Cinco claves para saber si tienes pensamiento crítico

Cinco claves para saber si tienes pensamiento crítico

Montserrat Aguilar

Los pensamientos no requieren esfuerzo: simplemente aparecen. Además, son amorales; es decir, no tienen una connotación positiva o negativa en sí mismos. La biología explica que surgen a partir de señales eléctricas, sinapsis neuronales y la liberación de ciertas hormonas; así, todos los seres humanos pensamos y también algunos animales son capaces hacerlo. Sin embargo, hay algo que nos diferencia del resto de los seres vivos que conocemos en la tierra: el pensamiento crítico.

El pensamiento crítico nos ayuda a entendernos mejor, a comprender la realidad y el mundo externo, y a ocupar nuestro lugar en el mundo; por eso, se le considera superior a los pensamientos regulares e inherentemente humano, ya que requiere del uso de la consciencia; Sócrates incluso lo describe como “la forma más destacada para alcanzar la virtuosidad”. Por eso, no es una inteligencia con la que uno nazca, sino una herramienta que desarrollamos por medio de la socialización y la estimulación intelectual.

"El pensamiento crítico nos ayuda a entendernos mejor..."

Si bien todos tenemos el potencial de desarrollarlo, es necesario un esfuerzo consciente para cultivar el análisis, la reflexión, la investigación y el discernimiento del mundo interno y externo. A continuación, te haré cinco preguntas para que diagnostiques qué tanto practicas el pensamiento crítico:

¿Estás dispuesto a aceptar que tu visión del mundo puede ser incorrecta? 

El verdadero pensador crítico busca la verdad a través de la objetividad, es consciente de sus sesgos y tiene la suficiente apertura para aceptar la posibilidad de que su perspectiva no sea el reflejo de la realidad. Por eso, es clave entender que aunque todos podemos tener ideas brillantes, éstas casi siempre están sesgadas. Entonces, si queremos ser pensadores críticos debemos evitar el narcisismo intelectual y tener la humildad o la fortaleza para asumir que no siempre lo que pensamos es la única verdad.

¿Abordas el mundo con curiosidad?

Dijimos que la apertura es clave para el pensamiento crítico, pero ésta necesita un detonador importantísimo: la curiosidad. El deseo de conocer y descubrir nos acerca a una multitud de información y perspectivas, nos inclina a volvernos exploradores del mundo interior y exterior, y deja en segundo plano el miedo a lo que nos podamos encontrar. Entonces, cuando sientas curiosidad en torno a un tema, en lugar de limitarte a una sola fuente explora varias perspectivas para tener una visión más holística, lo cual es más fácil decir que practicar, ya que todos tenemos puntos ciegos o un “talón de Aquiles” —a mí, por ejemplo, se me dificulta aceptar opiniones políticas opuestas a la mía.

En tus procesos de análisis, ¿usas con frecuencia el método científico?

Uno de los ámbitos donde el pensamiento crítico resulta indispensable es la investigación científica, la cual sigue una metodología precisa para llegar a conclusiones, misma que puedes emplear en tu vida diaria. Primero, plantea un problema a resolver, teniendo cuidado de ser lo más preciso posible y de identificar qué es exactamente lo que quieres analizar; después, hay que crear un marco teórico, así que date un clavado en libros y otras fuentes, e indaga lo más que puedas sobre el tema —mientras más autores y perspectivas incluyas, más diversa y robusta será tu investigación.

El pensamiento crítico resulta indispensable en la investigación científica

Después de conocer diferentes perspectivas, viene la evaluación de la información y la formulación de una hipótesis, recordando que el pensamiento crítico exige dejar de lado el ego y aceptar de antemano que ésta puede ser incorrecta, por lo que hay que comprobar o poner a prueba tu hipótesis, ya sea teórica o empíricamente; por último, con los datos obtenidos, podrás llegar a una conclusión que siempre estará sujeta a revisiones o actualizaciones.

¿Argumentas de forma imparcial y evitas usar falacias lógicas?

Una falacia lógica es una forma de razonamiento que, aunque suena convincente y parece válida, no lo es. Durante una argumentación con frecuencia se cae en estas falacias sin intención o por desconocimiento, pero otras veces se emplean como trampas para manipular, dejar en ridículo al oponente o, sencillamente, “ganar” la confrontación. En contraste, el verdadero pensador crítico disfruta del debate, no por la emoción de la confrontación, sino por el aprendizaje que surge del intercambio de puntos de vista, de modo que es consciente de las falacias lógicas y evita hacer uso de ellas en sus argumentos.

Es común caer en una falacia lógica durante una argumentación

Todos somos humanos, tenemos sesgos y, hasta cierto punto, somos incapaces de controlar al ego o nuestras emociones; a pesar de eso, podemos intentar debatir de la forma más objetiva posible. Entonces, la próxima vez que entres en una acalorada discusión, pregúntate si estás buscando la verdad o si sólo estás intentando “ganar la partida”. La imparcialidad es clave para desarrollar el pensamiento crítico y, aunque no siempre es posible practicarla al cien por ciento, recuerda el lema de mi álma máter: “La verdad nos hará libres”.

¿Eres crédulo o escéptico?

En nuestra sociedad, el escepticismo suele verse como un rasgo negativo, ya que se confunde con la desconfianza o con una actitud díficil y desafiante. Pero hay que recordar que, en esencia, propone que no existe conocimiento, opinión o juicio que sea absolutamente seguro, de modo que la mayoría de las veces es conveniente poner lo que se nos dice en tela de juicio; y en esta era de la posverdad, donde cada vez es más difícil discernir la realidad de la mentira, es nuestra responsabilidad informarnos desde el alfabetismo mediático.

¿Cuántas veces has creído en una noticia que resultó ser fake news? ¿Te ha costado distinguir un video real de uno adulterado o generado con IA? La propaganda es una herramienta poderosa que usan organizaciones, gobiernos y empresas para manipular tu opinión, de modo que es crucial detectar las motivaciones ulteriores y opacas de la información. Por ejemplo, si te topas con una teoría de conspiración, antes de darla por cierta intenta confirmarla o desmentirla en diversas fuentes y pregúntate si habrá una agenda oculta —política, ideológica o de otra clase— detrás de su difusión.

El pensamiento crítico permite entender mejor nuestro entorno, nos ayuda a pensar por nosotros mismos, acerca a la autonomía intelectual y nos hace menos propensos a la manipulación, lo que nos lleva a tomar decisiones más informadas y justas. El autoconocimiento y la apertura al diálogo son caminos que requieren esfuerzo, pero el resultado es una mente aguda, libre y capaz de navegar la complejidad de nuestra realidad sin perder el rumbo. Todos podemos empezar a construir un mundo mejor si ordenamos nuestras ideas, así que haz del sentido común el más común de tus sentidos.

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