Inventos obsoletos: innovaciones del siglo XX que hoy son historia

Inventos obsoletos: innovaciones del siglo XX que hoy son historia
Julio Báez

Julio Báez

¿Recuerdas esos inventos que alguna vez fueron sorprendentes, nos parecían como sacados del futuro y fueron indispensables en nuestra vida diaria… pero acabaron guardados en el baúl de los recuerdos? Acompáñame en este viaje nostálgico por el mundo de la tecnología obsoleta, donde recordaremos con cariño —y, quizá, con un poco de pesar— algunas de las innovaciones que marcaron el siglo XX, pero que hoy son parte de la historia.

BlackBerry: el teléfono de los ejecutivos

Un dispositivo que revolucionó la comunicación móvil a principios del siglo XX, fue el BlackBerry: en su momento, este teléfono celular era sinónimo de estatus y productividad; gracias a su teclado QWERTY físico y su capacidad de enviar e-mails de forma instantánea, se convirtió en el compañero inseparable de ejecutivos y adictos al trabajo que querían estar siempre conectados. Pero la llegada de los smartphones con pantalla táctil —liderados por el iPhone— marcó el principio del fin para BlackBerry que, a pesar de sus intentos por adaptarse, no pudo competir con la versatilidad y la experiencia de usuario ofrecidas por sus competidores y terminó saliendo del mercado. Hoy en día, ver a alguien usando un BlackBerry es tan raro como encontrar un triceratops en el parque.

Beeper: ¡échame un bipazo!

Este gadget, también llamado buscapersonas, era —o aún es, la verdad no lo sé— un dispositivo electrónico que se colocaba en el cinturón y servía para recibir mensajes de texto enviados a través de una operadora; constaba de una pantalla de cristal líquido, una alerta vibratoria y algunos botones de control. A finales del siglo XX, cuando los primeros celulares analógicos solo servían para hacer o recibir llamadas telefónicas y eran muy exclusivos, el Beeper permitía la comunicación entre personas que estaban fuera de casa, pero carecían de un teléfono móvil. Con la adición de los SMS en los celulares de principios del siglo XXI, el dispositivo cayó en la obsolescencia… y hoy es solo un recuerdo.

Beeper

Walkman: música en tu bolsillo

Décadas antes de los servicios de streaming que nos permiten escuchar cualquier canción y mucho antes de que almacenáramos miles de canciones en nuestro iPod o celular… existía el Walkman, el pequeño reproductor portátil de cintas magnéticas fabricado por Sony, que en la década de 1980 cambió para siempre la forma en que escuchamos música. Gracias a ese aparato, por primera vez pudimos disfrutar de nuestras canciones favoritas al caminar, hacer ejercicio o viajar. El Walkman dominó el mercado durante las dos últimas décadas del siglo XX; pero la llegada del CD —y, después, del MP3— rápidamente lo condenó a ser un objeto de colección. Hoy, aunque aún hay algunos románticos que los siguen usando de forma vintage, el Walkman nos recuerda la época cuando hacer un mixtape era toda una declaración de amor.

Máquina de escribir: el teclado sin undo

Pocas invenciones han tenido un impacto tan profundo en el ámbito laboral como la máquina de escribir: durante décadas, el sonido de sus teclados metálicos fue la banda sonora de oficinas, periódicos, agencias de publicidad y estudios de escritores en todo el mundo; no obstante, a mediados de la década de 1990 las computadoras personales, los procesadores de texto y las impresoras empezaron a sustituirlas. Aunque algunos escritores nostálgicos aún las usan por su simplicidad y falta de distracciones, en general se han convertido en objetos de colección o decorativos que nos recuerdan cómo era la vida antes del undo.

Máquina de escribir

Fax: cuando enviar documentos era una aventura

Antes de los e-mails y mensajes instantáneos, el fax era la forma más rápida de enviar documentos a larga distancia: este invento permitía transmitir imágenes a través de la línea telefónica y fue esencial en oficinas y negocios durante décadas. Aunque, por razones legales o de seguridad aún se emplea en algunos sectores, el fax ha sido ampliamente reemplazado por métodos y formatos digitales mucho más eficientes. Así, el inconfundible sonido de un fax conectándose es más un efecto de sonido “retro” que una realidad cotidiana.

Videoclubes: cine, palomitas y juegos

¿Tú también recuerdas esos viernes por la noche cuando toda la familia iba al videoclub a alquilar películas para ver el fin de semana? Recorrer los pasillos llenos de cintas en VHS —y, luego, en DVD— era toda una experiencia, y la emoción de encontrar el más reciente estreno o de redescubrir un clásico resultaba incomparable. Con la llegada de YouTube, del streaming y el video bajo demanda, las películas en formato físico rápidamente empezaron a salir del mercado y junto con ellas desaparecieron los videoclubes. Pero, aunque ya no existan, muchos recordamos con nostalgia la experiencia social que suponía ir a alquilar una película. ¿Cuál fue la última que rentaste?

Fachada de un videoclub Blockbuster

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A pesar de que han caído en la obsolescencia, estos objetos forman parte de nuestra memoria colectiva. En su momento, cada uno de ellos representó una innovación y cambió la forma en que nos comunicábamos, nos entreteníamos o trabajábamos; hoy que son reliquias u objetos vintage, sirven para recordarnos el camino tecnológico que hemos recorrido hasta llegar a las maravillas que ahora disfrutamos. Así, a próxima vez que te encuentres con uno de estos objetos en un garage, el desván de tus abuelos o en un museo, tómate un momento para apreciar cómo ha evolucionado la tecnología y cómo estos inventos, ahora obsoletos, alguna vez fueron el futuro​​.

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