¿Quieres tener un gran día? No veas, escuches ni leas noticias

¿Quieres tener un gran día? No veas, escuches ni leas noticias
Igor Übelgott

Igor Übelgott

Mente y espíritu

Hace algunas décadas, una imagen común —ahora considerada estereotípica— era la de la familia reunida en el desayuno, donde el hombre de la casa mantenía un periódico frente a sus narices para enterarse de lo que había pasado en su país y en el mundo. Después, el lugar del papel impreso lo tomaron los noticieros matutinos, ya sea en la televisión o, para los que manejan un automóvil, en programas de radio. Y en esta parte del siglo XXI, el consumo de noticias a menudo tiene lugar en las pantallas de nuestros teléfonos y en redes sociales como Twitter; pero, ¿sabías que ese hábito es la receta perfecta para tener un mal día?

Aclaremos: no es que leer noticias te traiga mala suerte y haga que sucedan cosas malas, sino que el consumo de éstas —en especial, las negativas, que son las que dominan el panorama informativo— tiene un efecto inmediato en tu nivel de estrés y, según un estudio reciente, afecta la trayectoria emocional de tu día completo y te predispone para tener un bajo rendimiento en tu trabajo.

Antes de ahondar en los hallazgos del estudio publicado en la prestigiosa revista de negocios y psicología laboral Harvard Business Review, es pertinente aclarar que la prioridad de la mayor parte de las empresas periodísticas no es la búsqueda de la verdad ni el derecho a la información, sino el rating; es decir, el número de personas que compran su periódico impreso, escuchan la estación de radio o entran a su portal web de noticias. Así, es común que se busque la nota y el ángulo idóneo para engancharte emocionalmente, normalmente a partir del miedo o la ira.

...engancharte emocionalmente, normalmente a partir del miedo o la ira

Volviendo al estudio, éste fue dirigido por la fundadora del Instituto de Investigación en Psicología Positiva, Michelle Gielan, y se dividió en dos partes: una fue realizada con el psicólogo Martin Seligman, descubridor del concepto de la indefensión aprendida, y para la segunda se asoció con Arianna Huffington, fundadora del periódico Huffington Post. El objetivo fue estimar el efecto del consumo de noticias negativas en el estado de ánimo a lo largo del día.

Así, 110 voluntarios se dividieron en dos grupos: uno fue expuesto a tres minutos de noticias negativas —o sea, lo que dura un scroll rápido en el feed de cualquier periódico— y al otro se le mostraron noticias que implicaban la resolución de un problema, como niños esforzándose para ganar una competencia interestatal o un hombre de 70 años que, luego de decenas de intentos, finalmente obtuvo su licencia de manejo; al cabo de seis horas, ambos grupos recibieron un correo con una batería de preguntas sobre su estado de ánimo en general. El resultado: 27% de los participantes del primer grupo reportaron haber tenido “un mal día”.

Aunque este es un estudio preliminar, los autores atribuyen el efecto de las malas noticias al ya mencionado fenómeno psicológico de la “indefensión aprendida”, que no es sino el estado mental en el que, luego de muchos intentos fallidos, el individuo cree que no puede hacer nada para mejorar su situación, por lo que deja de intentar. Y, al parecer, las malas noticias tienen un efecto parecido, pues poco podemos hacer para remediar la crisis económica mundial, la guerra en Ucrania o la corrupción de nuestros gobernantes, y sólo nos quedamos con una sensación de ira, rabia e impotencia que nos acompaña durante el día.

...nos quedamos con una sensación de ira, rabia e impotencia que nos acompaña durante el día

Desde el punto de vista laboral, esto tiene un fuerte impacto en el desempeño, pues se ha demostrado que vendedores de seguros optimistas venden 37% más que sus compañeros pesimistas, y que acciones tan simples como que los médicos miren a los ojos a sus pacientes o caminen junto a ellos mientras se dirigen a la salida, aumentan considerablemente el número de visitas a un hospital.

Al final, las recomendaciones son simples: vencer la tentación de leer noticias antes de las diez a.m. —lo mismo aplica para los tóxicos trending topics de Twitter—; procurar un espacio de silencio antes de iniciar el día, sobre todo si vives en una calle ruidosa; e iniciar tu día con historias inspiradoras de gente que se sobrepone a la adversidad… como las que publicamos en Bicaalú.

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