En estos días, vivimos un momento histórico sin precedentes: aunque nada es oficial todavía, todo parece indicar que en las próximas elecciones federales las dos principales aspirantes a la presidencia serán mujeres, de modo que en 2024 asumiría el poder Ejecutivo la primera presidenta mexicana de la historia. Por eso —y sin adelantar vísperas—, revisaremos quiénes fueron las primeras mujeres presidentas, primeras ministras o jefas de Estado de la historia.
Desde luego, no hablaremos de reinas, princesas o de cualquier otra jefa de Estado que haya recibido su cargo de modo hereditario, sino de mujeres sin un origen noble o entre la realeza, que hayan alcanzado el puesto tras una carrera política y por designación o elección popular.
Jertek Anchimaa-Toka
¿Alguna vez has oído hablar de la República Popular de Tannu Tová? Yo tampoco, pero no estoy bromeando ni es un lugar mítico como el lejano Pocajú, de donde venía el famoso maharajá que premiaba con rubíes las buenas acciones; se trataba de un pequeño estado enclavado en el centro exacto del continente asiático y que colindaba al norte con Rusia y al sur con Mongolia, con la que siempre ha estado cultural y étnicamente vinculada. Su existencia fue breve, de 1921 a 1944, y hoy se le conoce como República de Tová —o, simplemente, Tová—, hogar de la primera mujer jefa de estado de la historia.
Jertek—también escrito Khertek— Anchimaa-Toka nació el primero de enero de 1912 en el distrito de Bay-Tayginsky, en la actual Tová. De familia campesina, pobre y analfabeta, quedó huérfana de padre a los seis años. Al convertirse su país en un protectorado ruso, la naciente república popular fomentó la educación entre las mujeres, de modo que la pequeña Jertek fue una de las primeras campesinas de la región que aprendieron a leer y escribir en lengua mongola y, luego, en la lengua oficial de Tuvá; por ello, fue reclutada como alfabetizadora por el Partido Popular de su país, con progresos educativos notables en las áreas a su cargo.
En 1931, el estado la envió a estudiar a la Universidad Comunista de los Trabajadores de Oriente, en Moscú. Al regresar a Tuvá, en 1935, Jertek ocupó varios cargos políticos dentro del Partido, hasta que el 6 de abril de 1940 fue elegida Jefa del Presidium del Pequeño Khural, que era el órgano del gobierno local, por lo que así se convirtió en la primera mujer jefa de estado de la era moderna que no recibió su título de forma hereditaria. Su mandato duró hasta noviembre de 1944, cuando la República Popular de Tannu Tová dejó de existir como estado independiente y se convirtió en una de las repúblicas socialistas de la extinta URRS, primero, y después parte de la Federación Rusa. Anchimaa-Toka se retiró de la vida pública en 1972 y llevó una vida pacífica hasta el 4 de noviembre de 2008, cuando murió a la edad de 96 años.
Sirimavo Bandaranaike
¿Otro nombre impronunciable? Así es, y ni siquiera está completo: Sirima Ratwatte Dias Bandaranaike fue una política nacida en Ceilán —entonces una colonia británica— y la primera mujer en haber sido elegida primera ministra. Pero vamos por partes: la isla de Ceilán, ubicada frente a las costas surorientales de la India, desde principios del siglo XIX fue una colonia británica que tuvo distintas denominaciones hasta que, en 1948, la corona británica le otorgó una relativa independencia al reconocerla como parte de la Mancomunidad Británica de Naciones o Commonwealth.
Así, Sirima Ratwatte nació en Ratnapura, dentro del Dominio de Ceilán, el 17 de abril de 1916. Su padre era un prominente político, legislador y funcionario local, y su madre, médica ayurvédica. En 1940, la joven Sirima se casó con el aristócrata Solomon Bandaranaike, quien fue el cuarto Primer Ministro de Ceilán entre 1956 y 1959; sin embargo, el 26 de septiembre de ese año fue asesinado. Así fue que Sirimavo Bandaranaike, ante la ausencia de otros aspirantes, decidió presentar su candidatura al puesto e hizo campaña en las zonas rurales, donde su condición de viuda ganó muchas simpatías.
Sirimavo ganó la elección y, el 21 de julio de 1960, asumió el cargo de Primera Ministra —la primera en la historia—, el cual ejerció hasta 1965. Fue reelegida para el puesto en dos ocasiones: de 1970 a 1977, periodo en el que Ceilán se convirtió en la República Socialista de Sri-Lanka, al romper sus lazos políticos con la Gran Bretaña; y de 1994 a agosto de 2000, cuando dimitió por razones de salud. Murió poco después, el 10 de octubre de ese año.
Isabel Perón
¿Ah, verdad? A que ni te imaginabas que una mujer de América Latina fue la primera presidenta de la historia… pero así fue. Tristemente, no hay mucho bueno que decir: María Estela Martínez Cartas nació el 4 de febrero de 1931 en La Rioja, Argentina; a muy temprana edad dejó la escuela y se convirtió en bailarina exótica en un centro nocturno, por lo cual adoptó el sobrenombre de Isabel. Mientras eso sucedió, Juan Domingo Perón, un polémico militar de izquierda —y esposo de la famosa “Evita” Perón— ocupó la presidencia de Argentina de 1946 a 1955, cuando fue derrocado por medio de un golpe de estado militar y enviado al exilio; en ese trance fuera de su país fue cuando la hermosa “Isabel” y el viudo, treinta y cinco años mayor que ella, se conocieron, se hicieron amantes y, en 1961, contrajeron matrimonio.
En 1973, las turbulentas aguas políticas permitieron el regreso de Juan Domingo Perón a la Argentina, y volvería a ocupar brevemente la silla presidencial hasta su muerte el primero de julio de 1974; dado que Isabel fungía como vicepresidenta, por ley asumió el cargo, con lo cual se convirtió en la primera presidenta de una república en la historia. Sin embargo, su mandato no duró mucho, pues el 24 de marzo de 1976 fue derrocada tras un golpe de estado dirigido por el general Jorge Rafael Videla, dando inicio a la última dictadura de la junta militar que duró hasta 1983. Tras cinco años de arresto domiciliario en Argentina, Isabel fue exiliada y hasta la fecha, con 92 años de edad, vive en Madrid.