Comencemos preguntándonos qué es el budismo. Esta ideología o doctrina filosófica tuvo origen en la India, entre los siglos VI y IV a.C., y es la cuarta religión con mayor número de practicantes en el mundo, pues hay 365 millones de personas que se denominan budistas. Hay que aclarar, de entrada, que no es exactamente una religión, pues no cree en la existencia de un dios o una entidad suprema, y más bien consiste en un conjunto de tradiciones, creencias y prácticas que fueron establecidas por el Buda histórico y algunos de sus seguidores.
Para el budismo, los textos sagrados son el material de estudio. Su objetivo, en general, es cultivar la sabiduría, practicar la meditación y renunciar a los apegos materiales, así como favorecer la bondad y la compasión. Existen monjes budistas cuya práctica se realiza principalmente en monasterios, y también seguidores o practicantes. El entendimiento del budismo es holístico: sus enseñanzas se interrelacionan y se componen unas de otras; sin embargo, se hace hincapié en que éstas no son sino una guía hacia el dharma, un concepto complejo que significa “las cosas como son”, en sánscrito.
En el budismo se habla del karma, que a grandes rasgos podemos entender como el conjunto de causas y efectos, y que a menudo se usa para enfatizar la importancia del desarrollo de las actitudes y las intenciones correctas: el karma recuerda al ser humano que por cada acción que realice habrá una reacción, y que esta especie de balance devuelve tanto las malas como las buenas acciones.
La palabra buda significa “el que está despierto”. El llamado “Buda histórico” fue una persona —no una deidad— cuya profunda visión inspiró al mundo y se llamaba Siddhartha Gautama. La tradición dice que era un príncipe que nació en lo que hoy es Nepal, en el siglo V a.C.; a la edad de 29 años, presenció algo inusitado en su vida, pues supo de la enfermedad, del dolor y la muerte.
Entonces, abandonó su vida de lujos y comodidades, renunció a lo mundano y se retiró a meditar debajo del “árbol del Bodhi”, hasta que alcanzó la iluminación. Según la leyenda, se convirtió entonces en “rey de los dioses” y fue Brahma —la deidad que dio origen al universo en el hinduismo— quien lo convenció de levantarse de su estado de meditación e iluminación para difundir su filosofía; así fue que proclamó su enseñanza durante 45 años y estableció su comunidad de discípulos. Desde otro punto de vista, buda no es un nombre sino un título que recibe una persona que “ha despertado a la verdadera naturaleza de la realidad”.
Aunque se dice que, poco antes de morir, el propio Buda pidió que no se formara ninguna escuela a partir de sus enseñanzas, existen diversas escuelas budistas que dicen representar la visión original del Buda. Actualmente, se distinguen tres ramas principales: Theravada o “Escuela de los Ancianos”, Mahayana o “el Gran Camino, y Vajrayana o “camino del diamante”; éstas, a su vez, se subdividen en otras escuelas o tradiciones. Revisemos sus fundamentos…
Budismo Theravada
Es la única sobreviviente de las diecinueve escuelas originales del budismo, la cual identifica como verdaderos sutras o textos sagrados los contenidos del Canon Pali o Tipitaka, que es la colección de los antiguos textos budistas escritos en pali —palabra que significa ‘texto’ o ‘línea’, refiriéndose a las líneas en las hojas de palma donde se escribía—, una lengua litúrgica o sagrada que constituye el cuerpo doctrinal y funcional de esta escuela.
En esta escuela, la introspección, la experiencia individual y el razonamiento crítico tienen el protagonismo, y su objetivo es liberarse y alcanzar el Nirvana, el cual implica la liberación del samsara o el ciclo del nacimiento, muerte y renacimiento. El Nirvana es un estado de iluminación de la conciencia individual que representa la libertad de las ataduras, con el logro de la tranquilidad y pureza.
Su principal práctica es la meditación, en la que la mente se vacía del Yo para aproximarse al Nirvana. Aunque el ideal es una vida monástica, los laicos también tienen su espacio y cumplen una función importante, pues contribuyen al sustento de los monjes en su modo de vida ascético. En la actualidad, el Theravada se practica principalmente en Tailandia, Laos, Camboya y Myanmar.
Budismo Mahayana A diferencia del budismo Theravada, en la escuela Mahayana las enseñanzas son, más que una doctrina, una guía que busca desentrañar la verdad a través de la crítica y el razonamiento, poniendo en duda las teorías del pasado. Del Mahayana proviene también el ideal espiritual del Bodhisatva, un ser budista que alcanzó la iluminación y pudo retirarse del ciclo de reencarnaciones, pero decidió quedarse en el plano terrestre para ayudar a otros en su proceso.
Una de las derivaciones de dicha escuela es el budismo zen, que se practica mayormente en Japón y China; éste apela por la meditación, el valor de la experiencia por encima de las escrituras y la creencia de que los seres humanos son uno con el cosmos. Para los practicantes de la corriente, el zen afecta todos los aspectos de la vida: el físico, el intelectual y el espiritual; de igual modo, escribir poesía o crear jardines de rocas minimalistas se consideran actividades especialmente expresivas y un camino para la iluminación.
Budismo Vajrayana
También conocido como budismo tibetano, se desarrolló en la cordillera del Himalaya y es la principal religión de Nepal, el Tíbet, Bután y Mongolia. Esta clase de budismo se divide en cuatro escuelas:
- Nyingma. Se dedica a la purificación del cuerpo, de la palabra y la mente, basándose en los primeros linajes y en las traducciones de las escrituras budistas del sánscrito al tibetano en el siglo VIII; sus principales comunidades se encuentran en el Tíbet y en Bután.
- Kagyu. Esta escuela le da importancia a cuatro aspectos de la práctica: el desarrollo unidireccional de la mente, la trascendencia de la elaboración conceptual, la perspectiva de que todos los fenómenos tienen un solo sabor y el cumplimiento del camino más allá del acto de la meditación. En este linaje se practica la meditación para calmar la mente, se estudia historia y filosofía budista, y se dan iniciaciones en los tantras menores, que son textos indios y tibetanos en los que se describen ideas y practicas únicas.
- Shakya. Se le conoce como la custodia principal de la enseñanza del Lamdré o “camino del fruto o del resultado”. Los shakyapas o monjes de la tradición Shakya se distinguen, en especial, por su erudición en el conjunto de los textos budistas.
- Guelug. Es una de las escuelas principales del budismo en el Tíbet y se especializa en la virtud; es decir, en la devoción y la dedicación al dharma, y en la búsqueda de un estado de pureza y santidad. A esta escuela pertenece el Dalai Lama —denominación que deriva de la voz mongola dalai, ‘océano’, y de la tibetana lama, ‘maestro reencarnado’ o ‘gurú’—, que se considera el líder espiritual del budismo tibetano. El actual Dalai Lama, Tenzin Gyatso, es el décimo cuarto de ellos y se cree que es la reencarnación del bodhisatva Avalokitesvara.
En todas sus vertientes y escuelas, el budismo ha inspirado numerosas corrientes de pensamiento que sobreviven en un mundo que va cada vez más rápido y que mira más hacia afuera y menos hacia adentro, ofreciendo una gama de enseñanzas que sirven como herramienta para combatir el sufrimiento mundano y generar la virtud en quienes las practican.
