![Ana Pazos](https://www.bicaalu.com/wp-content/uploads/ana_pazos.jpg)
La intención de muchos artistas ha sido producir obras —pinturas, esculturas, grabados o monumentos— que sobrevivan a su propia muerte, objetos destinados a la contemplación de decenas o incluso cientos de generaciones, hasta que el tiempo —inconmovible— termine por erosionar, transfigurar o destruir el trabajo de quienes intentaron alcanzar la inmortalidad con sus creaciones. En el otro lado de la moneda encontramos expresiones artísticas hechas para consumirse mientras son ejecutadas, como la música y la danza, cuyos sonidos o movimientos parecen mariposas imposibles de capturar. Dentro de esta categoría de lo efímero, también podemos hablar de obras plásticas condenadas a fenecer poco después de haber sido concluidas, como las calles alfombradas con pétalos para recibir a la procesión del Corpus Christi o las pinturas de arena de los indios navajo.
![Estas pinturas de arena seca (...) tienen funciones religiosas o curativas](https://www.bicaalu.com/wp-content/uploads/pinturas_de_arena_a.jpg)
Estas pinturas de arena seca —al igual que todo el arte de dicho pueblo del suroeste de los Estados Unidos— tienen funciones religiosas o curativas. Los indios navajo consideran que las enfermedades son causadas por espíritus malignos y, para neutralizarlos, realizan complejas obras artísticas: el chamán —conocedor de la cosmovisión, la medicina y el arte— traza un dibujo en el suelo, por lo general alguna escena mitológica; luego, con la paciencia de quien manipula delicados polvos mágicos, toma pellizcos de arena teñida con distintos pigmentos y rellena las figuras que descansan sobre una capa finamente alisada de color ante o canela. Para dar los últimos toques, deposita pizcas de harina de maíz en lugares estratégicos, como las cabezas, las manos y los pies de los personajes. Después, entre murmullos implorantes que los asistentes envían a los cielos, el enfermo es colocado sobre la escena recién creada y el chamán comienza a cantar:
…Devuélveme los pies.
Devuélveme las piernas.
Devuélveme la mente.
Devuélveme la voz.
Retira hoy tu hechizo por mí.
Llévate hoy tu hechizo por mí.
Lejos de mí lo has llevado.
Lejos de mí se ha ido.
Lo has alejado.
Felizmente me recupero.
Felizmente mi interior se calma… [1]
Al final, se le da a beber al paciente una infusión de harina de maíz, polen y arena de la pintura que, una vez terminada la ceremonia, es destruida.
![...han de ser lo suficientemente bellas como para conmover a los dioses...](https://www.bicaalu.com/wp-content/uploads/pinturas_de_arena_b.jpg)
Las pinturas de arena —que pueden medir desde treinta centímetros hasta siete metros de largo— han de ser lo suficientemente bellas como para conmover a los dioses y así obtener la curación del enfermo. En ellas aparecen “personas sagradas” [2] con cuerpos oblongos, prolongados cuellos y cabezas que son redondas para los hombres y rectangulares para las mujeres, así como elementos que representan a las nubes, las montañas, los caballos, los pájaros, el Sol, la Luna o las estrellas; todo lo anterior suele ir protegido por un arcoíris simbolizado por una franja roja, blanca y azul que une tres lados de la escena. Las composiciones son simétricas para conjurar la armonía que el paciente anhela sentir en su cuerpo, y cada elemento juega un papel fundamental en estos microuniversos hechos de granos iridiscentes.
¿Por qué deben destruirse las pinturas de arena?
El chamán, al enterarse de los males que sufre una persona, no comienza a idear una imagen inédita en su mente; no crea un mundo con base en sus propias interpretaciones de las fuerzas de la Naturaleza o del Cosmos para llevar a cabo la sanación. A diferencia del artista que, con la originalidad de sus creaciones, busca la trascendencia, el hombre-medicina desea cautivar a los dioses con una obra que deberá ser la reproducción exacta de un diseño milenario. Según una leyenda, en el inicio de los tiempos, los dioses descendieron de su morada celestial y aparecieron entre las cuatro montañas que amurallan el territorio navajo para entregarles a los hombres unas pinturas prodigiosas hechas en pieles de animales. Los chamanes no tardaron en descubrir que los más de quinientos diseños poseían un gran poder mágico; por ello, temiendo que cayesen en manos enemigas, decidieron memorizarlos y destruir los originales.
![Sólo los chamanes de contados pueblos indígenas del suroeste de los Estados Unidos conocen los secretos de su poder](https://www.bicaalu.com/wp-content/uploads/pinturas_de_arena_c.jpg)
Aunque hoy día es posible encontrar copias de dichas imágenes sagradas, sólo los chamanes de contados pueblos indígenas del suroeste de los Estados Unidos conocen los secretos de su poder. Cuando un enfermo acude a la casa del hombre-medicina, éste busca en su archivero mental hasta encontrar el diseño apropiado para el caso; luego, sentado en el piso, rodeado de cuencos llenos de arenas coloridas, empieza a trabajar del centro hacia los extremos, absorto en las oraciones que se entrelazan como las estrofas de una canción, sumido en las formas que va trazando con la sustancia que escapa de entre sus dedos. Pasadas varias horas, concluye su obra, la cual puede considerarse un portal que conecta al mundo profano con el sagrado. Al colocarse sobre ella, el enfermo recibe la energía curativa de origen divino, mientras los dioses absorben la enfermedad y se llevan consigo al espíritu oscuro que la provocó. No obstante, durante el proceso, la pintura de arena se impregna de la toxicidad, y por tal motivo es necesario destruirla una vez terminada la ceremonia.
Otros usos
Los diseños de las pinturas de arena también suelen dibujarse en tablas de madera para enseñar a los niños navajo la cosmovisión de su pueblo, sus tradiciones, geografía y narraciones mitológicas. Asimismo, es posible ver estas imágenes plasmadas en lienzos y colgadas en las casas de “hombres blancos” —principalmente en los estados de Arizona, Nuevo México, Utah y Colorado, donde actualmente residen los navajo— que gustan de la imaginería indígena y lograron hacer un intercambio comercial con algún artesano. Sin embargo, desprovistas de su función ritual y realizadas en soportes capaces de resistir el paso del tiempo, las pinturas de arena no sólo pierden la razón de su nombre, sino gran parte de su poder y encanto.
![Cierre artículo](https://www.bicaalu.com/wp-content/uploads/bica_cierre-1.png)
[1] Fragmento de “La casa hecha de alba”, uno de los cantos de curación de los indios navajo.
[2] Los indios navajo suelen llamar “Holy People” a sus dioses.