Desde hace décadas, muchas personas piensan que la creatividad es el uso de la imaginación exclusivamente al servicio de las expresiones artísticas. Pero investigaciones recientes han colocado al pensamiento creativo como una de las habilidades necesarias para la resolución de conflictos, la generación de formas alternas para satisfacer las propias necesidades e, incluso, para beneficiar el aprendizaje con herramientas como los mapas mentales o la lluvia de ideas.
Desarrollar nuestro lado creativo beneficia capacidades como la flexibilidad, la determinación, la automotivación y la curiosidad, siempre necesarias para una vida plena. Por eso, hoy comparto contigo algunos títulos útiles para que fomentes tu creatividad y te quites la falsa idea de que no es algo para ti.
Creatividad para adultos, de Galia Sefchovich
En este libro, la autora desarrolla una metodología enfocada en incrementar las capacidades de expresión, comunicación y admiración. El contenido está dividido en tres partes: ¿por qué hacer?, ¿cómo hacer? y ¿con qué hacer?
A lo largo de la lectura, Sefchovich propone algunos ejercicios para identificar el tipo de inteligencia y de personalidad que posees en relación a las habilidades de tus hemisferios cerebrales, para después dar paso a propuestas como realizar un diálogo con tu potencial creativo, crear un mandala, y realizar actividades de relajación y de trabajo con la voz.
El diario creativo, de Lucia Capacchione
En 1976, Capacchione —quien es doctora en psicología y arteterapeuta— comenzó a llevar un “diario creativo” y, aunque en cierta forma lo hacía dentro de su práctica cotidiana, no fue sino hasta 2015 cuando este proyecto salió a la luz. El libro es perfecto para quienes quieran iniciarse en esta práctica, pues en sus primeras páginas la autora se centra en describir el material necesario, las características del espacio, la periodicidad sugerida y la importancia de ser espontáneos.
La autora propone actividades recreativas que ella misma ha puesto en práctica para disolver sus bloqueos creativos, liberar los sentimientos, planificar las metas y cimentar el propio autoconcepto. Los ejercicios contemplan diferentes formas de expresión: dibujos, garabatos, prosas, cartas, esquemas, diseños abstractos y símbolos, a través de consignas como la línea de tiempo de mi vida, los autorretratos y el dibujo de los sueños.
Despertando la creatividad, de Elba Pedrosa
La autora propone que para recuperar nuestro creativity power es necesario plantearse algunas preguntas; por ejemplo: ¿por qué dejamos de hacer cosas que nos gustan? o ¿por qué queremos parecer y ser súper serios?
Este libro, que también está dividido en tres —el Why, el How y el What—, está estructurado como si fuera un cuento ya que, a decir de la autora, “poco a poco perdemos, a causa del hechizo de nuestros enemigos, el valioso don que nos dieron las hadas: el pensar creativamente”. Con un conjunto de ejercicios de autorreflexión y de conceptos derivados de las neurociencias, el objetivo de la autora es que dejes de pensar que la creatividad es puro cuento.
El camino del artista, de Julia Cameron
En este libro, la guionista, periodista y productora propone doce lecciones —que se pueden llevar a cabo a lo largo de doce semanas— para superar todas las barreras creativas a las que nos enfrentamos en algún momento.
Entre las propuestas está escribir tres páginas todas las mañanas para frenar a tu critico interior y dejar ahí los pensamientos que te generan ruido. Estas páginas te ayudarán, en semanas posteriores, a escudriñar los sentimientos que no suelen aparecer en primera instancia; además las alterna con otras tareas, como elaborar listas de aspectos o dibujar el cuarto de tu infancia.
101 métodos para generar ideas, de Timothy R. V. Foster
Muchas personas piensan que las ideas vienen de forma espontánea y que se generan porque sí, influidas quizá por la idea de que “las musas” bajan y te otorgan ese momento de epifanía en el que uno grita ¡Eureka!
Con el afán de desmitificar esta creencia, Foster propone una serie de ejercicios tan simples como romper la rutina a la hora de comer, no pronunciar la palabra “pero” en una conversación o definir qué aspecto tiene el éxito. Pese a esto, deja clara la idea de que el suyo no se trata de un método rígido y de que el lector puede hacer las variaciones que necesite y que considere oportunas.
La creatividad es un trabajo constante. Incluso una vez que crees que ya la has alcanzado, es necesario seguir practicando y creando, y estos títulos son una gran herramienta para hacerlo. ¿Con cuál de ellos te animas a empezar?…
