La tarea no es fácil: seleccionar las cinco mejores autobiografías para recomendar a los lectores, pues de inmediato vienen a mi mente decenas de relatos autobiográficos que han conmovido a millones de personas. Una de las más antiguas, quizás, es Comentarios a la Guerra de las Galias, en la que el gran Julio César narra las batallas y las intrigas que enfrentó durante la invasión romana a esa región en el siglo I a.C.; también está el famosísimo Diario de Ana Frank, publicadoen 1947, uno de los más crudos testimonios del trato inhumano que sufrió la comunidad judía durante la Segunda Guerra Mundial.
Otro indispensable relato de la propia vida es Vivir para contarla, del escritor colombiano Gabriel García Márquez, una obra planeada para ser publicada en tres volúmenes, pero que terminó siendo un solo tomo de más de 500 páginas; o si lo que buscas es satisfacer tu curiosidad científica, la Autobiografía de Charles Darwin —publicada en 1876— ofrece un acercamiento sincero y lleno de pasión a la vida del naturalista que concibió la teoría de la evolución de las especies. ¡En fin! Como esto no se acaba, mejor pasamos a las recomendaciones.
El largo camino a la libertad, de Nelson Mandela
Publicada en 1994, esta obra cuenta la vida de uno de los líderes más notables del siglo XX, desde los recuerdos de su niñez en el ámbito rural sudafricano, pasando por sus tiempos de estudiante en Johannesburgo hasta llegar a los 27 años que pasó en prisión en la Isla Robben. A través de sus páginas vemos el inicio y el fortalecimiento de la conciencia política del joven Mandela, sus relaciones personales, sus años en prisión y la ansiada libertad, así como su arribo al poder, desde el cual luchó por una democracia libre de prejuicios raciales en su país. Sin duda se trata de unas de las autobiografías más poderosas del siglo XX, en la que conocemos a un líder pleno, valiente e inquebrantable que se convirtió en el primer presidente negro de Sudáfrica. Cabe decir que este libro inspiró la cinta homónima de 2013, protagonizada por Idris Elba.
Groucho y yo, de Groucho Marx
De todas las autobiografías que han sido publicadas, ¿por qué habríamos de escoger la de un comediante? Quizá porque Groucho —el nombre artístico de Julius Henry Marx (1890-1977)—, además de ser uno de los mejores actores de comedia en la historia, tiene una manera de contar sus recuerdos que resulta divertida, insolente, sarcástica y con una buena dosis de emotividad. En este libro —publicado en 2001 en español— recorremos los inicios de Groucho y de sus hermanos en los pequeños teatros de los Estados Unidos, así como el ascenso de los Hermanos Marx al estrellato del cine de Hollywood. Pero quizá lo más interesante es que en estas páginas conocemos a los “dos Grouchos”: uno irreverente, incómodo, entrometido y un epítome del absurdo que se burlaba de la sociedad, y otro más serio y que buscaba formar parte de esa élite de la que tanto se burlaba. Sin duda, es una de las autobiografías más divertidas que se han escrito.
Autobiografía, de Mark Twain
Una de las obras más famosas del género que estamos abordando es la del escritor Mark Twain —seudónimo de Samuel L. Clemens (1835-1910)—, quien pasó a la historia debido al gran éxito de su clásico Tom Sawyer. Por voluntad expresa de su autor, esta gigantesca obra de 700 páginas estuvo guardada en la Universidad de Berkeley y se publicó cien años después de la muerte de Twain; en ella, no sólo hace un recuento de su vida desde sus inicios como periodista: en las páginas no censuradas, critica sin tapujos a personajes como el presidente estadounidense Theodore Roosevelt y a los seguidores de la religión cristiana, la cual Twain calificaba de “mala, sangrienta, ávida y depredadora”. Cabe decir que este notable escritor afirmaba que sus libros eran “simplemente autobiografías”, así que sus demás obras deben analizarse desde una perspectiva que vaya más allá de la ficción.
Memorias de África, de Isak Dinesen
Bajo el seudónimo de Isak Dinesen, la baronesa danesa Karen Blixen publicó esta famosa autobiografía en 1937, la cual fue llevada al cine en 1985 por el director Sidney Pollack en una versión libre un tanto alejada de la obra literaria. El tema de esta autobiografía es la perspectiva de vida de una aristócrata en África y la relación con el entorno físico y humano tanto de los colonos extranjeros como de los nativos, así como la compleja coexistencia entre ellos. Al contar su historia, Blixen expone las diferencias culturales en pasajes con emotivas y profundas descripciones del inmenso paisaje africano y de las costumbres de las tribus Kikuyo y Masai de Kenia, donde la baronesa tuvo una plantación de café.
Memorias, de Gonzalo N. Santos
En este incendiario libro, subtitulado “Una vida azarosa, novelesca y tormentosa”, conocemos al general potosino Gonzalo N. Santos (1897-1978), quien fuera gobernador de su estado y uno de los caciques políticos más controvertidos de México. Aquí, el “Alazán Tostado” relata hechos y anécdotas de su vida con intensidad, sin tapujos y con el recio carácter que lo caracterizaba, revelando la forma poco ortodoxa en que con mano dura ejerció el poder durante décadas en su estado natal. Si quieres conocer a fondo y de primera mano esta etapa decisiva de la historia de México, dichas memorias —que, por cierto, son bastante difíciles de conseguir— son ideales para ti.
Como vimos, podríamos escribir un libro entero con las mejores autobiografías. Antes de irme, y a manera de colofón, dejo cinco recomendaciones más que, además de haber sido escritas por personajes célebres, son sumamente disfrutables: Una tierra prometida, del expresidente estadounidense Barack Obama; la Autobiografía de un yogui, de Paramahansa Yogananda, un libro sobre la iluminación espiritual; Finding My Virginity, del multifacético empresario inglés Richard Branson; Yo soy Malala, de la activista y Premio Nobel paquistaní Malala Yousafzai, donde cuenta su lucha en pro de la educación de la niñas en su país; y A Book of Days, de la cantante, compositora, poeta y escritora estadounidense Patti Smith, una colección de 366 fotografías —una para cada día del año y un pilón— acompañadas de textos elegantes y concisos.