Un nuevo grupo sanguíneo, descubierto en la Universidad de Oxford

Un nuevo grupo sanguíneo, descubierto en la Universidad de Oxford
Sofía Reyes

Sofía Reyes

Inventos

En la serie televisiva True Blood, de HBO, se cuenta la vida en un pueblo de Estados Unidos donde, en una era posterior a la “salida del clóset” mundial de los vampiros,  estas criaturas míticas conviven con humanos; esto es posible porque científicos japoneses logran fabricar sangre sintética que cuenta con los nutrientes que necesita un chupasangre promedio y, gracias a ello, el gobierno mantiene a la colmilluda población satisfecha, en buenas condiciones físicas y sin el riesgo de que decidan beber sangre directamente de su fuente original humana.

Tal como en esa serie, la sangre humana está de moda, pues en días recientes se publicó un estudio que revela el hallazgo de un nuevo grupo sanguíneo, el cual es explicado en un artículo de la revista Wired. Éste aclara que si bien todos conocemos los cuatro tipos de sangre principales —A, B, O y AB—, este no es el único sistema de clasificación de la sangre humana.

A, B, O y AB no es el único sistema de clasificación de la sangre humana

El texto explica que existen diversas formas de agrupar los glóbulos rojos en función de las diferencias en los azúcares o las proteínas que recubren su superficie, conocidas como antígenos, las cuales son el factor que determina la compatibilidad sanguínea, pues si el sistema inmune detecta los antígenos de la sangre transfundida como “externos” desencadenará una reacción de rechazo.

Los sistemas de agrupación son simultáneos, por lo que nuestra sangre se clasifica de modo distinto en cada uno: alguien que es del tipo O en el sistema ABO, puede ser positivo o negativo en el sistema Rhesus. Y el hallazgo al que se llegó en la Universidad de Oxford derivó de un caso en el que no había compatibilidad sanguínea de una madre con su feto, pues en la sangre de éste había antígenos extras.

1982: los investigadores describieron anticuerpo inusual en muestra de sangre

Fue en 1982 cuando los investigadores describieron por primera vez un anticuerpo inusual en una muestra de sangre, el cual insinuaba que este misterioso tipo de sangre estaba allá fuera. No obstante, los científicos no podían ir mucho más allá en aquel tiempo, pero sabían que el anticuerpo era una pista que apuntaba hacia alguna molécula o estructura hasta entonces desconocida.

Quienes actualmente llevan a cabo el trabajo son los hematólogos de Oxford y de la Autoridad Sanitaria del Reino Unido —NHSBT, por sus siglas en inglés—, y lo que encontraron fue que había anomalías en un grupo sanguíneo al que nombraron Er, el cual es totalmente distinto a los grupos sanguineos A, B, AB y O, y a su correspondiente factor del sistema Rhesus, o sea, Rh [+] o Rh [-].

Es un poco complicado de explicar, pero en el nuevo grupo Er están presentes dos antígenos, el Er4 y el Er5, los cuales habían sido hallados muy pocas veces y se vinculaban con algunos padecimientos de la sangre, como la enfermedad hemolítica grave del feto y del recién nacido (HDFN). Así, ciertoscasos de incompatibilidad entre las madres y sus fetos, o entre otras personas del mismo grupo sanguíneo,podrían estar relacionados con este factor Er.

Resultó, pues, que este nuevo grupo sanguíneo —que sería el número 44 conocido, según se detalla en el estudio original publicado en la revista Bloodse vincula con una proteína en particular, llamada Piezo1, la cual se encuentra en la superficie de los glóbulos blancos. Sin embargo, no hay que preocuparnos demasiado, pues es muy poco probable que tengamos un caso grave de incompatibilidad sanguínea con alguien más debido a los antígenos Er. Pero, si existe esa incompatibilidad, sin duda es algo que necesitamos saber.

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