Intuición: la sabia elocuencia de tu mente

Intuición: la sabia elocuencia de tu mente
Franz De Paula

Franz De Paula

Inspiración

Lo único realmente valioso es la intuición
Albert Einstein

Los procesos caducan, pero los instintos permanecen. No explican, sólo te indican el camino. En medio de una situación complicada, si en alguien puedes confiar es en ti mismo. En un momento particular, antes de tomar una decisión, una luz se enciende dentro de ti; se manifiesta como casi una certeza, pero vestida de otra manera, porque no proviene de la parte racional, sino de algún otro lugar, de tus entrañas quizá. Antes de que sepas por qué, una parte de tu cerebro ya sabe qué hacer.

Sabemos más de lo que creemos. Pero no es tanto un conocimiento, sino una convicción. En los anaqueles de nuestro interior hay cajones, alguno de ellos se abre en una situación peculiar, y de ahí brinca una comprensión, un pulso que circula por debajo, parpadeando como una corriente subterránea de sabiduría invisible. Ese hermoso destello que brota de la mente no sabe cómo nació. Sin análisis, aparece y te mira a los ojos. Como una natural certidumbre emerge desde la raíz hasta la cresta de tu piel. Se asoma y llamea por encima del horizonte del intelecto, te ilumina el panorama con una verdad. Y si algo tiene la verdad es que suena, sabe y se siente de forma inconfundible. Es imposible no percibir su presencia.

La verdad puede mostrarse en forma de un aviso, de una corazonada o de una revelación. La intuición es la habilidad de identificar con rapidez una idea útil o valiosa sin la conciencia como intermediaria. Cuando el raciocinio no sabe qué hacer, las entrañas lo intuyen. Este es el instinto humano en acción, la mejor herramienta para alertarte antes de tomar una decisión. Y la vida de eso se trata: tomas decisiones todo el tiempo.

La intuición, como todo atributo de la mente, no está necesariamente asociada a cierto tipo de personalidad o de temperamento, ni a algún tipo de profesión. Es una función humana que se enciende como una percepción sensible al entorno. Esto la convierte en una pieza clave en la evolución, cuya dinámica consiste en la habilidad para adaptarte al cambio. Y son dos circunstancias las que provocan el cambio: el entorno, fuera de tu dominio, y tus decisiones, que es tu dominio. Si tu alerta interna está adormilada y no detectas el cambio a tiempo, todo ha terminado para ti.

Resulta conveniente ejercitar la mente para exhortar la intuición, porque de esa forma estás entrenando a tu creatividad a tomar un atajo y a resolver con rapidez los problemas que la vida te pondrá enfrente. Esto no significa que la intuición sea infalible, porque nada lo es; pero al menos tus errores serán de tu propiedad y de nadie más.

La creatividad fluye mejor cuando funciona de forma intuitiva. La intuición es la parte creativa de la inteligencia, su forma más elevada. Es una facultad que puedes desarrollar, pero no crear. Por eso, encuentro recomendables las siguientes ideas para persuadirla a visitarte con mayor frecuencia:

  • Piensa por ti mismo. “La mayoría de las personas son otras personas. Sus pensamientos son opiniones de alguien más, sus vidas son una imitación, sus pasiones son una cita”, dijo alguna vez Oscar Wilde. Por eso, aunque te equivoques, toma decisiones genuinas que nazcan de tu propio criterio. Eres tu propia persona, libre de vestirte como quieras, ir a donde quieras y hacer lo que quieras. Nadie te impide nada, sólo tus decisiones; lo ideal es que te conduzcan a lo que amas.
  • Pon en marcha tu imaginación. Ese es el motor de todo. Déjala jugar todos los días con algo creativo: vincula conceptos sin relación aparente, imagina qué haría uno de tus héroes si estuviera en tu lugar o visualízate platicando con tu versión más joven: ¿qué aprendería de ti y tú de ella?
  • Diviértete. Ejecuta acciones que no estén enfocadas en un resultado formal o una meta específica, sino solamente en ver la alegría del momento.
  • Lee. Lee mucho, lee cosas diferentes, pero siempre lee lo que te mueva por dentro. La lectura te presenta ideas y mentes nuevas, te hace consciente de la diversidad de criterios, del rango de tu pensamiento y de tu creatividad en el amplio espectro de la realidad.
  • Experimenta. Permite que tu creatividad fluya por canales nuevos, sin plan ni estrategia, sólo por el mero placer de nutrir tus ideas. Prueba sabores nuevos, viaja a lugares desconocidos, habla con gente diferente. Nútrete de sustancias, momentos, espacios y vivencias que beneficien a tu mente y a tu cuerpo.
  • Descansa. Un buen sueño potencia la mente. Un cerebro cansado es un cerebro muerto.
  • Reflexiona. Deja espacios para que tu mente procese y respire, para que pueda contemplarse a sí misma y observarte sin juicios ni expectativas.
  • Crea. Haz algo bello donde antes no había nada: una acción, una obra. Si ya estás cruzando por este mundo, al menos deja una marca grata.
  • Permite que la intuición y la inspiración guíen tus pasos. Déjalas fluir por encima de tu lógica acostumbrada. Cada susurro en tu oído será una revelación.
  • Escucha esa voz sin palabras. Ponerle atención es cuidar lo más valioso de ti. No esperes oír lo que quieres, sino lo que necesitas saber. Hacerle caso te permite percibir lo que el mundo no te dice, pero te demuestra.

Con la razón compruebas, pero con la intuición descubres. Y descubrir algo increíble es una de las sensaciones más maravillosas de estar vivo. La intuición es más lista que la razón. Nunca miente, es tu parte más genuina y vive en tu interior. Por eso, en el fondo, siempre sabes la verdad.

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