Todo ser vivo tiene como uno de sus objetivos la reproducción, con el fin principal de preservar la especie y heredar, genéticamente hablando, sus mejores características a sus descendientes. En el caso específico de los seres humanos, esperamos además que nuestros hijos se asemejen a nosotros no únicamente en lo físico, sino también en la educación, los gestos, las actitudes y en cualquier otra característica útil para enfrentar la vida con éxito. Cuando esto se logra, sobre todo si es para bien, los padres suelen sentirse orgullosos de sus hijos y viceversa, pero hay progenitores que no son vistos con buenos ojos por su descendencia. Aquí te dejo una lista, sin orden específico, de algunos casos de hijos de personajes históricos o de la cultura popular que llevan con orgullo —o no— la carga genética que les tocó.
Julian y Sean Lennon, hijos del ex Beatle John Lennon, heredaron el talento musical de su padre. Julian, primogénito de John y su primera esposa, Cynthia Powel, inició su carrera artística a los once años al participar como baterista en la canción “Ya-Yeah”, del álbum Walls and Bridges de su padre. Se consagró como músico con su primer álbum, Valotte, del que se desprenden los sencillos “Too Late For Goodbyes” y el homónimo “Valotte”. Su carrera ha tenido altas y bajas debido a sus problemas con el alcohol, pero ha logrado lanzar al menos otros siete álbumes, de los cuales el último se titula Jude, una obvia referencia a la canción “Hey Jude” que Paul McCartney escribió y le dedicó para darle esperanzas por el entonces reciente divorcio de sus padres. Además de músico, Julian es escritor, fotógrafo y actor, así como filántropo y coleccionista de memorabilia de The Beatles. Por su parte Sean, hijo de John y de su segunda esposa, Yoko Ono, desde muy pequeño comenzó a tener participaciones en algunas piezas de su padre e incluso formó una banda para acompañar a su madre en sus proyectos. Como actor, durante su niñez participó en el film Moonwalker, de Michael Jackson. Como coautor musical, ha trabajado en canciones de Lenny Kravitz, con quien además colaboró en la creación de un cover de “Give Peace A Chance”, que se convertiría en una protesta contra la Guerra del Golfo. Además, ha trabajado como productor de álbumes de su madre y colaborado con artistas como Deltron 3030 —un grupo de hip-hop alternativo—, Marianne Faithfull y Lana del Rey.
Veamos otros ejemplos: Xavier Alexander Musk, uno de los hijos del magnate Elon Musk, eliminó su primer apellido y, además, cambió su género; ahora se llama Vivian Jenna Wilson, en honor al apellido de soltera de su madre. Aislinn, Vadhir y Eduardo Derbez, hijos del actor mexicano Eugenio Derbez, se han convertido en actores: mientras Aislinn se enfoca más en el cine, sus hermanos han tenido mayor proyección en la pantalla chica. Joseph Baena, hijo de Arnold Schwarzenegger, optó por usar el apellido de su madre, Mildred. Si bien no tiene una mala relación con él, Joseph quiso forjar su propio camino en el espectáculo y en el fisicoculturismo sin aprovechar la fama de su padre. Suri Cruise Holmes, hija de Tom Cruise y Katie Holmes, rechaza llevar el apellido de su padre debido a su distante relación con él; ahora se hace llamar Suri Noelle. Vivienne Jolie-Pitt, la hija menor de Angelina Jolie y Brad Pitt, también ha eliminado el apellido de su padre. Sus hermanos Zahara, Maddox y Shiloh terminaron haciendo lo mismo.
Hans Albert Einstein, hijo del físico Albert Einstein, fue el mayor de los tres hijos que éste tuvo a lo largo de su vida. Se trató de un destacado ingeniero y profesor y, aunque tuvo algunas diferencias con su padre, siempre lo admiró por su tenacidad para resolver problemas científicos. Los otros dos hijos de Einstein tuvieron una suerte muy diferente. Lieserl, la primogénita, desapareció de la historia familiar cuando tenía dos años de vida y se presume que fue dada en adopción. Por su parte, Eduard, el menor, tuvo una existencia llena de enfermedades, desde una afección pulmonar hasta trastornos mentales en su adultez; no siguió una carrera científica y se dice que su padre tuvo dificultades para lidiar con su estado de salud.
Jorge Luis Borges, hijo de Jorge Guillermo Borges Haslam, no necesita presentación, pero su padre quizá sí, ya que no se habla mucho de él. Autor poco prolífico, fue también maestro, traductor y abogado. Sus amistades y extensa biblioteca influyeron en gran medida en la educación de Jorge Luis. Se dice que de él recibió uno de los más valiosos consejos que aplicaría en su vida: “Escribir mucho, romper mucho y no tener prisa por publicar.” Su relación fue estrecha; a Jorge Guillermo fue dedicado el poema “A mi padre” del gran escritor argentino.
Lucia Joyce, hija del escritor James Joyce, parecía tener un talento innato para la danza y la escritura. Sin embargo, su vida estuvo llena de dificultades emocionales y mentales, provocadas sobre todo por la falta de libertad, igualdad y oportunidades para las mujeres en su época: le fue prohibido ejercer la danza y se quebró emocionalmente. A pesar de la estrecha relación con su padre, quien la apoyaba intelectualmente, tuvo que vivir bajo su sombra; su madre, mucama de un hotel, no comprendía el alcance creativo de ninguno de los dos. Lucia tuvo con su padre James una relación compleja que sigue provocando fascinación y especulación por parte de biógrafos y estudiosos.
