Meditación: una herramienta en el proceso creativo

Meditación: una herramienta en el proceso creativo

Nayeli Falcón Robles

Creatividad

No hace falta ser un gran artista para ser una persona creativa. Aunque muchos no se consideran creativos, todos los humanos somos creadores y creativos, sólo necesitamos conectarnos con esa capacidad que está dentro de nosotros.

En estos tiempos de crisis, es necesario potenciar nuestra creatividad. Esta situación es una oportunidad para reinventarnos y replantear la forma en que vivimos, conectar con nuestro interior y con nuestra esencia creativa, y así generar nuevas ideas y formas novedosas de emplear el tiempo.

Es probable que en algún momento pienses que la creatividad significa solamente pintar un cuadro, componer una canción o escribir un libro; pero no es así. La creatividad es un proceso que se prepara, se plantea, se verifica y se explota, pero en esencia es la producción de algo nuevo y útil, y consiste en establecer conexiones entre conceptos ya existentes.

La creatividad es natural en la esfera humana y se puede expresar de una o mil maneras: en pareja o familia, en el hogar o en el desarrollo de cualquier proyecto. Indiscutiblemente, para ser creativos requerimos imaginación, pero también precisamos planificación, acción y ejecución.

Podemos comprender con mayor precisión cómo funciona el proceso creativo gracias a los aportes del psicólogo Graham Wallas, quien decía que el descanso y la pausa de la mente son esenciales para que la creatividad explote, pues no es posible ser innovador con una mente llena de ruido.

Otras investigaciones señalan que el equilibrio entre improvisación y control es un elemento clave para la creatividad, y que el secreto para lograrlo es la atención plena, que no es sino prestar atención al momento presente, al aquí y al ahora. Y una de las herramientas para conseguir este equilibrio es la meditación.

Practicar algún tipo de meditación fortalece nuestras redes de improvisación y de control: por un lado se reducen el estrés y la ansiedad, lo que facilita el estado de silencio mental necesario para el proceso creativo y, por otra parte, se desarrolla nuestra toma de conciencia en relación con el mundo, lo cual moldea nuestro comportamiento y contribuye a nuestra autoconciencia.

Además, la práctica constante permite hacerse consciente de los prejuicios acerca de personas, creencias y lugares y, quizá lo más importante —y difícil de lograr—: permite dejar de juzgarnos a nosotros mismos y ser libres como cuando éramos niños y nada nos impedía jugar, fantasear y tener mil ocurrencias.

Cuando crecemos y nos hacemos adultos, a menudo las experiencias de nuestra vida nos apartan de la esencia creativa. Para recobrarla, es necesario eliminar la pereza, la indisciplina, la falta de atención, la procrastinación y el no saber qué hacer con tu tiempo.

Al empezar a meditar, mejoras tu creatividad en dos aspectos: la claridad de tu mente y la conexión con tu interior, percatándote de aspectos de ti mismo que antes no veías y descubriendo cuáles son tus capacidades más destacadas para desarrollarlas hacia el exterior.

Al meditar, el hemisferio derecho de tu cerebro, encargado de la la creatividad y la intuición, aumenta su actividad y echa a andar tu imaginación, mientras que el izquierdo —analítico, calculador y estratégico— presenta una menor actividad: la meditación transforma tu estructura cerebral e incrementa tu atención.

No podemos tener todo bajo nuestro control. El tiempo sigue transcurriendo y de ti depende hacer algo productivo con él e incorporar la creatividad a tu vida diaria. Pese a lo oscuras que se vean, las crisis tienen un lado bueno: con ellas puede aflorar lo mejor de cada uno.

Algunas escuelas de meditación

  • Vipassana: es una antigua técnica proveniente de la India cuyo nombre significa “ver las cosas como son”; se basa en el cultivo de la atención plena mediante la respiración y la conciencia corporal.
  • Zen: una técnica japonesa de meditación dentro del budismo es el zazen, que significa “meditar sentado”; también se basa en la observación de la respiración y el cese del diálogo interno.
  • Mindfullness: Esta escuela, que se ha puesto de moda recientemente, se deriva de la meditación vipassana y consiste en poner atención neutra en los pensamientos, sensaciones, emociones y el entorno, sin preocuparse, juzgar ni tratar de resolver problemas.
  • Trascendental: Aunque algunos maestros han desprestigiado la práctica, es una efectiva técnica india que se basa en la repetición de mantras, que son palabras o frases con poder psicológico o espiritual para el meditador.
Cierre artículo

Recibe noticias de este blog