¿Cuántos tipos de inteligencia existen?

¿Cuántos tipos de inteligencia existen?
Igor Übelgott

Igor Übelgott

Me animo a pensar que una de las virtudes más valoradas en una persona es la inteligencia. El diccionario nos dice que ésta es una “facultad que permite conocer y entender las cualidades o las relaciones de las cosas, prever consecuencias, aplicar conocimientos, resolver problemas y adaptarse a nuevas situaciones”.[1] Pero, para estudiar a fondo dicha facultad, diversos pedagogos, psicólogos y otros especialistas han propuesto que la inteligencia tiene muchas expresiones, o bien, que existen diversos tipos de inteligencia.

Una teoría muy popular en estos días es la de las inteligencias múltiples, formulada por Howard Gardner en su libro Estructuras de la mente: la Teoría de las Inteligencias Múltiples (1983). Pero antes de la irrupción de ese concepto que caló hondo en los sistemas educativos del mundo, otra aproximación a la medición y clasificación de la inteligencia humana fue el famoso cociente —o, a veces, coeficiente— intelectual, comúnmente abreviado como IQ.[2]

A la fecha, el IQ de una persona se calcula sometiéndola a ciertas pruebas de razonamiento lógico, visual, aritmético y de vocabulario. Existe una gran variedad de métodos, pero en general al computar el número de aciertos —algunos de los cuales tienen mayor valor que otros— se obtiene un número que indica la inteligencia general de una persona o “factor g”.

Y fue justamente este concepto de la inteligencia general lo que Gardner refutó con su teoría. Para el psicólogo estadounidense, la inteligencia se define como “un potencial biopsicológico para procesar información que puede activarse en un entorno cultural para resolver problemas o crear productos que sean valiosos en una cultura” y se divide en ocho tipos:

1. Musical

Esta área de la inteligencia incluye la sensibilidad a los sonidos, ritmos, notas y frecuencias de la música. Quienes la poseen, normalmente son capaces de cantar bien, tocar instrumentos o componer música, pues son muy perceptivos al tono, el compás, la melodía y el timbre. Esta inteligencia, además, incluye elementos cognitivos y sostiene una fuerte relación con las emociones.

Inteligencia musical

2. Espacio-visual

Ésta se centra en la conciencia del espacio bi y tridimensional y la capacidad de visualizarlo mentalmente, pues a menudo se tiene la tendencia a pensar sólo en dos dimensiones. Se compone de dos aspectos: la visualización mental y la percepción del mundo físico; es decir, la disposición de los objetos en el espacio. Incluye tanto la resolución práctica de problemas como la creación artística.

3. Lingüística

También llamada “inteligencia verbal”, es la sensibilidad a las palabras y sus significados. Quienes tienen alta inteligencia verbal-lingüística muestran facilidad para el lenguaje expresivo y la comprensión verbal; por lo general son buenos para leer, escribir, contar historias, la retórica y memorizar palabras. Esta inteligencia se subdivide en: analítico-académica —lectura, escritura, definiciones—; práctica —instrucciones y explicaciones verbales o escritas— y creativa —narración de historias, poesía, juegos de palabras y escritura de ficción.

4. Lógico-matemática

Esta área tiene que ver con la lógica, las abstracciones, el razonamiento, el cálculo, el pensamiento estratégico y crítico, y desde luego con los números. Comprende la capacidad de comprender los principios subyacentes de algún tipo de sistema causal —es decir, el principio de causa-efecto—; sus cuatro subtipos principales son: el razonamiento lógico, los cálculos, el pensamiento práctico —o sea, el sentido común— y el descubrimiento o “efecto Eureka”.

Inteligencia lógico-matemática

5. Corporal-cinestésica

Sus elementos centrales son el control de los movimientos corporales y del motor fino para manejar objetos con habilidad. También incluye un sentido del tiempo, un sentido claro del objetivo de una acción física y la capacidad de entrenar respuestas. Puede manifestarse en actividades dirigidas a objetivos —por ejemplo, el atletismo— o en movimientos expresivos como la danza y la mímica.

6. Interpersonal

Estos individuos se caracterizan por su sensibilidad a los estados de ánimo, sentimientos, temperamentos y motivaciones de los otros, y por su capacidad para cooperar o para liderar un grupo; se comunican de modo eficaz, empatizan fácilmente con los demás y a menudo disfrutan de la discusión y el debate, tanto en grupos como en interacciones uno a uno.

7. Intrapersonal

Se refiere a tener una comprensión profunda y precisa de uno mismo, las propias fortalezas y debilidades, y qué nos hace únicos, lo que permite autorregular las emociones, reacciones y comportamientos. Las habilidades intrapersonales se pueden clasificar en: metacognición —o sea, la conciencia de los propios procesos de pensamiento y de los patrones detrás de ellos—, gestión de emociones, conducta, toma de decisiones y “buen juicio”.

Inteligencia intrapersonal

8. Naturalista

Esta octava inteligencia fue incluida por Gardner en 1995 y se refiere a los individuos capaces de reconocer fácilmente la flora y la fauna, y de usar esta capacidad productivamente en la caza, la agricultura o las ciencias biológicas; además, incluye un sentido de empatía por los seres vivos y una receptividad ecológica arraigada en “una comprensión sensible, ética y holística del mundo”, incluido el papel de la humanidad dentro del ecosistema global.

¿Estas son todas las inteligencias que existen?

Desde luego que no. Además de aclarar que todos tenemos en mayor o menor medida los ocho tipos arriba mencionados, otras clases de inteligencia que no podemos dejar de mencionar son:

  • Inteligencia emocional: un concepto acuñado por Daniel Goleman que incluye las inteligencias interpersonal e intrapersonal, el autocontrol emocional, la automotivación, la empatía, las habilidades sociales y otras como la gestión del estrés.
  • Inteligencia fluida e inteligencia cristalizada: fueron presentadas en 1943 por el psicólogo Raymond Cattell; la primera es la capacidad de resolver problemas nuevos y se relaciona con el aprendizaje, y la segunda implica la capacidad de deducir abstracciones y resolver problemas a partir de relaciones previamente aprendidas.
  • Inteligencia creativa: se caracteriza por la fluidez, la flexibilidad mental y la capacidad de producir ideas originales y de abordar problemas y situaciones desde perspectivas distintas. En Bicaalú hemos dedicado muchísimo espacio al examen y el desarrollo de esta inteligencia.
  • Inteligencia existencial: se presenta en individuos que se preguntan constantemente por el sentido de su propia existencia, de la vida y la muerte; puede decirse que es la facultad de situarse a uno mismo con respecto al cosmos y con los rasgos existenciales de la condición humana. Si pudiera cambiarle el nombre, la llamaría “inteligencia filosófica”.

A lo largo de mi vida he oído hablar también de la inteligencia práctica, que muchos llaman “sabiduría”como la de los ancianos— y que otros vinculan con la intuición; de la inteligencia social o la capacidad de relacionarse con personas y grupos de personas de determinado estrato social, a menudo para beneficio propio; de la inteligencia espiritual, que tendría que ver con la posición del propio ser en relación a la existencia o inexistencia de un dios creador o de deidades de naturaleza no física… y desde luego, de la inteligencia artificial, pero como decía aquel comercial del siglo pasado… esa es otra historia.

Cierre artículo

[1] Tomado del Diccionario del Español de México en línea: https://dem.colmex.mx/Ver/inteligencia

[2] Este término fue acuñado en 1912 por el psicólogo alemán William Stern, quien llamó Intelligenzquotient a la puntuación obtenida en las pruebas de inteligencia aplicadas en el examen de admisión a la Universidad de Breslau.

Recibe noticias de este blog