La creatividad es una de las habilidades más útiles en cualquier campo de la vida, ya sea que seas científico, artista o mujer de negocios. Antes, se creía que era innata —es decir, que naces con ella— y que sólo se relacionaba con la creación artística; por fortuna, en décadas recientes se han desmentido estas creencias y se ha hecho hincapié en la importancia de desarrollar nuestro potencial creativo para generar ideas novedosas y soluciones a problemas personales o colectivos, para vivir de manera plena y desarrollarnos en los ámbitos personal y profesional.
Parte de ese desarrollo implica cambiar la perspectiva desde la que abordamos el problema que intentamos resolver, así como adoptar nuevos enfoques para trabajar en nosotros mismos y en nuestros proyectos. Para ello, te recomiendo cuatro libros que te ayudarán a desarrollar tu lado creativo y a aplicarlo provechosamente en distintas áreas de tu vida.
Un libro reciente que explora la creatividad es El acto de crear: una manera de ser, del afamado productor musical Rick Rubin, el cual resulta perfecto como un primer acercamiento a la creatividad, pues abunda en herramientas y fundamentos que muchos necesitamos para iniciarnos en la exploración de nuestro potencial creativo. Algunos de los consejos que comparte van ligados a la filosofía del mindfulness, ya que parten del reconocimiento de nuestras emociones y del análisis del flujo de nuestras ideas, para profundizar en las que nos resulten más útiles. Aunque la experiencia profesional del autor es en el área de la música, los consejos que brinda pueden aplicarse a cualquier ámbito profesional y personal.
Libera tu magia (2016), de Elizabeth Gilbert —autora del éxito de ventas Comer, rezar y amar— es quizás uno de los libros más recomendables cuando se habla de inspiración y creatividad, pues éstas son herramientas que todos podemos usar en cualquier ámbito y que nos acercan a alcanzar la plenitud. En un tiempo en que se premia a la gente por ser productiva, estar siempre ocupada y perseguir el éxito material a toda costa, el libro propone invertir la creatividad en nuestra satisfacción personal, nutriéndola y ejercitándola para que permee en todas las áreas de nuestra vida. Algo importante es perder el miedo a hacer el ridículo, pues esto es un síntoma de que estamos intentando cosas nuevas y de que, con disciplina y determinación, mejoraremos en cualquier proyecto en que nos aventuremos.
El psicólogo Daniel Goleman, autor del concepto de la inteligencia emocional, tiene también algo que decir al respecto. En El espíritu creativo (1976), que escribió junto con Paul Kaufman y Michael Ray, sostiene que todos tenemos la habilidad de ser creativos, pero no todos trabajamos en desarrollar esa habilidad para nuestro beneficio. En el libro, presenta distintos casos de personas que usaron soluciones creativas en diversos ámbitos y cuáles fueron sus resultados; además, brinda consejos para explorar la imaginación desde temprana edad y comparte herramientas que ayudan a descubrir nuevos intereses y acrecentar nuestro potencial creativo. Por último, los autores reflexionan sobre la relación entre creatividad e inteligencia y proponen ejercicios prácticos para potenciar ambas capacidades a cualquier edad.
Finalmente, mencionaré uno de mis libros favoritos: El peligro de estar cuerda, de la española Rosa Montero, un ensayo fundamental para entender los mitos y las verdades del vínculo entre la creatividad y la locura. Por siglos han existido el estereotipo del “artista torturado” y el del “genio loco”; y si bien existe un poco de ambos, la autora reflexiona sobre el riesgo de romantizar una vida marcada por los excesos y los trastornos mentales en el afán de explotar el potencial creativo. Con anécdotas, datos científicos y literarios sobre el tema, Montero explora la vida de artistas de renombre, incluyendo la suya, para crear conciencia sobre la relación entre el caos y la creación artística.
Explorar nuestro lado creativo puede ser intimidante, sobre todo al exponer nuestras obras a los demás. Mi consejo para quienes se embarcan en esta aventura es: no teman compartir sus ideas y creaciones, rodéense de personas que los motiven y busquen nuevas formas de estimular su creatividad.
