Museos raros

Museos raros
Bicaalú (autor)

Bicaalú

Lugares increíbles

Al escuchar la palabra “museo”, la mayoría piensa en alguno de ciencia o arte, pero hay otro tipo de museos que llaman la atención por la rareza de sus colecciones. A continuación presentamos tres ejemplos que demuestran que los museos se han diversificado mucho desde su nacimiento en la época clásica.

El Museo Psiquiátrico de Glore

El Museo Psiquiátrico de Glore

El Asilo Lunático Estatal No. 2 abrió sus puertas en la ciudad de St. Joseph, Missouri, en noviembre de 1874. Al principio albergaba a no más de veinticinco pacientes, pero muy pronto se convirtió en santuario para los deprimidos e inadaptados sociales; al correr de los años, fue especializándose en padecimientos psiquiátricos, y en 1968 uno de sus edificios se transformó en el Museo Psiquiátrico de Glore, llamado así en honor a su fundador George Glore, quien pasó la mayor parte de su carrera nutriendo una colección que explica la evolución del tratamiento de las enfermedades mentales en los Estados Unidos.

Hasta mediados del siglo XX, enfermos y personal médico vivían en el tercer y último piso del edificio. Actualmente se pueden visitar los apartamentos de los doctores y las enfermeras, así como el dormitorio típico de un paciente; también encontrarás la réplica de una estación de enfermeras, instrumentos para terapia y artesanías realizadas por los internos, incluida la tela bordada por una paciente con esquizofrenia que sólo podía comunicarse por este medio. En el segundo piso se exhiben dispositivos de tratamiento, desde los agresivos métodos del siglo XIX, como el que consistía en poner al paciente en contacto con la realidad a través del dolor —provocándole ampollas, haciéndolo sangrar, pisándolo, rociándolo—, hasta los procedimientos del siglo XX, que contaban con “evidencia científica”, como la frenología, la terapia convulsiva y la psicocirugía. La primera planta, por otro lado, tiene interés arquitectónico, porque se puede admirar la estructura original del edificio. El resto del complejo fue convertido en una correccional, separada del museo por una alambrada. Si lo que buscas es una experiencia de aprendizaje escalofriante, éste es el lugar ideal.

Museo de Patología Humana de Mütter

Museo de Patología Humana de Mütter

Los mutantes existen, pero no tienen nada que ver con los personajes con superpoderes que aparecen en los cómics. En medicina, los mutantes son personas con mutaciones genéticas, algunas tan raras que incluso los médicos sólo han leído sobre ellas en libros.

En 1849, el doctor Isaac Parrish sugirió al Colegio de Médicos de Filadelfia abrir un museo de anatomía patológica para preservar muestras que pudieran resultar valiosas a generaciones futuras. El 1856, el profesor de cirugía Thomas Dent Mütter se jubiló y decidió donar su colección personal al museo, así como 30,000 dólares, razón por la cual el recinto lleva su nombre.

El museo presenta una exhibición detallada sobre enfermedades en la historia, desde los procedimientos médicos de antiguos abisinios y egipcios, hasta ejemplos de epidemias en la época moderna, como la viruela, la tuberculosis, la influenza y el sida. También cuenta con una línea del tiempo de los equipos de electrocardiograma, un pulmón de hierro viejo y toda una sala dedicada a la salud de los presidentes de los Estados Unidos, pues muchos padecían enfermedades graves que ocultaban al público; George Washington, por ejemplo, tuvo un ántrax en el muslo que casi lo mata, y Kennedy sufría de una enfermedad incurable, cuyo tratamiento lo llevó a hincharse como un globo.

Uno de los objetos más extraños del museo es la Dama jabón, el cadáver de una mujer cuyo cuerpo se transformó en una forma natural de jabón duro. En la planta baja se encuentra la sala más inquietante, donde se exhiben órganos malformados de embriones, esqueletos de siameses e incluso un modelo de yeso de tamaño natural de los siameses Chang y Eng. Otro personaje de la exposición es Windbag —bolsa de aire—, llamado así por la inflamación extrema en su vientre; al realizarle la autopsia, se descubrió que su intestino grueso era enorme y contenía veinte kilos de excremento, por lo que se determinó que la causa de muerte fue una constipación.

Anteriormente, el Museo de Patología Humana de Mütter sólo era visitado por médicos, pero hace poco abrió sus puertas al público con el fin de mostrar la fragilidad del genoma humano: un pequeño error en tu ADN y podrías terminar en alguna de estas salas.

Museo de Especímenes Fantásticos

Museo de Especímenes Fantásticos

Si el problema es el presupuesto o el tiempo para viajar, la opción es el Museo de Especímenes Fantásticos o Gensou Hyouhon Hakubutsukan, una colección en línea de criaturas imaginarias esculpidas con papel maché y bambú. Los monstruos, creados por el artista Hajime Emoto, parecen seres de los abismos o los infiernos, y se ven tan reales que han generado controversia.

El museo virtual cuenta con tres pisos, nueve salas y también baños. En el sótano hay una tienda donde se pueden adquirir libros con las imágenes de los monstruos y una cafetería, en caso de que alguno te haya resultado especialmente apetitoso.

El sitio está en japonés, sin embargo es posible traducir la página: vale la pena leer la ficha explicativa que acompaña a cada criatura.

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