El título de este texto puede resultar engañoso. No me gustaría que lo leyeras con la ilusión de encontrar libros bonitos que te alejarán de todos tus problemas para luego arrojarte de nuevo a nuestra extraña realidad mundial. Dicho esto, te pido que mantengas la mente abierta y los ojos atentos, pues a veces la esperanza se encuentra escondida bajo muchas capas o páginas. Tal vez alguno de los libros de los que hablaré a continuación contenga la aventura, el ensueño o la reflexión que te ayude a sentirte un poco mejor.
Crónica del pájaro que da cuerda al mundo
Comencemos con un autor que aquí en México se compara con el Cruz Azul. Me refiero, por supuesto, a un eterno subcampeón, o al menos eso nos parece a muchos. Haruki Murakami: el autor que aún no ha ganado el Premio Nobel, pero sin duda ha estado cerca de hacerlo. No mencionaré una obra actual, sino una anterior; una que aún retumba en los sueños de quienes la leímos.
En 1994 se publicó Crónica del pájaro que da cuerda al mundo, una novela que navega entre lo onírico y lo histórico, en un realismo mágico que no se agota, y presenta a un protagonista que nos va contando la historia a través de cartas y relatos que fluyen con ligereza. En este recorrido mágico, el personaje principal ha perdido a su esposa y trata de encontrarla. Los personajes secundarios saltan a escena y nos hacen pensar: “¿qué diablos está pasando?” Hay una batalla final y es probable que el lector termine enamorado de la magia que a veces ocurre en la vida o perdido en una extraña ensoñación. Esta novela es publicada por editorial Tusquets en su colección Andanzas, y en ella yace la esperanza de soñar en este mundo para perseverar.
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Camino de Los Ángeles
Cambiemos un poco de giro. Sigamos soñando, pero con metas más realistas, por así decirlo. El autor que sigue pertenece al tipo de literatura juvenil que, en estos tiempos, escandalizaría y haría sonrojar hasta al más aventurero. Olvidado durante años en las estanterías, pero rescatado por un lector de apellido Bukowski, aparece en escena John Fante.
Recomendaría todas las historias sobre su personaje Bandini, pero me enamoré especialmente de su novela Camino de Los Ángeles. En ella, el lector encontrará una narración en primera persona con muchos diálogos interesantes, y conocerá la vida en San Pedro, un barrio pobre de Los Ángeles, donde un joven que no está hecho para el trabajo duro sueña con ser escritor. Familia, sueños, sexo y aspiración; un camino difícil con finales que no siempre terminan por cuajar en felicidad, pero que te dejará con esa sensación de querer pelear por tus sueños a pesar de todo, incluso la pobreza o el dolor. Esta novela se editó en 1983 y hoy en día es posible encontrarla en Anagrama —John Fante es uno de esos autores de riesgo con los que la editorial solía “jugársela”. Espero que esta lectura eleve tus ganas de luchar por una meta.
(Foto cortesía del autor).
La muerte tiene permiso
Por último, me gustaría recomendarte un libro de un autor mexicano; un clásico para muchos y, para otros, espero que sea un grato descubrimiento. En un lejano 1955, se publicó un libro llamado La muerte tiene permiso, de un tal Edmundo Valadés. Se trata de un volumen donde se recopilan historias breves escritas con una prosa potente, mágica y tierna. Tal vez no todas las historias sean esperanzadoras, pero este libro, aún en nuestra caótica realidad actual, se mantiene vigente. Sigue habiendo lectores para él, por lo que el Fondo de Cultura Económica continúa publicándolo bajo su Colección popular.
(Foto cortesía del autor).
Quizás el cuento más esperanzador de La muerte tiene permiso sea “Se solicita un hada”, lo cual se sospecha desde la lectura del título tan alegre. El narrador, que supera los treinta años de edad, nos cuenta sus sueños de juventud, rebeldía y hambre de crear un mejor México. Mientras escuchamos su relato, poco a poco caemos en la ensoñación de su época de niño. Uno de esos días pasados, el protagonista le dice a su padre que quiere pedirle un hada a los Reyes Magos para que ella le cuente cuentos todos los días sin sol, haga aparecer a su ángel de la guarda cuando él no tenga con quién jugar, le presente una princesa hermosa y mil cosas más. Si bien el cuento no termina con el hada en manos del pequeño, nos invita a recordar y a recuperar la esperanza de seguir soñando.
Espero que alguna de estas recomendaciones sea de tu agrado y te brinde un poco de luz en esta larga oscuridad.
