Durante el siglo XIX, Japón sufrió una formidable transformación: pasó de ser una sociedad agrícola a una tecnológica. En esos años, surgió una fábrica de naipes pintados a mano que se usaban en el juego de las flores. Con el tiempo, ésta se convertiría en una empresa líder en tecnología y en una de las primeras transnacionales.
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Sin duda, Japón es la tierra de la adaptabilidad: pareciera que toda la nación sigue la enseñanza del junco que, para no ser derribado en la tormenta, en lugar de ofrecer resistencia es flexible y se adapta a las fuerzas adversas. Por ejemplo, el negocio más antiguo del mundo, el hotel Nisiyama Onsen Keiunkan, que se encuentra en la población de Yamanashi, fue fundado en el año 705 y hoy aún funciona de la manera tradicional, con un número limitado de empleados: una muestra clara de la adaptabilidad japonesa y de los contrastes de su sociedad.
Las primeras barajas y los primeros juegos de cartas llegaron a Japón de mano de los viajantes europeos. Años más tarde, cuando la nación nipona se aisló del exterior, perduró el gusto por los juegos de cartas y por las apuestas. Las autoridades prohibieron los naipes pero, para sobrevivir, los productores rediseñaron las cartas y los juegos fueron transformándose hasta que, finalmente, el gobierno relajó sus reglas y permitió la existencia de un juego que combinaba reglas autóctonas y extranjeras: el hanafuda, que consta de cuatro palos de doce cartas cada uno, sin números —pues es un juego de asociación de imágenes.
Y justo este tipo de cartas fabricaba un hombre llamado Fusajiro Yamauchi, que en 1889 fundó una empresa llamada Nintendo Koppaii, que hoy conocemos como Nintendo, dedicada a la fabricación de cartas para jugar el hanafuda. Dada la naturaleza del producto, la historia de Nintento se une a la de los yakuzas, pues la mafia nipona administraba casinos ilegales y era un buen cliente de la empresa. De hecho, la palabra yakuza proviene del ocho (yattsu), nueve (ku) y tres (san), que sumados dan veinte, la mejor mano del oichokabu —uno de los juegos de cartas del hanafuda.
Muchos años después, a inicios de los años sesenta del siglo pasado, Hiroshi Yamauchi —tataranieto de Fusajiro y, entonces, presidente de Nintendo— hizo un viaje a los Estados Unidos para ampliar sus negocios. Ese viaje resultó muy importante por dos razones: consiguió la licencia para imprimir cartas hanafuda con los personajes de Walt Disney —lo que daría importantes ingresos a la empresa— y, además, Hiroshi pudo ver que al otro lado del Pacífico el gusto por los naipes decaía rápidamente. Así que decidió diversificar su negocio.
En 1963, Hiroshi Yamauchi renombró la Nintendo Card Company Limited como Nintendo Company Limited, y exploró otros negocios: una línea de hoteles económicos y una flotilla de taxis, financiados con los ingresos obtenidos con la venta de las cartas de Disney. Poco después, Nintendo incursionaría también en la industria de los juguetes, sector al que después se enfocaría definitivamente.
En 1975, la Magnavox Odyssey —la primera consola de videojuegos del mundo— entró al mercado japonés. A raíz de eso, y como parte de la expansión de su empresa, Hiroshi decidió ingresar al incipiente mercado de los videojuegos, desarrollando consolas para salas de arcade. Dos años después, Nintendo desarrolló la Color TV Game 6, la primera consola “extraoficial” de Nintendo, que servía para jugar una emulación del Pong de Atari: un juego de tenis con dos “raquetas” controladas por unas perillas instaladas en el cuerpo de la consola, y una “pelota”, que era un punto luminoso. En 1978, lanzaron la Color TV Game 15, que ya contaba con mandos a distancia.
Gran parte del éxito de Nintendo se debe a dos hombres: Shigeru Miyamoto, creador de los juegos más populares y emblemáticos de Nintendo: Donkey Kong, Super Mario, Star Fox y The Legend of Zelda; y Gunpei Yokoi, un ex ingeniero de mantenimiento que, un día, mientras viajaba en tren-bala, observó a un hombre aburrido que jugaba con su calculadora para pasar el rato, y eso le dio la idea de una consola de juegos portátil llamada Game & Watch, lanzada a inicio de los ochenta —unos años después, Yokoi crearía el Game Boy.
Después de sus éxitos en el mercado arcade, Nintendo concibió una consola doméstica con funcionamiento a partir de cartuchos. Luego de varias pruebas, en 1985 lanzaron la Nintendo Entertainment System (NES), que se convertiría en la consola más vendida de su época. Y así fue cómo empezó una carrera que, en poco menos de un siglo, la misma empresa, dirigida por la misma familia, pasó del mercado del entretenimiento artesanal a la vanguardia del ocio electrónico…
La historia de Nintendo
1985
Nintendo Entertainment System (NES). La primera consola de Nintendo. Se vendieron 60 millones de unidades, que revolucionaron la historia de los videojuegos.
1989
Game Boy. Aunque este videojuego portátil tenía una pantalla en cuatro tonos de gris, ha sido el más exitoso de la historia: 150 millones de unidades vendidas.
1991
Super Nintendo Entertainment System (SNES). La consola SNES ya contaba con tecnología de 16-bit, para una imagen más vívida, y mayor capacidad de procesamiento.
1996
Nintendo 64 (N64). Los nuevos estándares del N64 permitían interactuar con videojuegos realistas en 3D. El juego emblemático: Super Mario 64.
Game Boy Pocket. Una versión más compacta del Game Boy, y en una variedad de colores, hizo su aparición y se coló en las mochilas escolares en todo el mundo.
2001
Game Boy Advance (GBA). Con una pantalla más grande y gráficos mucho más espectaculares, el GBA vendería unos diez millones de unidades.
Nintendo GameCube. El sucesor del N64 presentaría avances significativos en los gráficos y el juego. Además, funcionaba con un CD en vez de un cartucho.
2003
Game Boy Advance SP (GBA SP). Su pantalla era idéntica a la del GBA, pero era mucho más compacto, ligero y portátil —y además, se cerraba como una ostra.
2004
Nintendo DS. Con doble pantalla —de ahí el DS: dual screen—, micrófono y acceso a Wi-fi, el DS fue el mejor videojuego portátil de su tiempo.
2006
Nintendo DS Lite. Esta nueva versión del DS es más pequeña, ligera y con una pantalla más brillante. Se han vendido más de diez millones.
Wii. La revolución del Wii consiste en que se controla con el cuerpo, a través de sensores inalámbricos de movimiento. Además, se conecta al Wi-fi.
2008
Nintendo DSi. Esta consola portátil cuenta con un sistema optimizado, dos cámaras y acceso inalámbrico a la tienda Nintendo para descargar juegos.
2009
Nintendo DSi XL. Su pantalla es un 93% más grande que la del DS Lite.
2011
Nintento 3DS. El sistema 3DS permite a sus usuarios ver contenido en tercera dimensión sin tener que usar lentes especiales.