Las ventajas de trabajar creativamente con tus manos

Las ventajas de trabajar creativamente con tus manos
Franz De Paula

Franz De Paula

La mano es la parte visible del cerebro.
Immanuel Kant

Lo que haces para mantener ocupadas tus manos, incluso si las extiendes a alguien que necesita ayuda, colabora en gran medida a tu estado mental, a tu paz personal y a tu relación con los demás y contigo mismo. Finalmente, lo que distingue a una persona no es tanto su forma de pensar, sino la manera como la traduce al mundo en forma del trabajo que hace con sus manos y sus acciones.

Haz un experimento: durante una semana reserva unos minutos al día para tejer, moldear, esculpir, bordar, tallar, coser, reparar, regar, tocar o pintar algo. No tardarás en notar que estas actividades no sólo son entretenidas o apasionantes, sino también un bálsamo para tu cerebro. Crear algo con tus manos te hace sentir bien porque estás siendo consciente, a través de tu experiencia sensorial, de que estás produciendo lo que antes no existía y transformando la realidad.

Trabajar con tus manos es una maravillosa forma de estimular tu cerebro: mejora la neuroplasticidad al crear nuevas conexiones entre tus neuronas y te ayuda a desarrollar habilidades, concentración y calma. El esfuerzo, el proceso y la satisfacción del trabajo manual son capaces de cambiar la química del cerebro.

El trabajo intelectual enaltece el espíritu, pero no es fácil sostenerse sólo de él. Somos seres pensantes, ciertamente, pero también estamos hechos de materia. La ventaja del trabajo práctico es que complace nuestra necesidad primordial de hacer objetos y realizar tareas, nos recuerda que al final somos materia orgánica y, también, funciona como un efectivo antídoto para nuestro malestar cultural.

Fabricando una guitarra

Piénsalo: si eres consumidor, casi nunca te ves orillado a fabricar tú mismo lo que necesitas, sólo lo compras. La resuelta vida moderna muchas veces nos priva de actividades creativas que podrían brindarnos orgullo, sentido, propósito y placer. El proceso de producir es valioso para la felicidad porque cuando hacemos, reparamos o creamos algo, nos sentimos útiles y eficientes e, incluso, con más significado.

La mano y el cerebro son como un dúo dinámico: primero nos permite crear y luego nos hace formar parte de un enriquecedor y productivo ciclo de retroalimentación. Esta conexión es la expresión concreta del pensamiento con el que hemos diseñado y continuamos rediseñando nuestro mundo. De ahí la importancia de que los niños aprendan a ejercitar a la par su mente y sus habilidades psicomotrices.

Pintura como manualidad

Pero todos sabemos que, cuando nos convertimos en adultos, “dejamos de tener tiempo” y nos olvidamos de la satisfacción de las actividades manuales. A menos que sean parte de tu trabajo, es probable que ejecutes muy pocas de ellas o ninguna. La gente ya casi no escribe a mano, por ejemplo, pues está habituada a teclear o tocar botones en una pantalla; además, muchas veces el único tipo de trabajo “respetado” es el intelectual.

Sin embargo, hay trabajos fundamentales como la agricultura, la construcción, la pesca, la plomería, las instalaciones eléctricas o la preparación de alimentos, que además de conocimiento requieren de manos competentes para resolver los asuntos que soportan nuestro estilo de vida y que casi siempre damos por hecho.

No es inteligente aplaudir el trabajo intelectual y desdeñar el manual. Trabajar con las manos no impide usar la cabeza; de hecho, la fortalece. Jamás podríamos eliminar de nuestra vida las tareas manuales, pues iría en contra de nuestra naturaleza humana. El trabajo intelectual y el manual son esenciales cada día de nuestras vidas.

Jardinería

Las manos funcionales fomentan un proceso mental que conduce al pensamiento creativo, espontáneo y feliz. Pero no todas las tareas manuales pueden hacerte sentir bien: la repetición mecánica y monótona de actividades podría no aportarte el mismo beneficio, pues tu cerebro hallará aburrida esa labor.

La clave es encontrar una actividad que despierte tu curiosidad, tu interés, tu pasión. Una vez que la encuentres, extráela de tu mente y tráela al mundo a través de tus manos. Si es auténtica, el proceso de hacerlo te revelará quién eres. Y por ser un orden propio y no impuesto, te brindará una paz especial, un cálido sentimiento de valor, una reafirmación de tu carácter y tu autonomía como ser humano.

La creatividad es una poderosa herramienta que sirve para mejorar la vida por dentro y, luego, por fuera. Deja que una inquietud intelectual seduzca tu mente y acompáñala con una labor manual que te deleite, te impulse y te haga sentir en calma. Busca ese fino estado mental en el que el mundo desaparece y tú estás en total sincronía contigo mismo, completamente inmerso en tu propio proceso creativo.

Dicho con otras palabras: busca lo que te hace feliz y no dejes de hacerlo hasta que tu vida termine. Qué diferente sería nuestro mundo si todos pudiéramos vivir y morir haciendo eso. Que las mentes, las manos y las voces de todos se integren para trabajar por la empatía, la paz y la honestidad en todas partes, siempre…

Cierre artículo

Recibe noticias de este blog