Las 7 Nuevas Maravillas del Mundo Moderno, ¿sabes cuáles son?

Las 7 Nuevas Maravillas del Mundo Moderno, ¿sabes cuáles son?
Francisco Masse

Francisco Masse

En las clases de historia en la primaria y la secundaria, muchos de nosotros supimos de las Siete Maravillas del Mundo Antiguo, una serie de monumentos erigidos siglos antes de nuestra era y que algunos historiadores griegos consideraron dignas de ser visitadas. Aunque hubo varias listas, la más popular incluye: las Pirámides de Guiza, los Jardines Colgantes de Babilonia, el Templo de Artemisa en Éfeso, el Coloso de Rodas, la Estatua de Zeus en Olimpia, el Mausoleo de Halicarnaso y el Faro de Alejandría. Sólo las pirámides sobreviven hasta nuestros días.

Inspirados en esta lista, en el año 2001 un comité internacional propuso la elaboración de un nuevo listado que considerara a monumentos existentes, los cuales serían elegidos a través de una votación en línea con participantes de todo el mundo y con un “voto de calidad” otorgado por un panel de expertos. Los resultados fueron publicados en 2007 en el Estadio de la Luz, en Lisboa.

Así las cosas, aquí te decimos cuáles son las Siete Nuevas Maravillas del Mundo Moderno, entre las que hay un sitio mexicano. Van en orden cronológico, de la más antigua a la más reciente.

La Gran Muralla China

(China, siglo VII a. C.)

Esta construcción es tan famosa y extensa que durante años circuló el rumor de que era visible desde el espacio exterior. Se trata de una serie de fortificaciones que empezaron a construirse en el siglo VII antes de nuestra era, las cuales se unieron durante el reinado de la Dinastía Qin, en el siglo II a. C. Con el paso de los siglos, las sucesivas dinastías fueron ampliando la red de murallas; hoy en día, los segmentos más famosos y visitados son los que se construyeron bajo el mando de la Dinastía Ming, entre los siglos XIV y XVII d. C.

La función de la Gran Muralla era impedir el paso de los diversos grupos nómadas que vivían en la gran estepa euroasiática, por lo que además de paredes contaba con torres de vigilancia. Su extensión total actual es de 21,196.18 kilómetros, aunque tristemente muchos segmentos originales han desaparecido por la erosión y el paso del tiempo, otros han sido vandalizados y también es frecuente el robo de ladrillos, que después se venden en el mercado negro.

La Gran Muralla China

Petra

(Ma’an, Jordania; siglo IV a. C.)

Debido a su asombroso aspecto y a su popularidad, esta ciudad tallada en piedra ha aparecido en películas como Indiana Jones y la última cruzada (1989), donde tiene el nombre de Alexandreta y es el sitio donde está oculto el Santo Grial. En la vida real, Petra era la capital del reino nabateo, que sus habitantes llamaban Raqmu; también se le ha llamado “la ciudad rosa” por el color de la piedra caliza en que fue labrada la ciudad entera.

Para llegar a ella, el viajero debe atravesar los 1.5 kilómetros del Siq, un desfiladero de piedra que sirve como entrada a la ciudad. Al salir de él, la primera construcción que uno contempla es el Tesoro de Petra —Al-Jaznéh, en árabe—, una magnífica fachada labrada en piedra que tiene cuarenta metros de altura por 28 de ancho. También destacan las tumbas, el monasterio, el anfiteatro y el templo llamado Qasr al-Bint.

Petra

El Coliseo

(Roma, Italia; 80 d. C.)

Esta fastuosa construcción es una de las obras arquitectónicas más conocidas del Imperio Romano. Su construcción la inició Vespasiano en el año 72 de nuestra era y fue inaugurado ocho años después por Tito, con el nombre original de Anfiteatro Flavio, en honor al nombre de la dinastía a la que pertenecían ambos emperadores. Tiene forma elíptica, con una longitud de 189 metros y un ancho de 156; su altura exterior es de 48 metros y se estima que, en sus épocas de gloria, daba cabida a hasta 80 mil enardecidos espectadores.

Además de las famosas peleas de gladiadores, también se presentaron en él recreaciones de batallas navales —para las que la arena se llenaba de agua—, cacerías de animales y crueles ejecuciones, como las de los primeros cristianos. Aunque los terremotos y el robo de ladrillos lo han devastado parcialmente, sigue siendo un escenario para espectáculos, ceremonias oficiales y religiosas.

El Coliseo

Chichén Itzá

(Yucatán, México; siglo VI)

Y, como lo anticipamos, un sitio mexicano forma parte de las Siete Nuevas Maravillas del Mundo. Se trata de esta zona arqueológica maya que, sin lugar a dudas, es la más visitada del país por turistas nacionales y extranjeros. Fue una de las ciudades mayas más grandes, poderosas y pobladas de su tiempo, y en ella es posible ver influencia de la civilización tolteca tanto en la arquitectura como en la religión, pues de Tula llegó el culto al dios Quetzalcóatl, convertido en Kukulcán dentro de la cultura maya.

La construcción más relevante de Chichén Itzá es, justamente, el Templo de Kukulcán, que es mejor conocido como “El Castillo”. También son admirables el Templo de las Mil Columnas, el Templo de los Guerreros, el observatorio llamado “El Caracol” y el Juego de Pelota. Desde 1988 fue reconocido como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

Chichén Itzá

Machu Picchu

(Cuzco, Perú; ca. 1450)

Esta ciudadela se encuentra literalmente entre las nubes, pues se ubica a una altura de 2,430 metros sobre el nivel del mar, en la cordillera oriental del sur del Perú que forma parte de los Andes. De hecho, Machu Picchu es su nombre en quechua, el cual significa “monte viejo”; se presume que los antiguos incas la llamaron Llaqtapata o Patallaqta, y era un asentamiento que pudo haber tenido las funciones de santuario religioso, palacio o fortaleza militar.

Se construyó a mediados del siglo XV y se le considera una obra maestra de la arquitectura y la ingeniería. Mucho se ha hablado de las técnicas empleadas para su construcción, con sus paredes de piedra seca pulida que ensamblan por su propio peso y sin necesidad de mortero.

Machu Picchu

Taj Mahal

(Agra, La India; 1653)

Junto con las Pirámides de Guiza —que, por cierto, también obtuvieron un sitio honorario entre la Siete Nuevas Maravillas, por ser las únicas supervivientes del listado original del mundo antiguo—, sin duda se trata del templo funerario más hermoso del planeta. El poeta indio Rabindranath Tagore lo describió como “una lágrima en el mejilla del tiempo” y no es para menos, pues fue erigido por el emperador mogol Shah Jahan en honor a su esposa Mumtaz Mahal, quien murió en el parto de su decimocuarto heredero.

Situado a la orilla del río Yamuna, el mausoleo del Taj Mahal tiene una altura de 73 metros y está coronado por una armónica cúpula en forma de cebolla; su base mide 55 metros por lado y está construido casi enteramente en mármol blanco. Se encuentra amurallado y flanqueado por cuatro minaretes; dentro del conjunto también hay jardines, patios, tumbas secundarias y una mezquita.

Taj Mahal

Cristo Redentor

(Río de Janeiro, Brasil; 1931)

La última de las Siete Nuevas Maravillas del Mundo Moderno fue erigida en el siglo XX y se trata de una estatua monumental de Jesucristo, construida sobre la montaña conocida como El Corcovado, en Río de Janeiro. Fue una obra conjunta entre el escultor franco-polaco Paul Landowski, los ingenieros Heitor da Silva Costa y Albert Caquot, y el escultor rumano Gheorghe Leonida, que dio forma al divino rostro.

En total, la escultura mide 30 metros de alto —más los ocho del pedestal— y tiene una anchura de 28 metros, por sus brazos extendidos en cruz. Está hecho de concreto sobre una estructura metálica, con acabados en piedra jabón. Tiene un estilo art-déco y se estima que pesa unas 1145 toneladas.

Cristo Redentor
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