no se comprobó, sin embargo, es que los perros muerdan ante el miedo como único estímulo

Si bien este estudio no pudo determinar qué reacciones bioquímicas del miedo y del estrés agudo olfatearon los canes, y aún quedan las dudas de qué cambios fisiológicos percibieron los perros —liberación de epinefrina y cortisol en el torrente sanguíneo, o cambios en la frecuencia cardíaca, la presión arterial y la respiración—, el equipo de Wilson pudo contrastar que hubo una precisión del 93.75%. También queda claro que existe la posibilidad de entrenar a animales de compañía para que asistan a pacientes que sufren de algún trastorno de ansiedad.

Lo que no se comprobó, sin embargo, es que los perros muerdan ante el miedo como único estímulo. Así que la próxima vez que sientas ganas de echarte a correr cuando veas a un perro bravo, piensa que quizá será tu carrera —y no tu miedo— la que lo motive a a dejarte un doloroso “recuerdito” en el trasero.

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