Una familia muy normal: la historia de Los Locos Addams

Una familia muy normal: la historia de Los Locos Addams
Bernardo Monroy

Bernardo Monroy

Inspiración

La nieta, el tío, la abuela,
el padre de alta cuna,
la bella madre de una
familia muy normal.

Si al leer el párrafo anterior mentalmente le pusiste la tonada y, al concluir, chasqueaste los dedos, eres una de las millones de personas que al instante reconoce a una de las familias más populares, queridas y divertidas que ha dado la ficción popular: esa que vive en una vieja, polvorienta y siniestra mansión; que tiene por mascota a una mano dotada de inteligencia propia y emplea a un mayordomo de mucha estatura y nulas palabras; y que está formada por Homero, Morticia, Pericles, el tío Lucas, el tío Cosa, la Abuela y Merlina.[1] Nos referimos, desde luego, a los Locos Addams.

Esta semana que celebramos el Halloween y el Día de Muertos constituye una excelente oportunidad para recordar a dicha singular y tétrica familia, conocer su origen y analizar el impacto que ha tenido en los medios y la cultura popular de una gran parte del mundo a lo largo de los años.

Morticia, Homero y, detrás, Largo.

Un hombre llamado Charles

El origen de esta familia empieza con otra familia Addams, la cual no tiene ninguna relación con ellos y, al mismo tiempo, sí —¡una ironía digna de haber sido expresada por Homero y Morticia en su lecho!—; me refiero, desde luego, a la de su creador, el caricaturista Charles Addams, quien nació el 7 de enero de 1912 en Westfield, Nueva Jersey.

Charles Addams.

Charles Addams.

Desde pequeño, Charles dio muestras de un gran talento para el dibujo y siempre estuvo dotado de un oscuro y macabro humor —al igual que a Merlina, de niño le encantaba vagar por los cementerios de su ciudad para inspirarse—, el cual en sus años como caricaturista se convertió en su seña particular y en su estilo único e incomparable. Y así como los Addams presumen su linaje y abolengo, la familia de Charles estaba emparentada con los presidentes estadounidenses John Adams y John Quincy Adams, aunque su apellido no era exactamente igual.

En 1932, el joven Charles envió un dibujo suyo a la prestigiosa revista The New Yorker, cuyo filtro editorial es sumamente estricto; los directores de esta publicación no sólo lo aceptaron, sino que lo exhortaron a enviar más obras: una muestra del nato talento de Addams. Más tarde, se matriculó en la universidad y, a la par, trabajó en la revista especializada en crímenes True Detective, donde retocaba las fotos de los cadáveres para que no lucieran demasiado escabrosos.

Mientras trabajaba en esa revista, se casó con Bárbara, una mujer de largo cabello negro y piel pálida que “sospechosamente” se parecía mucho a Morticia, aunque se divorció de ella tras ocho años de matrimonio. Entretanto, en The New Yorker publicó algunos dibujos de una extraña familia con afinidad por lo macabro, conformada por un padre ojeroso y cabezón, una mujer flaquísima y alta, una hija muy parecida a ella, un muchacho regordete, una abuela con pinta de bruja y un mayordomo cuyo aspecto nada le pedía al de un zombi.

En aquel entonces, Charles no le había dado un nombre formal a la familia. Pero las viñetas llamaron la atención de la cadena televisiva ABC y le propusieron hacer una serie basada en ellas. Así fue que el dibujante tuvo que “bautizar” a sus personajes, y práctico como era, les puso “The Addams Family”.

La Familia Addams televisiva.

Todo queda en familia

La serie en blanco y negro protagonizada por John Astin y Carolyn Jones comenzó a transmitirse en los Estados Unidos en 1964. Además de los diálogos, el vestuario y la ambientación, algo muy recordado es su pegajoso tema musical, compuesto por Vic Mizzy, con esos chasquidos y la voz gutural del actor Ted Cassidy, quien interpretaba a Largo, el mayordomo. También llamaba la atención su tenebrosa mansión que, según algunos, está inspirada en el edificio del College Hall de la Universidad de Pensilvania, aunque Addams siempre negó tal cosa.

La serie originalmente se transmitió del 18 de septiembre de 1964 al 8 de abril de 1966, contando con sólo dos temporadas y un total de 64 episodios. A pesar de su corta vida, rápidamente se convirtió en un ícono en la cultura pop y su éxito fue tal que la familia, sus frases y personajes quedaron grabados para siempre en el inconsciente colectivo. En México, la versión doblada al español se transmitió una y otra vez en horario nocturno durante las décadas de 1970 y 1980.

Con el tiempo llegaron algunas actualizaciones y adaptaciones, tanto con actores de carne y hueso como en dibujos animados. En 1991, por ejemplo, se estrenó la versión cinematográfica dirigida por Barry Sonnenfeld, protagonizada por Raúl Julia como Homero y Anjelica Huston como Morticia, la cual tuvo una secuela en 1993. El éxito de los Addams y de los dibujos de Charles se extendió a ediciones recopilatorias, algunas publicadas en nuestro idioma por Editorial Valdemar. Además, los Addams han dado origen a memes, videojuegos y hasta a un libro, The Addams Family: An Evil-ution, escrito por H. Kevin Miserocchi.

Homero (John Astin) y Morticia (Carolyn Jones)

Charles Addams murió el 29 de septiembre de 1988. Su última voluntad fue ser cremado para que sus cenizas fueran esparcidas en un cementerio de mascotas: una petición hilarante, mordaz y, a la vez, macabra y digna de, justamente, los Locos Addams. Al talentoso dibujante se le conoce universalmente por crear a la “familia muy normal”, pero pocos saben de su influencia en el test de inteligencia Binet-Simon, en el que uno de sus chistes, “El esquiador”, se usa para determinar la edad mental de una persona, dependiendo si lo entiende o no; el dibujo es simple, casi abstracto, pero ingenioso: en él hay dos esquiadores, cuyo rastro en la nieve se bifurca justo frente a un árbol.

No cabe duda de que los Addams están muy vivos, a diferencia de los cadáveres putrefactos a los que tanto les gusta hacer referencia, y aún les quedan muchos años de popularidad por delante. Uno de sus aspectos más valiosos, quizás, es que demuestran que hay muchos tipos de familias y que todas merecen ser respetadas, siempre y cuando respeten a los demás. Como dice la misma Morticia: “Cariño, algunas personas tienen un sentido retorcido de la belleza”.

Cierre artículo

[1] Sus nombres originales en inglés son: Gomez, Morticia, Pugsley, Uncle Fester, Thing, Grandmama y Wednesday, personaje que, por cierto, recientemente ha cobrado fama debido a la serie dirigida por Tim Burton.

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