Una cerdita diva enamorada de una rana que dirige un show con un oso que sólo cuenta chistes malos, un cocinero sueco y un coro de gallinas cantoras, es algo que sólo se podía ver en El Show de los Muppets. Las famosas marionetas son tan conocidas que, paradójicamente, rara vez nos preguntamos por su historia. Lo cierto es que los Muppets recorrieron un largo camino antes de embarcarse en las aventuras de La Isla del Tesoro, o antes de tomar Manhattan.
La historia de estas queridas marionetas comienza con James Maury Henson, mejor conocido como Jim Henson. Originario de Greenville Mississippi, llegó al mundo el 24 de septiembre de 1936, y desde niño mostró interés por el mundo del entretenimiento. Su fascinación por la televisión lo llevó a desear formar parte de ese mundo y así, en el otoño de 1954, decidió ir a la universidad para estudiar diseño de sets.
Antes de que comenzar su formación universitaria, un anuncio en el periódico atrajo su atención. La cadena de televisión local buscaba un titiritero para su nuevo programa: The Junior Morning Show. Henson, que no sabía nada sobre el manejo de una marioneta, se preparó con la ayuda de algunos libros de la biblioteca pública y obtuvo el puesto después de audicionar con su propia creación: un títere llamado Pierre the Rat. El programa tuvo que ser cancelado poco después por violar leyes de trabajo infantil, pero Henson había conseguido su primer éxito.
Las televisoras mostraron interés en las marionetas del joven titiritero y lo buscaron para que se hiciera cargo de otros programas. Mientras tanto, su interés en crear mejores marionetas lo llevó a cambiar su carrera universitaria; pasó de diseño de sets a economía del hogar, debido a que en esta última se incluían clases sobre textiles y artesanías. Fue en estos años que conoció a Jane Nebel, su socia y futura esposa. Juntos conquistarían la televisión, pero aún tenían que sortear varios obstáculos.
Comenzaron con un segmento después de las noticias de la noche, llamado Afternoon. El pequeño segmento se transformaría en Sam and Friends, un show transmitido por primera vez el 9 de mayo de 1955 que se mantendría al aire durante seis años. Una innovadora característica del programa era que no necesitaba un set especial para esconder a los titiriteros; éstos eran simplemente dejados fuera de cuadro mientras la cámara enfocaba solamente a las marionetas.
El diseño de los personajes era también especial; hechas de materiales suaves, las marionetas tenían más capacidades expresivas que las confeccionadas con madera e hilos. Henson comenzó a llamar “Muppets” a sus creaciones. Se especulaba que era la suma de la palabra marioneta y títere —en inglés, puppet—, pero tiempo después confesó que la palabra se le había ocurrido al azar. El reparto del show incluía una amplia variedad de animales y criaturas indefinidas, en el que ya figuraba Kermit —conocido en Latinoamérica como La rana René.
La década de los sesenta fue un periodo muy productivo para Henson. Estaba decidido a realizar un innovador show de variedades que tuviera a los Muppets como protagonistas. Mientras la oportunidad se daba, sus creaciones conquistaban el mundo de la publicidad haciendo comerciales para varias compañías —entre ellas, Wilkin’s Coffee— y también se adentraban en ambientes más artísticos, como el cine experimental.
En 1966, la productora Joan Ganz Cooney tuvo la idea de usar la televisión con fines educativos y fundó la televisora sin fines de lucro Children’s Television Workshop —actualmente llamada Sesame Workshop. Para su proyecto principal, Ganz Cooney invitó a Henson y sus Muppets como estelares junto a un reparto de actores humanos. El resultado fue Sesame Street. Sin embargo, los Muppets fueron la clave del éxito del programa y gracias a ellos su popularidad fue tal que se adaptó para audiencias de todo el mundo. Para México y Latinoamérica en general, se creó una nueva coproducción que incluyó a Avelardo, Lola y Pancho, quienes llevaron a miles de niños a “encontrar el fantástico lugar, donde hay gran felicidad, ¡Plaza Sésamo!”.
El único temor de Henson respecto a Sesame Street era que limitara a los Muppets a audiencias infantiles. Y su temor no estaba infundado. A principios de los setenta, Henson y su equipo comenzaron a trabajar en dos episodios piloto para el show de los Muppets. El objetivo era crear un programa para adultos, y bajo esta premisa escribieron The Muppets Valentine Show y The Muppets Sex and Violence Show, transmitidos en 1974 y 1975, respectivamente, en los que aparecerían, por primera vez, conocidísimos personajes como Animal y los sarcásticos viejos Statler y Waldorf. Lamentablemente, las televisoras estadounidenses no estaban muy interesadas ni en la propuesta, ni en la idea de un programa para adultos que involucrara marionetas.
Todavía en 1975, los Muppets aparecieron en un segmento de Saturday Night Live, pero los escritores del show no supieron cómo escribir para títeres. Henson siguió trabajando para Sesame Street, aunque no desistió en sus esfuerzos por crear un show cómico para los Muppets y, a finales de ese mismo año, el empresario británico, Lew Grade, aceptó producir el show. Así fue como Jim Henson reunió a su equipo para comenzar la grabación de The Muppet Show.
El Show de los Muppets se convirtió en el programa más querido de la televisión, prácticamente desde que se transmitió por primera vez en septiembre de 1976. La premisa era simple: Kermit intentaba que sus alocados artistas dieran un show de calidad en medio de cualquier cantidad de conflictos ridículos que impedían la función, todo esto tras bambalinas e interrumpido por los sketches en escena. Se trataba de una obra metaficcional con invitados especiales cada noche. Para mayo de 1977, apareció la segunda temporada y los Muppets pasaron a ser para todo el mundo.
El Show fue seguido por películas para la televisión, como La película de los Muppets, de 1979, y Los Muppets toman Manhattan, de 1984. También dio lugar a la caricatura Muppet Babies, producida de 1984 a 1991. A finales de los setenta, en medio de la fama del Show, también se realizó un episodio en el que la estrella invitada fue Mark Hamill, y el tema fue La Guerra de las Galaxias. El capítulo concluyó con todo el elenco cantando La Estrella Azul de la película de Disney Pinocho. Ciertamente una premonición, pues en 2004 Disney compraría los derechos de los Muppets —aunque sin incluir los de Sesame Street.
Jim Henson falleció el 16 de mayo de 1990. Ante el hecho, artistas de Disney dibujaron a Mickey consolando a Kermit. Y, de hecho, durante el siglo XXI Disney se encargó de mantener a los Muppets vivos al realizar la película The Muppets, en 2011, y la secuela Muppets 2: Most Wanted, en 2014. Al año siguiente se estrenó una serie para adultos, llamada simplemente The Muppets, que mostraba a los personajes enfrentándose a problemas cotidianos —el promocional incluso decía: “¡Son como tú!”. Pese a que la serie duró poco, el hecho de que ésta estuviera enfocada exclusivamente a un público adulto, probablemente hubiera hecho feliz al propio Jim.
Aunque casi siempre más para chicos que para grandes, es innegable que los Muppets, en su estilo único de comedia, tienen un gran encanto. Y ha sido gracias a ello que, al ritmo de “Manamana”,se han ganado un lugar en los corazones de miles de niños, y eventualmente adultos, de diferentes generaciones.