
Una ciudad subterránea es un asentamiento humano construido total o parcialmente bajo la superficie terrestre. A lo largo de la historia, estos refugios pasaron de ser cuevas primitivas a convertirse en complejos urbanos totalmente funcionales que resguardan a la población de un clima extremo o de invasiones en tiempos de guerra, entre otros propósitos. Hoy, muchas de ellas fueron abandonadas y se transformaron en destinos turísticos que permiten asomarse a un pasado lleno de secretos y maravillas.
Además, estas ciudades subterráneas han inspirado a arquitectos y urbanistas para diseñar nuevas formas de convivencia. Con el crecimiento de la población y los desafíos ambientales, se han desarrollado proyectos futuristas basados en la vida subterránea como una alternativa viable para el futuro… pero eso es otro tema. A continuación, enlistaré cinco de las ciudades subterráneas más sorprendentes del mundo, cada una con su propio encanto y legado histórico.
Derinkuyu, Turquía
Ubicada en la región de Capadocia, Derinkuyu es una de las urbes subterráneas más impresionantes del mundo. Data del siglo VIII a. C. y está dividida en varios niveles, cuyas partes más profundas se encuentran 85 metros bajo la tierra. Fue excavada por los hititas y tiene capacidad para albergar a hasta 20 mil personas. En su época de esplendor, contenía viviendas, bodegas, templos, establos e incluso un avanzado sistema de ventilación. Su función principal era ser un refugio durante la guerra y los ataques de pueblos vecinos.

Naours, Francia
Esta urbe está al norte de Francia, en la Picardía, una región que ha sido escenario de guerras e invasiones. La intrincada red de túneles de su ciudad subterránea data de la Edad Media, fue excavada a mano y durante siglos sirvió de refugio para sus habitantes. En su apogeo, contaba con 28 galerías y 300 habitaciones, y tenía espacio para albergar a más de 3 mil personas. Estuvo ocupada hasta el siglo XVII, cuando los pasajes bajo tierra cayeron en desuso hasta que, en 1887, fueron redescubiertos por el abad Danicourt. Algo que la hace única es que, durante la Primera Guerra Mundial, los soldados aliados dejaron inscripciones en sus paredes, convirtiéndola en un testimonio de ese momento de la historia.

Ciudad subterránea de Beijing, China
Durante la Guerra Fría, el gobierno chino mandó construir una ciudad debajo de su capital para resguardar a la población en caso de un ataque nuclear por parte de la URSS. Aunque por fortuna nunca se usó con ese fin, sus túneles y aposentos son testimonio del temor que imperaba en la época y de la capacidad humana para adaptarse a cualquier situación. Este refugio subterráneo es enorme, con casi 85 kilómetros de túneles que contienen hospitales, escuelas, teatros y hasta granjas, para garantizar la autosuficiencia alimentaria en caso de emergencia. Estuvo abierta al público del año 2000 al 2008, cuando cerró por remodelaciones, pero a la fecha continúa clausurada.
Coober Pedy, Australia
A diferencia de otras ciudades subterráneas, Coober Pedy nació por una necesidad climática y no como refugio en tiempos de guerra. Y es que este pequeño pueblo australiano es conocido por dos cosas: por ser la capital mundial de las minas de ópalo y por el intenso calor desértico que domina su clima. Así, para resguardarse de las altas temperaturas, sus habitantes han construido casas, comercios, iglesias y hasta hoteles bajo tierra. Hoy en día, esta comunidad es un destino turístico único en el mundo, donde los visitantes se alojan en underground hotels y, de paso, exploran la rica cultura minera que sigue viva en la región.

Mina de sal de Wieliczka, Polonia
Aunque no es exactamente una ciudad subterránea, esta mina de sal es un sitio espectacular. Excavada en el siglo XIII, alberga capillas, esculturas y lagos subterráneos tallados en sal. Estuvo en operación hasta 1996, cuando por una baja en los precios de la sal de mesa y las continuas inundaciones, la actividad minera se suspendió. Por todo lo anterior, es un monumento histórico de Polonia y uno de sus destinos turísticos más populares, reconocido como Patrimonio Mundial de la Humanidad por la UNESCO.
Si alguna vez tienes la oportunidad de explorar alguna de estas ciudades bajo tierra, no dudes en hacerlo. Cada una tiene una historia que contar y todas son prueba de que, incluso bajo nuestros pies, aún quedan muchos secretos por descubrir.

