Durante mi etapa de transición entre la niñez y la adolescencia, como muchas otras personas tuve una crisis emocional causada —entre otros factores— por una situación familiar disfuncional. Debido a ésta acudí por primera vez a un psicólogo; pero éste, lejos de analizarme o brindarme alguna terapia, simplemente me mandó a leer un libro: así fue que conocí al estadounidense Wayne W. Dyer y a su bestseller, Tus zonas erróneas, el cual ha vendido más de cien millones de copias, cifra que lo convierte en uno de los libros más exitosos de la historia.
Este volumen, publicado originalmente en inglés en abril de 1976, durante décadas fue un título infaltable en los anaqueles de cualquier librería. Su inconfundible portada muestra la silueta de una persona con postura afligida, la cual está formada por las emociones que el autor describe como “zonas erróneas”: culpa, ira, miedo a lo desconocido, preocupación, dependencia y vivir en el pasado. En sus páginas, Dyer expone esos temas al tiempo que invita al lector a hacerse cargo de sí mismo y a amarse incondicionalmente, ofreciendo “técnicas audaces, pero sencillas, para dominar los esquemas erróneos de la conducta”, como rezaba originalmente el subtítulo en la cubierta.
Desde luego, la sola lectura de sus más de trescientas páginas no resolvió, ni de lejos, el conflicto emocional que me aquejaba y que tardé varias décadas en desahogar, pero ese es precisamente el punto: la noción de que mediante la adquisición de ciertos conocimientos teóricos y la práctica individual de ciertos ejercicios, cualquier persona puede atajar trastornos, neurosis, fobias y traumas psicológicos. Pero empecemos por el principio…
El origen de la autoyuda
Si bien el concepto y la industria de la autoayuda deben mucho de su popularidad actual a Dyer y a su éxito editorial, al parecer la idea es un siglo más antigua: en 1859, el escritor escocés Samuel Smiles (1812-1904) publicó el libro seminal Self-Help, el cual aunque acuñó el término estaba más enfocado en la superación económica por medios autodidactas que en remontar los aspectos psicológicos negativos. Aun así, fue un éxito en su siglo y elevó a Smiles a la estatura de gurú.
Ya entrados en el siglo XX, el antecedente más claro de los libros de autoyuda actuales lo aportó el escritor estadounidense Dale Carnegie, quien publicó Cómo ganar amigos e influir sobre las personas (1936), un título que brinda consejos prácticos para mejorar las relaciones humanas y ejercer un liderazgo efectivo en el ámbito empresarial y de los negocios; a este título le siguió Cómo dejar de preocuparse y empezar a vivir (1948), en el que Carnegie propone un modelo simple para dsifrutar la vida y alcanzar la felicidad.
Según algunos historiadores y psiquiatras, fueron las secuelas de la Segunda Guerra Mundial y del conflicto bélico en Vietman las que llevaron a la mesa de la opinión pública conceptos como el trauma y técnicas para aminorar los efectos negativos en la psique de los veteranos. Por eso fue que en la década de 1960 hubo un auge de libros, técnicas y terapias psicológicas, y así conceptos como el inconsciente, la neurosis o el estrés postraumático entraron al vocabulario popular.
Es aquí que aparece en escena Wayne Walter Dyer (1940-2015), quien de pequeño vivió en un orfanato luego de que su padre abandonara a la familia; más tarde estudió en la Universidad Estatal Wayne en Detroit, Michigan, donde en 1970 obtuvo un doctorado en counseling, una aproximación psicológica de corto plazo para resolver problemas específicos. Tras años de ejercicio profesional, enseñanza y conferencias motivacionales en la Universidad St. John de Nueva York, un agente literario lo convenció de sintetizar sus técnicas y teorías en un libro que acabaría llamándose Your Erroneous Zones. El resto es historia.
El doctor del alma
Como ya dije, el libro se convirtió en un hit de inmediato y poco tiempo después fue traducido a una multitud de idiomas. Durante la década de 1980, lo mismo fue un bestseller al alcance de cualquier persona que una especie de libro de texto usado como apoyo por terapeutas de diversas corrientes psicológicas. Aunque claramente su lectura no podría reemplazar una terapia profesional individualizada, no se puede negar su impacto en la divulgación y la popularización de la terapia psicológica entre el público general.
Después del éxito, vinieron títulos como Moviendo tus propios hilos (1978), El cielo es el límite (1980), Lo verás cuando lo creas (1989) y Tu yo sagrado (1994), en los que cada vez fue más palpable un giro en su orientación terapéutica, que pasó del counseling tradicional a la adopción de creencias new-age como la visualización, los pensamientos positivos y la generación de milagros. En la introducción de Tus zonas mágicas (1992), por ejemplo, Dyer narra una experiencia que tuvo en una isla remota donde al final se vio manipulando “bolas luminosas de energía” con sus propias manos.
Algunos críticos señalan que Tus zonas erróneas es una simplificación burda de la Terapia Racional Emotivo Conductual —RET o REBT, por sus siglas en inglés— desarrollada por Albert Ellis, una terapéutica activa de base filosófica y empírica, cuyo objetivo es resolver problemas y perturbaciones emocionales y de conducta que ayuda a las personas a llevar una vida más plena. Otros más criticaron el enfoque simplista de Dyer, detectaron plagios e incluso interpusieron demandas legales por violación a los derechos de autor.
El último libro publicado por Dyer fue I Can See Clearly Now (2015), en el cual hizo una recapitulación de su vida desde su atormentada niñez, pasando por su vida académica y hasta su éxito arrollador como escritor, desde la perspectiva de alguien que sabe que está muriendo de leucemia. Su muerte, sin embargo, se produjo por un ataque al corazón, el 30 de agosto de 2015. De forma póstuma, su casa editorial ha publicado otros tres títulos que retoman conferencias y escritos inéditos, y también existen algunos libros escritos para niños.
Y, a todo esto, ¿por qué afirmo que Wayne W. Dyer es el padre de la autoayuda como la conocemos actualmente? Porque fue gracias a él y a su bestseller que cientos de millones de personas tuvimos un primer acercamiento a información útil y con un enfoque terapéutico para analizar nuestra vida emocional, detectar pensamientos y patrones de conducta negativos, y adoptar técnicas para mejorar nuestras propias vidas y ser mejores personas y también un poco más felices. Si eso no es autoayuda real… no sé qué más podría serlo.