El difícil arte de amarse a sí mismo
Cuando tenía doce o trece años, en el salón de clases me apodaban He-man. Desde luego, esto no se debía a que yo fuera una especie de…
Cuando tenía doce o trece años, en el salón de clases me apodaban He-man. Desde luego, esto no se debía a que yo fuera una especie de…