Modelos creativos para solucionar problemas

Modelos creativos para solucionar problemas
Franz De Paula

Franz De Paula

Creatividad

Las herramientas son extensiones de las manos y éstas son los brazos de la mente. Así, nada es más útil que una herramienta que ayude a redefinir los problemas que enfrentamos, a generar nuevas formas de solucionarlos y a ejecutar estas soluciones para mejorar la realidad. Y si pasa de ser individual y se convierte en una herramienta grupal, se vuelve aún más transformadora.

Esto sucede con las herramientas para potenciar nuestra creatividad. Las metodologías para generar inventiva son útiles para encontrar soluciones originales a desafíos complicados y su objetivo es establecer un proceso definido que ayude a analizar los problemas desde ángulos diferentes, a comprenderlos a fondo y a implementar soluciones realmente creativas.

La premisa de estos modelos parte de dos suposiciones: a) todo el mundo es creativo de alguna manera y b) las habilidades creativas se pueden aprender y mejorar. Así, la meta de los siguientes modelos de solución creativa de problemas es, primero, enseñarnos a analizar correctamente la situación adversa en la que lleguemos a encontrarnos, para entonces “descubrir” una solución ideal.

"...todo el mundo es creativo de alguna manera..."

Modelo de Solución Creativa de Problemas de Osborn y Parnes

La Resolución Creativa de Problemas —CPS, por su denominación en inglés, Creative Problem Solvinges un modelo creado por Alex Osborne, quien introdujo el concepto de la “lluvia de ideas” en la década de 1940, y Sydney Parnes. Este modelo potencia el desarrollo del pensamiento vertical y lateral, por lo que implica desglosar un problema para comprenderlo, generar y evaluar ideas para resolverlo, y encontrar las soluciones más efectivas.

Las siguientes son las seis etapas de dicho modelo; ¿te animarías a aplicarlas la próxima vez que te enfrentes a un problema que parece no tener solución?

  1. Búsqueda del objetivo.
  2. Búsqueda de datos y hechos.
  3. Explicación del problema.
  4. Búsqueda de ideas.
  5. Búsqueda de soluciones.
  6. Búsqueda de aceptación.
Alex Osborne introdujo el concepto de la “lluvia de ideas” en la década de 1940

Modelo de Don Koberg y Jim Bagnall

En 1973, estos dos autores publicaron una valiosa guía de creatividad titulada The Universal Traveler; en ella, proponen la metáfora de un viaje y su modelo para solucionar problemas con base en las siguientes siete fases, que bien puedes aplicar en la solución de problemas cotidianos:

  1. Acepta la situación como un reto.
  2. Realiza un meticuloso análisis para descubrir la esencia del problema.
  3. Define sus puntos más importantes.
  4. Idea formas diferentes para resolver el mismo principio.
  5. Selecciona la mejor de entre las diversas opciones.
  6. Impleméntala y dale forma concreta a la idea.
  7. Evalúa para revisar; vuelve a planificar, de ser necesario.
"...Realiza un meticuloso análisis para descubrir la esencia del problema..."

Modelo de Graham Wallas

El modelo de cuatro etapas de Wallas es uno de los modelos creativos más elocuentes e intuitivos para resolver problemas. Aquí va una breve síntesis:

Primera fase: Preparación. Aquí buscas comprender cuál es el problema e investigarlo desde todos los ángulos posibles, así como averiguar qué tipo de “libertades” existen o si hay restricciones que deben imponerse a la solución. Algunos le llaman “saturación”, pues debes consultar toda la información que puedas.

Segunda fase: Incubación. Aquí dejas de pensar conscientemente en el problema y te pones a hacer otra cosa: leer, dormir o dar un paseo.

Tercera fase: Iluminación. Es ese destello de genialidad que estabas esperando; para que llegue, debes trabajar mucho primero. A veces, la iluminación requiere de mucha preparación y, en otros casos, más incubación.

Cuarta fase: Verificación. Esta es la etapa en la que la validez de la idea se pone a prueba y la idea misma se reduce a su forma exacta. Aquí puedes crear pruebas sistemáticas que mejoren tu forma de verificación.

Modelo de las cuatro C Este modelo, desarrollado por Ronald A. Beghetto y James C. Kaufman, define la creatividad como una habilidad que involucra la combinación de originalidad y exactitud para realizar una tarea, al tiempo que reconoce que existen distintos niveles de creatividad, que van desde la que se despliega todos los días en la vida cotidiana hasta las que redefinen la manera en que se hacen las cosas e incluso transforman la historia.

"...la creatividad (...) involucra la combinación de originalidad y exactitud para realizar una tarea..."

Para reconocer estos niveles de creatividad en el desarrollo de la personalidad, sobre todo en el ámbito educativo, Kaufman y Beghetto desarrollaron el Modelo de Creatividad de las cuatro C, que describe cuatro niveles que dan fe de que la creatividad se presenta todos los días y en todas partes:

  • Mini-C. El nivel básico es la creatividad interpretativa; un ejemplo sería el de un estudiante de segundo de primaria que da con una manera de resolver un problema aritmético simple.
  • Little-C. La “C pequeña” expresa la creatividad cotidiana: un alumno de secundaria que, para su clase de historia, combina su estudio en los libros con entrevistas a veteranos de guerra, por ejemplo.
  • Pro-C. Esta es la creatividad de los expertos, que a menudo se origina en algún ámbito profesional, como cuando Aaron Sams y Jonathan Bergmann dieron con la idea del flipped classroom, que exige a los alumnos estudiar y prepararse en casa, y llegar al salón sólo a discutir tópicos y realizar trabajos en equipo.
  • Big-C. La creatividad legendaria, en la que caben la invención de la bombilla de Thomas Alva Edison, el descubrimiento de la forma de hélice del ADN o hasta la concepción del iPhone.

Muchos gigantes del pensamiento que nos precedieron marcaron nuevas alturas para pensar diferente. Si tienes la intención de aprovechar su valioso legado y desarrollar habilidades para solucionar creativamente tus problemas, entonces averigua más sobre su obra, afínate en equilibrar tu pensamiento divergente y convergente, investiga lo que no sepas, aprende a plantear los problemas como preguntas, suspende los juicios y emplea correctamente el lenguaje, pues es crucial cuando generas información e ideas.

Pero, sobre todo, logra que el pensamiento diferente realmente te importe: así sentirás el impulso de ser congruente. Esta es una actitud transformadora, y, en tu propia escala, estarás mejorando el mundo.

Cierre artículo

Recibe noticias de este blog