Ideas para no tomarse la vida tan en serio

Ideas para no tomarse la vida tan en serio
José C. Sánchez

José C. Sánchez

Inspiración

¿La vida? ¡Bah! No tiene valor alguno.
De todas las cosas baratas, es la más barata.

Jack London

La verdad es que la vida transcurre a una velocidad trepidante: abres los ojos y eres un niño que juega, se divierte y experimenta el mundo; parpadeas y te ves convertido en un adolescente rebelde, con ganas de triunfar en todo lo que hace; después suspiras y, sin darte cuenta, eres un adulto con responsabilidades, obligaciones y que, de vez en cuando, tiene ganas de irse muy, muy lejos… a un lugar con mucha cafeína, por supuesto.

Pero no nos pongamos tan dramáticos. Sí, la vida pasa en un instante, y por esa razón también hay que relajarse, tomar momentos para uno mismo, robar un poco de tiempo a nuestro personaje de adulto y divertirse un poco cada día. Por eso, este mes te compartimos ideas para que no te tomes la vida tan a pecho y, con esa ligereza, puedas disfrutar más de las cosas simples de la existencia.

  1. Recuerda que eres un adulto, no un esclavo. Incluso si te sientes esclavizado, tienes derecho de un tiempo para ti mismo, así que toma un curso o inscríbete en una actividad que te apasione y que te haga feliz: quizás alguna vez soñaste con pintar, escribir, cantar o aprender a bailar. De modo que quítate la pereza, sal de casa y, si lo deseas, conviértete en standupero, aprende modelaje o haz cualquier cosa que te haga sonreír.
  2. Combate el tedio. Cuando la rutina se apodere de tu vida, sal de ese bucle infinito del aburrimiento, reúne a los amigos que aún te queden y organiza noches de juegos de mesa. Si sientes que eso es para niños o para nerds aburridos, prueba jugando Jenga con shots de tequila o haciendo concursos en los que, cuando uno pierde, se tiene que quitar una prenda. Enciende la noche, ponle creatividad, no te excedas y disfruta el momento.
  3. Rompe la rutina con tu pareja. Si están juntos y felices, pero aburridos, organiza una escapada o un paseo a un lugar que no conozcan, y revivan aquellos momentos del noviazgo cuando el romance y el erotismo estaban en primer plano. No necesitan gastar en un viaje a la playa o al resort de moda: abran el espacio, busquen intimidad en algún lugar cercano, váyanse de excursión juntos u organicen una cena romántica “con final feliz”. Lo que cuenta es el tiempo juntos, no cuánto gastan en ello.
  4. Explora otros terrenos. Continuando con los momentos íntimos, siempre se puede avivar la llama de la pasión con juegos que den un sentido distinto a la vida. Y con tu pareja, puedes experimentar usando disfraces, dados eróticos, juguetes sexuales, adentrándose en los juegos de rol para adultos —por ejemplo, “jugar al doctor o la enfermera”— o incluso probando un poco del bondage y el sadomasoquismo. Eso sí: eviten los libros y las películas de la serie Cincuenta sombras de Grey, que son pura ficción; busquen, en cambio, sitios, foros y grupos en internet para para explorar de la mano ese “mundo oscuro” donde todo debe ser consensuado y con responsabilidad.
  5. Sal a comerte el mundo. Si trabajas mucho, seguramente podrás ahorrar un poco para viajar por México, explorar su gastronomía y conocer sus lugares más exóticos. Pero si el dinero es el problema, hay una solución: en casi todas las ciudades del país existe una buena oferta cultural totalmente gratuita. Y si nada de eso te convence, tan sólo sal a observar el mundo, convirtiéndote en un paseante —como lo describía el escritor Charles Baudelaire— que absorbe todo de calle en calle.

Ésta es sólo una pequeña muestra del amplio abanico de actividades divertidas y gratificantes que te ayudarán a aligerar la a veces pesada carga de la vida. Recuerda que, como dicen, nadie sale vivo de ella; así que recuerda sonreír… y que la fuerza de la creatividad e inspiración te acompañe.

Cierre artículo

Artículos relacionados

Recibe noticias de este blog