Todos sabemos qué es un telescopio astronómico. Ahora, imaginemos llevar las capacidades de esos gigantescos artefactos ópticos hechos de lentes, espejos y diversas piezas mecánicas, al espacio exterior donde la luz y otros rayos no se ven afectados por las nubosidades, por la atmósfera terrestre o por luz ambiental de las ciudades: eso es un telescopio u observatorio espacial, que es hoy por hoy la mejor forma de observar a detalle estrellas, exoplanetas, cuásares, agujeros negros y otros cuerpos celestes del espacio profundo.
Actualmente son muchos los observatorios espaciales que, agrupados por los rangos de frecuencia que perciben y capturan —rayos gamma, rayos X, ultravioleta, espectro visible, infrarrojo, microondas y radio— envían a la Tierra asombrosas imágenes que amplían nuestro conocimiento del universo. En este artículo me enfocaré en cinco de ellos, que fueron lanzados por la NASA en años recientes y aún siguen en funcionamiento.
Telescopio Espacial James Webb (JWST) Según la agencia espacial estadounidense, es el observatorio espacial más grande y poderoso que se haya lanzado hasta hoy. Puesto en funcionamiento en la Navidad de 2021, observa el cosmos en infrarrojo con instrumentos altamente sensibles, diseñados con tres propósitos: despejar los misterios del origen de nuestro Sistema Solar, mirar más allá de mundos distantes que orbitan otras estrellas y detectar las primeras galaxias, nacidas después del Big Bang.
Su espejo principal consta de 18 espejos hexagonales dorados que, a la distancia, semejan las piezas de un rompecabezas gigante. A diferencia de otros telescopios, no orbita alrededor de la Tierra, sino alrededor del Sol, a 1.5 millones de kilómetros de distancia de nuestro planeta.
Observatorio de rayos X Chandra (CXO)
Fue lanzado al espacio a bordo del transbordador Columbia en 1999. Es el telescopio de rayos X más potente hasta hoy, con ocho veces la resolución de cualquier telescopio de rayos X anterior. El observatorio Chandra detecta rayos X cósmicos en zonas extremadamente calientes del universo, que se producen cuando la materia aumenta de temperatura por gravedad extrema, campos magnéticos, presencia de agujeros negros o supernovas.
Telescopio Espacial Hubble (HST)
Lleva el nombre del astrónomo Edwin Hubble y, aunque no fue el primero, es uno de los telescopios espaciales más grandes, el más antiguo aún activo y, sin duda, uno de los más famosos entre los aficionados a la astronomía. Desde que fue lanzado en abril de 1990, ha revolucionado nuestra visión del universo, pues sus observaciones del espectro visible han llegado hasta los 13,400 millones de años luz de distancia, y ha capturado imágenes de todo tipo: desde galaxias fusionadas hasta nebulosas donde nacen estrellas. Además, ha ayudado a determinar la composición atmosférica de los exoplanetas —es decir, planetas que orbitan otras estrellas— y fue clave en el descubrimiento de la energía oscura.
Telescopio Espacial de Rayos Gamma Fermi (FGST)
La misión Fermi observa rayos gamma —el tipo de luz más poderoso que existe— provenientes de fenómenos cósmicos extremos, como explosiones de rayos gamma, núcleos de galaxia activos, restos de supernovas, pulsares y otros. El FGST consta de dos instrumentos científicos, un telescopio y un detector de explosiones de rayos gamma, con los que ayudó a comprender la materia oscura y descubrió las burbujas de Fermi, dos estructuras masivas previamente desconocidas que se extienden por encima y por debajo del plano de la Vía Láctea, nuestra galaxia.
Satélite de Sondeo de Exoplanetas en Tránsito (TESS)
Por último, tenemos al TESS —por las siglas de Transiting Exoplanet Survey Satellite— que tiene una misión específica: detectar exoplanetas o planetas fuera de nuestro sistema solar, usando el método llamado de tránsito, que captura al planeta a contraluz cuando pasa frente a la estrella que orbita. Además, durante sus extensas observaciones del cielo, TESS también descubre objetos que cambian de intensidad de brillo: desde asteroides cercanos hasta estrellas pulsantes y galaxias distantes que contienen supernovas.