Las bibliotecas más hermosas de México

Las bibliotecas más hermosas de México
Alan Flores Soto

Alan Flores Soto

Inspiración

En esta era de la tecnología de la información, las bibliotecas —cuyo propósito es la adquisición, conservación, estudio y exposición de libros y documentos— podrían considerarse obsoletas. Sin embargo, éstas no han desaparecido tras la revolución digital, como otras instituciones, quizá porque si bien internet es el primer medio en el que se buscan respuestas a nuestras preguntas, éste carece de la magia que tienen dichos recintos.

México tiene un gran número de bibliotecas, todas muy hermosas para quienes amamos los libros. Sin embargo, algunas destacan no sólo por su contenido bibliográfico sino también por su arquitectura. Estas bibliotecas son tan hermosas, literalmente, que a veces cuesta trabajo creer que no provienen de una obra de ficción. Aquí algunas de las más bellas del país.

Biblioteca José Vasconcelos

Diseñada por Alberto Kalach, esta biblioteca es famosa por sus estanterías suspendidas que contienen alrededor de cien mil títulos. Su diseño vanguardista hizo que el diario británico The Guardian la incluyera en sus premios a lo mejor en la cultura del siglo XXI, colocándose entre los diez primeros puestos de la categoría de Arquitectura.

Biblioteca José Vasconcelos

“Ir a buscar un libro nunca había sido tan emocionante. Al entrar en el alto salón de la biblioteca es imposible no sorprenderse con las pilas colgantes de estantes que trepan a cada lado, formando una vertiginosa metrópolis de libros como en Blade Runner”, dice el artículo escrito por Oliver Wainwright [1] .

Otra característica única de la biblioteca Vasconcelos es una escultura con el esqueleto de ballena que cuelga en el vestíbulo principal, titulada Matrix móvil, del artista Gabriel Orozco, quien concibió la obra al ver la enorme estructura de la biblioteca, que le recordó a “un animal grande flotando, una ballena”.

Biblioteca Conarte

En el Museo Estatal de las Culturas Populares de Nuevo León, ubicado en el Centro Histórico de Monterrey, se encuentra esta biblioteca que llama la atención por su innovadora propuesta de diseño. Cuenta con más de 800 mil libros especializados en arte y humanidades, y su propósito es introducir al visitante a diversas manifestaciones culturales.

Biblioteca Conarte

Pero lo que más destaca de esta biblioteca es su diseño del espacio: el estudio de diseño Anagrama ideó un capullo con estanterías de madera enrejadas sobre paredes azules como la espuma del mar, donde las escaleras atraviesan el centro de la cúpula y ofrecen asientos que fungen como puntos de lectura.

Biblioteca Central

La Biblioteca Central de la UNAM, ubicada en Ciudad Universitaria, es un edificio emblemático. Sus cuatro fachadas conforman un mosaico que narra la historia de México: en el muro norte se puede observar el pasado prehispánico; en el sur, el pasado colonial; en el oriente, el mundo contemporáneo y, en el poniente, la Universidad y el México actual.

Biblioteca Central de la UNAM

Su autor, el pintor y arquitecto Juan O’ Gorman, tituló la obra Representación Histórica de la Cultura, y la elaboró con piedras de colores y vidrio triturado. El conjunto está inspirado en Tláloc, deidad mesoamericana del agua celeste; visto de frente, los dos círculos del mural forman los ojos, la nariz se encuentra en la parte central inferior y las puertas de entrada al edificio equivalen a su boca.

Siendo una biblioteca universitaria, en ella pueden encontrarse textos de interés general y especializados en las principales disciplinas de estudio. Al día de hoy se cuentan más de un millón de libros, revistas, folletos y tesis. En 2007, esta obra artística, junto con el Campus Central de Ciudad Universitaria, fue nombrada Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Unesco.

Biblioteca Palafoxiana

La Biblioteca Palafoxiana, en la ciudad de Puebla, es una de las más antiguas del continente. Durante más de 370 años ha estado asentada en el Antiguo Colegio de San Juan, fundado por el obispo Juan de Palafox y Mendoza (1600-1659), quien donó su biblioteca personal, compuesta por cinco mil volúmenes, con la condición de que estuviera abierta al público en general y no sólo a eclesiásticos y seminaristas. Esto la convirtió en la primera biblioteca pública de América.

Biblioteca Palafoxiana

La biblioteca es un ejemplo notable de la arquitectura novohispana, pues a pesar del paso del tiempo se mantiene prácticamente igual que cuando se fundó, e inclusive conserva el mobiliario original de la época. Por estas razones, la UNESCO la considera parte del Registro de Memoria del Mundo.

Biblioteca Miguel Lerdo de Tejada

Esta biblioteca, que está bajo resguardo de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, se especializa en economía y cuenta con casi 115 mil volúmenes, entre libros, revistas y periódicos, que cuentan la historia económica del país, además de casi 87 mil libros sobre temas diversos.

Biblioteca Miguel Lerdo de Tejada

El edificio que la contiene era el Oratorio de San Felipe Neri hasta que decayó y fue abandonado; entonces, fue expropiado y restaurado para albergar la biblioteca. Este inmueble es una joya de la arquitectura barroca y constituye un valioso monumento del Centro Histórico de la Ciudad de México.

En su interior se encuentra un increíble mural titulado La Revolución y los elementos, de Vladimir Kibálchich Russakov, mejor conocido como Vlady, artista que fue invitado por el presidente Echevarría a pintar los muros de la capilla y de la sala general de lectura con dos mil metros cuadrados de arte que busca reivindicar a los disidentes de todas las revoluciones presentes, pasadas y futuras.

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[1] La lista de los premios a lo mejor de la arquitectura puede consultarse aquí.

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