
Aunque no soy devoto —más bien, todo lo contrario—, siempre me ha gustado la atmósfera, entre mística y cargada de historia, que tienen las iglesias antiguas mexicanas: la mezcla del olor de la madera de las bancas y los retablos, con el de decenas de velas ardiendo y los rescoldos del incienso de las misas, amén del silencio y la penumbra dramática que a veces se acentúa con la entrada de un haz de luz a través de un vitral, son ideales para sosegar por un momento la mente y entrar en contacto con aspectos trascendentes del ser.
Por esa afición a las iglesias mexicanas, he visitado decenas de pueblos —mucho antes de que nos los vendieran como “mágicos”— y de ciudades, internándome tanto en modestas parroquias como en las monumentales catedrales y basílicas que nos roban el aliento con sus columnas, altares y revestimientos de oro. Pero, ante tanta grandeza, se me ocurrió preguntarme: ¿cuáles son las iglesias más pequeñas de México?; y di con tres posibles respuestas…
La primera se ubica en el Centro Histórico de la Ciudad de México, disimulada por su pequeña estatura entre los edificios del barrio de la Merced, en la calle de Manzanares casi esquina con Anillo de Circunvalación. Su nombre oficial es la Rectoría del Señor de la Humildad, aunque coloquialmente también se le conoce como la “Capilla de Manzanares”, por la calle en que se encuentra.

Al admirarla, es como si estuviéramos viendo una réplica en miniatura de una iglesia: sus dimensiones son de apenas cuatro metros de ancho por nueve de largo —no se precisa la altura de sus dos torres con campanario, pero estimo que deben rondar los ocho metros—; su retablo dorado es de estilo churrigueresco y en ella caben sólo veinte personas, sentadas en seis bancas.
Su origen es un tanto incierto: una versión dice que es la última sobreviviente de las siete ermitas que Hernán Cortés mandó construir con el propósito de ahuyentar a los demonios que se encontraban en las “nuevas tierras” y, de paso, delimitar el territorio de lo que entonces era la Ciudad de México. Al tiempo, se convirtió en santuario de los ladronzuelos y las trabajadoras sexuales del barrio. Con todo, muchas fuentes la citan como “la iglesia más pequeña del mundo”… pero hay varias edificaciones que ponen en entredicho esta afirmación.
La primera es una capilla que fue construida en 1956, en el interior de la plaza de toros “La Morenita” —en el municipio de Atltzayanca, Tlaxcala— y es una réplica exacta del templo parroquial del lugar, incluido el campanario; en su interior, se santiguan y encomiendan los toreros antes de entrar al ruedo. No existen medidas oficiales, pero su base debe de medir unos cuatro por cuatro metros, y la torre quizás alcance los cinco metros de altura. Es importante aclarar que no es propiamente una iglesia, pues no tiene más que una imagen, no está consagrada ni se ofician misas; es sólo una capilla de rezos.
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El último caso toca el extremo de lo pequeño: se trata de una mini iglesia que se encuentra en una zona agreste de los Altos de Jalisco, cuya ubicación precisa no ha sido revelada. Fueron dos youtubers quienes divulgaron su existencia y aseguran que tiene unos ciento veinte años de existencia; su origen o propósito se desconocen, pues forma parte de un caserío abandonado y en ruinas. Aun así, es sorprendente la minuciosidad de sus detalles, incluso en el interior, lo que ha hecho que algunos especulen que fue construida por gente minúscula.
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Sin duda, ambas edificaciones dan pruritos en nuestra curiosidad. Pero, como ya dijimos, de las tres mencionadas la única iglesia en forma, con una comunidad, misas frecuentes y actividad litúrgica, es la Capilla de Manzanares. Como cierre, un dato curioso: la iglesia más pequeña del mundo reconocida en el Libro de los Récords Guinness está en España, en la localidad de Benalmádena, dentro del Castillo Monumento Colomares; mide apenas 1.96 metros cuadrados y es tan reducida que dentro de ella sólo cabe, de pie, el sacerdote.

Siendo así, yo digo que eso no es más un que púlpito con pretensiones… pero, ¿quién es uno para contradecir a los cerveceros irlandeses?
