Julio Ruelas: el dibujante del modernismo mexicano

Julio Ruelas: el dibujante del modernismo mexicano
Carla María Durán Ugalde

Carla María Durán Ugalde

Creatividad

Mujeres torturadas, esqueletos estilizados, naufragios fantasmagóricos, cadáveres frescos, vampiros al acecho, faunos malévolos y sádicos sátiros… Todos estos tétricos personajes podrían encontrarse en temibles pesadillas o en elaborados cuentos de terror, pero también en los dibujos y grabados del artista mexicano Julio Ruelas. Gran amante de lo mórbido y del detalle, y con un estilo disruptivo, Ruelas fue un parteaguas en el arte en México y abriría el paso a las más escandalosas innovaciones artísticas.

Julio Ruelas Suárez nació el 21 de junio de 1870 en Zacatecas, en el seno de una familia acomodada. Su padre fue diputado juarista, secretario de Relaciones Exteriores y presidente de la Escuela Nacional de Jurisprudencia, lo cual le dio mucho estatus y una aventajada posición económica. En 1875, los Ruelas se mudaron a la Ciudad de México y el joven Julio se enfrentó a un nuevo entorno y a la cambiante ciudad de finales del siglo XIX.

Julio Ruelas, 'Autorretrato'

Julio Ruelas, Autorretrato.

En la capital, ingresó al Colegio Militar de Chapultepec, donde conoció a alguien que con el tiempo se haría de un nombre prominente en la literatura mexicana: José Juan Tablada. Como coincidían en sus aspiraciones artísticas, se hicieron amigos y decidieron editar un pequeño periódico con textos de Tablada y dibujos de Ruelas, titlado El Sinapismo. Por su contenido, ambos fueron expulsados del colegio.

Desde sus inicios, si algo caracterizó al estilo de Ruelas fue lo grotesco, lo macabro y lo gótico. Algunos de sus primeros dibujos eran triadas de formato pequeño en las que plasmaba extrañas escenas con personajes mitad humanos, mitad animales, los cuales daban muestra de su interés por la mitología. Estos curiosos dibujos llamados Titrimundis, que eran bien apreciados por su amigo Tablada, serían el preludio para sus creaciones próximas.

En 1892, Ruelas recibió la oportunidad de viajar a Alemania para estudiar en la Academia de Artes Karlsruhe. Allí entró en contacto con pintores simbolistas y románticos alemanes, quienes lo acercaron aún más a los tópicos de su interés: la muerte, la tortura, la descomposición, la mitología y la demonización de las figuras típicamente cristianas. Se acercó al trabajo de Felicien Rops y de Arnold Böcklin, quienes serían grandes influencias en su trabajo. Este periodo fue muy provechoso para Julio, pero se vio obligado a volver a México por malos manejos económicos.

Julio Ruelas, 'La crítica'

Julio Ruelas, La Crítica.

De vuelta en el país, comenzó a explotar su oficio de pintor e ilustrador. Mientras tanto, los artistas comenzaban a crear una estética propia como respuesta al cambio acelerado que el Porfiriato y la Revolución Industrial trajeron a la capital, así como al ánimo generalizado de desencanto por el futuro. Así surgió el Modernismo, una corriente artística nacida con el objetivo de reflejar el contexto del México moderno, la cual fue encabezada por un grupo de jóvenes escritores que se aventuraron a crear de formas innovadoras; entre ellos estaban Manuel Gutiérrez Nájera, Amado Nervo y el gran amigo de Ruelas, José Juan Tablada.

Los escritores modernistas se reunían en el estudio de Ruelas, conversaban y bebían alrededor de una mesa de trabajo repleta de esbozos, óleos, grabados y dibujos, sobre la cual el dibujante se ensimismaba en su trabajo. Por caótico que pareciera el intercambio, éste era el ambiente justo para que todos lograran una producción artística de gran calidad: los escritores discutían e inspiraban nuevos textos, mientras que Ruelas se empapaba de la conversación al tiempo que dibujaba.

En 1898, este grupo de artistas fundó la Revista Moderna. Ruelas tuvo un lugar preponderante como ilustrador y sus dibujos fueron el rostro de los modernistas, pues compaginaban a la perfección con los atrevidos textos que irrumpian en la escena literaria, desentonando con toda estética anterior. Sus grabados eran provocativos por su belleza y sus atrevidas temáticas, que mostraban lo carnal de la muerte y el dolor de la carne humana. Fue precisamente este estilo el que acabó por darle a la revista una estética visual que la distinguía de cualquier otra publicación y ayudó a consolidarla.

Julio Ruelas, 'La domadora'

Julio Ruelas, La domadora.

A la par de ilustrar para la Revista Moderna, Ruelas fue uno de los pioneros en trabajar para la publicidad en México; así, además de su trabajo con los literatos, empezó a crear carteles para distintas fábricas y empresas. En aquel entonces, los anuncios consistían en una composición visual interesante —a veces, con poca o nula relación con lo que se anunciaba— sobre la cual se colocaba, en elegantes tipografías, el nombre de la empresa y las características del producto que se anunciaba. El estilo de Ruelas estaba muy influido por el Art Nouveau y, de hecho, muchos estudiosos lo señalan como el artista que lo introdujo en México.

En 1904, siendo ya ampliamente reconocido como artista en México, Ruelas recibió una beca del Secretario de Educación, Justo Sierra, para perfeccionar su dibujo en París. Allá aprendió la técnica del aguafuerte y pronto hizo fama como un gran maestro del dibujo. A pesar de su éxito en el extranjero, no dejaba de enviar sus aportaciones a la ahora Revista Moderna de México, pero su salud acabó por impedirlo, pues contrajo una tuberculosis que acabó matándolo el 16 de septiembre de 1907. Sus restos están sepultados en el cementerio de Montparnasse, tal como  había sido su deseo expresado en una carta a su amigo Jesús E. Luján.

Tras su muerte, sus amigos modernistas en México continuaron publicando su obra, reconociendo lo excepcional de su estilo y de su vida en diversos textos dedicados a él. A la fecha, es imposible hablar de modernismo en México sin mencionar a Julio Ruelas. Por la exquisitez de su trabajo de línea, la originalidad de sus composiciones y los temas que exploraba, su obra continúa inspirando a nuevos artistas para atreverse a crear más allá de los convencionalismos.

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