Redes sociales y memes: ¿universo en expansión o agujero negro?

Redes sociales y memes: ¿universo en expansión o agujero negro?
Franz De Paula

Franz De Paula

Creatividad

Las personas creativas se distinguen porque son capaces de generar ideas nuevas y compartirlas con el mundo. La forma en que hoy se hace eso es muy diferente a las formas del pasado: con el tiempo, la comunicación se transforma al igual que la sociedad que la produce y, de modo natural y casi instantáneo, genera sus canales de comunicación. Esto transforma el diseño del mundo.

Antes de internet, el acceso al conocimiento era posible mayormente a través de medios impresos como revistas, periódicos y libros. Hoy estos medios rara vez son consultados, pues la forma más usual de acceder a dicha información es tocar una pantalla con tu dedo. Este acceso inmediato y fácil al saber humano ha cambiado la configuración de la realidad y de la cultura, y ha hecho de internet el cine, la biblioteca, la tienda y el parque de diversiones más grande del mundo.

Todo es útil porque todo se puede transformar. Los negocios, las marcas y los artistas realmente creativos seguirán aprovechando los recursos que existen y hasta podrán inventar unos nuevos, si es necesario, para generar emoción con sus mensajes. El medio es una parte crucial del proceso: mientras más interesante sea éste, más posibilidades tiene el rango de tu expresión.

Los medios digitales son una herramienta de conexión sin frontera geográfica que día con día generan su propio lenguaje y construyen nuevas sinapsis o conexiones, como un gran cerebro global. Y las redes sociales son el conjunto de sitios web, aplicaciones y plataformas digitales que permiten a sus usuarios crear contenidos y compartirlos, así como convivir de forma virtual.

A menudo estas redes son como un periódico oscilante e interactivo que hallas cada mañana en el tapete de tu puerta al mundo, invitándote a que tus dedos naveguen sin cesar en su interior. Puede ser placentero e informativo, aunque no siempre nutritivo, pero sí altamente adictivo.

Así, no es de extrañar que exista una gran cantidad de basura flotando en la red, y que mucha gente guste alimentarse de ella. Gran parte de esta basura es generada como una desviación de los recursos y de los elementos de la comunicación digital, que se convierten en desechos de información vacua. Es muy similar a la basura que vertemos en nuestros océanos, pero en versión digital.

Los memes de internet surgen como una respuesta inmediata a los estímulos del contexto y del momento, en forma de modas y tendencias en el lenguaje en línea; se despliegan en una combinación de parloteo, imágenes y fragmentos de audio y video que los usuarios de la red alteran repetidamente y comparten, a menudo de manera rápida y viral.

Modas y tendencias

El proceso constante de mutación que experimenta un meme a medida que se propaga a través de la red implica repetición, juegos retóricos, humor y reformulación de patrones. Todas estas características son recursos creativos, sobre todo en el lenguaje, desde los jeroglíficos egipcios hasta hoy. Los memes son un reflejo de la naturaleza de la creatividad y la cultura popular en internet.

En teorías de difusión cultural, un meme se define como la unidad especulativa de información cultural ​transmisible de un individuo a otro, de una mente a otra, o de una generación a la siguiente. Es un término acuñado por el biólogo y divulgador científico británico Richard Dawkins en su libro El gen egoísta (1976), valiéndose de su similitud con “memoria” y “mímesis”, y por su semejanza fonética con gene —gen, en inglés.

Según Dawkins, poseemos dos tipos de procesadores informativos: el sistema genético individual que heredamos y nuestro sistema cerebral nervioso, con el que procesamos “piezas” de información, ideas, cultura, imitación, enseñanza, conceptos y costumbres llamados memes.

Dawkins postula es que todos estos comportamientos y rasgos culturales o memes también se replican. Todo lo que somos lo heredamos. No podemos evitar destilar nuestra esencia a nuestro alrededor. Para saber qué legados culturales estamos generado y dejando a las próximas generaciones, hay que poner atención a qué somos. Y todo empieza con la forma de pensar.

Las redes sociales y los memes no son más perjudiciales que un bote de gasolina. Nada es malo por sí mismo: incluso un lápiz puede usarse como un arma, si esa es tu intención. Es el criterio para usar los medios y los recursos disponibles con inteligencia, y la forma como combinas estos factores, lo que crea la química de las ideas y distingue su dinámica transformadora.

Antes de la llegada de internet a nuestras vidas, nuestra forma tradicional de adquirir conocimiento se basaba en el aprendizaje del recuerdo, que estaba estancado en el pasado. En la vida posterior a internet, cuestionamos la autoridad continuamente y esto nos impulsa a adaptarnos a los incesantes cambios, que son inevitables en todo lo que hacemos.

Y también inevitables son algunos de sus efectos secundarios, como el de la “sabiduría de la multitud”, visible en muchos sitios que sirven a los intereses más banales. Y, por influencia del mercado, también es inevitable que los anuncios, la postura política y las relaciones públicas se disfracen de noticias. Por eso, en internet la línea entre realidad y ficción se desdibuja, se pierde objetividad y capacidad crítica y, en resumen, se crea un culto a la ignorancia y a la estupidez.

En internet la línea entre realidad y ficción se desdibuja

Nada de esto se lleva bien con la inteligencia ni con la creatividad. Siendo un universo virtual en expansión, el internet también incluye hoyos negros extractores de tiempo, energías y neuronas, si caes en ellos por navegar sin rumbo, sin un propósito claro o sin un criterio propio.

Si compartimos cosas, que sea para nutrirnos, para fortalecer esto que nos hace ser humanos. Repliquemos empatía. Compartamos lo que nos hace bien, lo que nos brinda salud y atención, lo que nos proporciona paz interna, lo que nos da felicidad. Por añadidura tendremos justicia y todas esas cosas hermosas por las que luchamos individualmente en cada marcha y en cada oración.

Aprovechemos el poder de las redes sociales como un impulso creativo. Con inteligencia y con intención, porque eso nos da sentido. La actitud transformadora lo define todo. Es decidir conscientemente en qué piensas y en qué inviertes tu tiempo y tu energía; pero, sobre todo, es saber por qué… y para qué.

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