Estrategias para combatir el estrés y mejorar nuestra calidad de vida

Estrategias para combatir el estrés y mejorar nuestra calidad de vida
Guadalupe Gutiérrez

Guadalupe Gutiérrez

Mente y espíritu

El estrés ha sido catalogado por la OMS como la epidemia de salud del siglo XXI. Pese a ello, aún hay confusión sobre su significado y alcance en nuestras vidas, pues utilizamos dicho término de manera intercambiable con las palabras preocupación, ansiedad e, incluso, miedo. Sin embargo, éstas son emociones que surgen como consecuencia del estrés, al cual podemos definir como la creencia de que no podremos superar una dificultad a la que nos enfrentamos.

Algunas de las principales fuentes de estrés son el trabajo, la escuela y las relaciones de pareja. La preocupación puede ser un hábito y estar relacionada con nuestra personalidad, pero el miedo es una reacción instintiva a un estímulo, el cual a su vez puede provocar una respuesta de huida, paralizarnos y conducirnos a la sumisión o a la agresión. Las emociones asociadas al estrés pueden venir acompañadas de manifestaciones fisiológicas, como sudoración, palpitación acelerada y falta de aire. De manera aislada no se precisan impactos significativos, pero en el caso del estrés crónico, este puede tener consecuencias como la depresión, la presión arterial alta, el desarrollo de adicciones e incluso ataques cardiacos.

Saber cómo responder ante situaciones que nos resultan estresantes se ha convertido en una habilidad necesaria para mantener nuestra salud dadas las condiciones de vida actuales. Es importante reconocer que el estrés que experimentamos en distintos ámbitos de nuestra vida proviene de creer que seremos incapaces de cumplir con las exigencias de una tarea o de hacer frente a un evento que nos resulta incómodo. Comprender el origen del estrés, sus consecuencias emocionales y la respuesta fisiológica que tiene en nosotros es el primer paso para desarrollar resiliencia frente a él y mitigar sus efectos negativos.

"Comprender el origen del estrés..."

Una estrategia muy útil para combatir el estrés consiste en dimensionar el impacto que la situación o el evento estresante tendrá en nuestra vida. Para conseguirlo, podemos reflexionar sobre el tipo de amenaza que representa para nosotros dicho evento: ¿atenta contra nuestra integridad física o nuestra autoestima?, ¿pone en riesgo la salud de algún ser querido? A continuación, lo que puede hacer que nuestros niveles de estrés aumenten o disminuyan es reconocer si contamos con las habilidades para enfrentar la situación, de una manera objetiva, sin permitir que el miedo sesgue el análisis. Así podría resultarnos más sencillo elaborar un plan de acción que nos permita tomar decisiones con mayor probabilidad de éxito.

Otra estrategia para combatir el estrés es llevar un diario de gratitud. Escribir los nombres de las personas, las cosas o las situaciones por las que nos sentimos agradecidos ayuda a mantener o recuperar el estado de bienestar cuando experimentamos estrés. Para conseguirlo no necesitarás más que un poco de tiempo, una libreta y una pluma o lápiz —también es posible llevar el diario en el celular, pero sus distracciones pueden interrumpir el estado de relajación. Prioriza la calidad sobre la cantidad: describir a detalle por qué estás agradecido por una persona o evento proporciona una mayor relajación y sentido de bienestar que limitarse a hacer una lista de cosas sin reflexionar al respecto. Llevar un diario de nuestros pensamientos es útil para reconocer las fuentes de estrés y analizar nuestra respuesta emocional y física, lo cual es crucial para mejorar el manejo de nuestras emociones, ser más asertivos y disminuir los niveles de estrés. En 2011, los investigadores Gerardo Ramírez y Sian Beilock publicaron un estudio realizado con estudiantes en el que les solicitaron que escribieran sus pensamientos y sentimientos sobre un examen próximo que les provocaba estrés. El resultado fue que todos los participantes consiguieron relajarse y obtener mejores notas.

"Los humanos somos seres sociables..."

Los humanos somos seres sociables, por lo cual no resulta sorpresivo que otra estrategia para combatir el estrés consista en cultivar relaciones emocionalmente saludables y estables. Contar con amigos, familia o pareja con quienes podamos hablar acerca de los eventos o circunstancias que nos estresan nos permite recibir apoyo, acompañamiento y retroalimentación que conduzca a posibles soluciones. Cuidar de nuestra salud es una responsabilidad personal que se ve afectada por las personas que nos rodean, por lo que el soporte emocional de nuestro entorno puede tener un gran impacto en la magnitud del estrés que experimentamos ante una determinada situación.  

Algo que no debemos perder de vista es que tenemos que lidiar con la realidad y que existen circunstancias y eventos que no podremos cambiar, al menos no de manera inmediata, por lo que contar con herramientas que disminuyan nuestros niveles de estrés puede mejorar de manera significativa nuestra calidad de vida a largo plazo.

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