Gimnasia cerebral: cinco formas de ejercitar tu cerebro

Gimnasia cerebral: cinco formas de ejercitar tu cerebro
Michelle Medrez

Michelle Medrez

Mente y espíritu

Entre mis recuerdos tengo una imagen de mi papá, de pie frente a mi mamá y a mí, haciendo complicados movimientos con sus manos: una de ellas daba palmaditas rítmicas en su cabeza y, al mismo tiempo, con la otra trazaba círculos pequeños alrededor del ombligo en el sentido de las manecillas del reloj. Él se carcajeaba al ver que mi madre no podía coordinar ambos movimientos y que yo, por más que me esforzaba, lo mejor que lograba era un trazo parecido a una amiba. Tiempo después me enteré de que ese era un ejercicio de gimnasia cerebral.

La gimnasia cerebral consiste en series de movimientos que están diseñados para estimular el cerebro. Como nuestras funciones cognitivas se ven disminuidas con la edad, la menor regeneración cerebral, una vascularización insuficiente y la fluctuación hormonal —y con los antecedentes familiares, enfermedades crónicas como el Parkinson, los accidentes cerebrovasculares y el sedentarismo—, resulta necesario poner atención en la actividad cerebral y ejercitarla.

...la gimnasia cerebral activa la relación neuronal entre el cerebro y el resto del cuerpo...

Mersiliya Sauliyusta y Etty Rekawati, de la Universidad de Indonesia, afirman en un estudio que la gimnasia cerebral activa la relación neuronal entre el cerebro y el resto del cuerpo, de modo que la energía electromagnética se potencializa, se facilitan el flujo de sangre y la oxigenación cerebral, y se mejora la función cognitiva. Los ejercicios de gimnasia cerebral están pensados para poder realizarse en cualquier lugar, y suelen ser simples y divertidos. Aquí cinco originales ejemplos:

Ejercicio del abecedario

Se trata de ir recitando el abecedario, añadiendo una palabra que inicie con cada una de las letras: “A de árbol, B de borrego, C de ciudad…”, y así hasta llegar a la Z de zorrillo. Si lo hacemos con alguien más, es necesario que recuerden las palabras que ya se dijeron para no repetirlas a la siguiente vuelta. Una variación del ejercicio consiste en poner condiciones a las palabras: por ejemplo, que sean sólo nombres propios, de países, flores, animales o lo que se te ocurra.

Armar rompecabezas

Este es uno de los ejercicios de gimnasia cerebral más integrativos por el uso simultáneo de ambos hemisferios del cerebro: el izquierdo, el lado analítico, ve todas las piezas separadas e intenta ordenarlas de forma lógica; el derecho, nuestro lado creativo, ve el panorama general y funciona de manera intuitiva. Dichos tipos de pensamiento son necesarios para armar con éxito el rompecabezas y, además, durante el armado vamos creando conexiones entre ambos lados con las células cerebrales. Así, este pasatiempo contribuye a la atención, a la concentración y, en algunos casos, a alcanzar un estado semejante al de la meditación.  

Armar rompecabezas

Garabato doble

Es simple: haz un dibujo usando ambas manos, con un lápiz en cada una, de forma simultánea. Este ejercicio fortalece la conciencia espacial, la coordinación entre la mano y el ojo, y la discriminación visual. Lo más fácil es empezar en formatos grandes como medios pliegos de papel, y a medida que ganes práctica puedes usar hojas más pequeñas; también puedes ir cambiando los materiales: plumones, crayolas, lápices de colores, gises o pinceles. Cuando alcances el nivel experto, puedes intentar hacer garabatos cuádruples usando los pies y las manos.

La lechuza

Paul Dennison, sociólogo y creador de la gimnasia cerebral, ideó este ejercicio para estimular la comprensión lectora: pon la mano derecha en el hombro izquierdo, apriétalo firmemente y gira la cabeza hacia ese lado; luego, respira profundo y expulsa el aire mientras giras la cabeza hacia el lado contrario. Al terminar, se repite el procedimiento con el otro lado, realizando cinco rondas de cada lado de al menos con tres repeticiones cada una.

Alternando con las manos

Esta serie de ejercicios nos ayuda con la concentración, la facilitación y la potenciación sináptica, al generar más conexiones neurológicas, algo que en medicina se llama “sinapsis de Hebb”.

  • Primero, pon las manos con las palmas hacia arriba; después, forma un puño con las dos manos, extendiéndolas después. Hazlo cinco veces.
  • Ahora alterna: mano derecha en puño e izquierda en palma, y viceversa. Repite este paso diez veces.
  • Luego, con la mano izquierda haz la “V de victoria” con los dedos índice y medio y con la derecha haz el “OK” formando un círculo con el pulgar y el índice. Ahora hazlo al revés y alterna hasta completar quince veces.
  • Por último, pon la mano izquierda en puño, con el dedo pulgar adentro, y la derecha extendida por completo; luego, alterna la mano derecha en puño con el pulgar adentro y la izquierda extendida, y así sucesivamente. ¡Cuida que el pulgar en la mano extendida no se quede adentro también! Este último realízalo diez veces antes de relajar tus manos por completo.
Alternando con las manos

Con estos ejercicios podrás sintonizar tus hemisferios cerebrales, por lo que se sugiere realizarlos con constancia al menos una vez al día durante un mes para experimentar sus beneficios. Nos encantará saber cómo te va con ellos…

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