
El autoconocimiento es la llave para adentrarnos en las texturas, las mareas, los colores y los matices de nuestro mundo interior. Si no exploramos meticulosamente este paisaje interno, podemos caer en el abismo de nuestros patrones de pensamiento destructivos o perdernos en un bosque de emociones desaforadas que nos impidan sentirnos en control de nosotros mismos.
Si bien el autoanálisis y la autocrítica resultan útiles al explorar el océano de nuestras particularidades, existen herramientas para alumbrar aquellas zonas de nuestra manera de ser que escapan a nuestro entendimiento: los tests psicológicos. Lo ideal es que estas pruebas, objetivas o proyectivas, sean administradas por un profesional de la salud mental; sin embargo, en internet se ha popularizado el Inventario Psicológico de Myers-Briggs —MBTI, por sus siglas en inglés—, un controvertido clasificador de personalidad desarrollado por Katharine Briggs (1875-1968) y su hija Isabel Myers (1897-1980), dos mujeres sin formación en psicología pero con una gran curiosidad intelectual.

Foto obtenida de www.bbc.com
El propósito de Briggs era crear un test mediante el cual las personas pudieran identificar su tipo de personalidad sin la necesidad de intermediarios. Para ello se basó en el libro Tipos psicológicos de Carl Jung, donde el psiquiatra suizo planteó que las personalidades se construyen a partir de cuatro funciones de la consciencia —sensación-intuición y pensamiento-sentimiento— y dos tipos de actitudes —la introversión y la extroversión. A partir de las combinaciones de estos ejes, se originan ocho tipos psicológicos; ocho moldes en los que, supuestamente, cabrían todas las personas que han pisado la faz de la Tierra.
La propuesta inicial de Katharine Briggs consistía en escribir los tipos de personalidad de Jung en una tarjeta, desde el que mejor se ajustara a las características de la persona hasta el que pareciera estar más alejado de su manera de ser. Una iniciativa modesta si se compara con el trabajo que Katharine realizaría en colaboración con su hija Isabel. Después de veinte años de investigación, ambas desarrollaron un test de personalidad que aplicaron a miles de personas e incluía dieciséis perfiles, en lugar de los ocho reconocidos por Jung. En plena Segunda Guerra Mundial, el deseo de estas mujeres era que su cuestionario fomentara la comprensión entre las personas y ayudara a disminuir los prejuicios.
A pesar de los esfuerzos y de las buenas intenciones de sus creadoras, la comunidad académica ha desestimado la fiabilidad de este test, que puede arrojar resultados distintos para la misma persona en diferentes ocasiones; no obstante, es utilizado en infinidad de empresas y escuelas como un criterio de selección. Ante la imposibilidad de consultar a un profesional de la salud mental, el Inventario Psicológico Myers Briggs puede convertirse en una brújula que nos ayude a comprender algunos aspectos sobre nuestra particular manera de percibir el mundo o de relacionarnos con los demás. Y de entre los dieciséis resultados posibles, hay tres que se consideran los menos comunes del mundo, lo cual podría explicar que algunos a veces nos sintamos como extraterrestres en este planeta. Veamos cuáles son dichos tipos de personalidad:[1]
1. Personalidad del abogado (INFJ: Introversión, Intuición, Sentimiento, Juicio)
Este tipo de personalidad representa del 1 al 3% de la población mundial. Las personas con este perfil son compasivas, inspiradoras, cálidas y altruistas, pero también reservadas y misteriosas. Se caracterizan por su idealismo, su imaginación, su creatividad y sus motivaciones humanitarias, así como por su frondosa vida interior y su alta sensibilidad a la crítica. Los abogados son defensores de causas sociales, confidentes y líderes pacíficos que pueden llegar a descuidar su salud debido a la pasión con que luchan por sus convicciones. Por lo general, dan la impresión de ser extrovertidos; sin embargo, valoran enormemente la soledad y necesitan alejarse del mundo cada determinado tiempo para recargar sus energías. Suelen desempeñarse como maestros, trabajadores sociales, artistas o líderes espirituales. Algunos personajes famosos con este tipo de personalidad son: Martin Luther King, la Madre Teresa, Nelson Mandela, Morgan Freeman y Johann Wolfgang von Goethe.

2. Personalidad del arquitecto(INTJ:Introversión, Intuición, Racionalidad, Juicio)
Con una representación mundial del 1 al 3%, los arquitectos también son agujas en un pajar. Un personaje de la cultura pop que podría ayudarnos a comprender este tipo de personalidad es Sheldon Cooper, de la serie de TV The Big Bang Theory. Como Sheldon, los arquitectos son analíticos y exageradamente racionales, con un insaciable apetito de conocimiento que comienza desde la tierna infancia, razón por la cual suelen ser llamados “ratones de biblioteca”. Solitarios y pragmáticos, tienen pocas habilidades sociales; no obstante, dicha carencia suele ser compensada con altas dosis de inteligencia y autoconfianza. Para los arquitectos, un desafío intelectual es mucho más disfrutable que cualquier fiesta, así que procuran rodearse de rivales dignos que compartan sus intereses. Por lo general, se desempeñan profesionalmente en los ámbitos de la academia, la ciencia, la ingeniería y el derecho. Algunos personajes célebres con este tipo psicológico son: Friederich Nietzsche, Elon Musk, Vladimir Putin, Michelle Obama y Christopher Nolan.

3. Personalidad del mediador (INFP: Introversión, Intuición, Sentimiento, Percepción).
El 4% de la población mundial obtiene este tipo psicológico tras contestar el test MBTI. Se trata de individuos idealistas y reservados, con un complejo mundo interior y una gran empatía. Los temas de su interés resultan inusuales para las demás personas, así que se les considera muy imaginativos. Disfrutan los momentos de soledad en que pueden reflexionar o filosofar, y valoran sobremanera las oportunidades de ayudar o de consolar a otros.
Considerados y amables, pueden ser los confidentes favoritos de sus amigos; sin mencionar que, cuando se encuentran con ánimos de socializar, demuestran un carisma y un encanto sobresalientes. Los mediadores también se caracterizan por su talento para comunicarse a través de símiles, metáforas y símbolos, por lo que muchos de ellos se desempeñan como escritores o actores. Su creatividad también suele conducirlos a otros ámbitos artísticos, y su altruismo, a profesiones relacionadas con la consejería o el desarrollo humano. En su faceta menos luminosa, los mediadores pueden sentirse paralizados por el perfeccionismo o convertirse en ermitaños. J. R. R. Tolkien, William Shakespeare, William Wordsworth, Virginia Woolf y Björk son algunos personajes famosos con esta personalidad.

Imagen obtenida de www.tonica.la
¿Te identificaste con alguno de estos tipos psicológicos? Para descubrir a cuál de las dieciséis categorías del Clasificador MBTI perteneces, puedes contestar el cuestionario aquí. Y si después de consultar los resultados deseas adentrarte aún más en los recovecos de tu laberinto interior, podrías ir a terapia o someterte a otros tests de personalidad aplicados por profesionales de la salud mental.
El autoconocimiento es un proceso complejo y, quizás, interminable; sin embargo, cada descubrimiento —por pequeño o grande que sea— representa un importante paso en la conquista de nuestro reino personal.

[1] Información obtenida de The Myers-Briggs Company y 16 Personalities