IQ creativo: una relación pasional entre inteligencia y creatividad

IQ creativo: una relación pasional entre inteligencia y creatividad
Franz De Paula

Franz De Paula

Creatividad

Cuando los patrones se rompen, surgen nuevos mundos.
Tuli Kupferberg

Si el cerebro humano fuera tan simple que pudiéramos comprenderlo, seguramente seríamos tan simples que no podríamos comprenderlo. En un universo complejo donde se alojan todas las posibilidades, las cosas son imposibles solamente hasta que dejan de serlo.

Para producir ideas creativas, no necesitas un IQ muy alto: necesitas imaginación. He conocido personas creativas no muy inteligentes y, también, a personas muy inteligentes que no son muy creativas —también a quienes no son ni lo uno ni lo otro.

Sobre la inteligencia y la creatividad aún hay mucho que averiguar. Mientras sigamos descifrando la forma de aprovecharlas, será más probable evolucionar sin destruirnos. Ambas son rasgos excepcionales que definen a nuestra especie; ambas se dedican a conectar, a solucionar, a mejorar.

Así me imagino a la inteligencia y a la creatividad: como dos buenas amigas; independientes, pero cercanas. Se quieren, pero no necesitan estar juntas todo el tiempo. Viven sus propias historias por separado, aunque también disfrutan caminar juntas y conversar.

Lo que es un hecho es que la imaginación es el factor clave en su historia, lo que las une, su tema favorito. Sin imaginación, la inteligencia se seca y la creatividad se apaga. El conocimiento tiene límites, la imaginación no. Como dijo Einstein: nada hay más importante que la imaginación; de ella se nutre todo lo demás, inteligencia y creatividad incluidas. Es el ingrediente poético, lo que se asoma al universo. Sin imaginación, nada tiene sentido.

Pero la imaginación también necesita pies. Una persona inteligente es alguien capaz de registrar información e interpretarla de forma que aporte soluciones al mundo. A una persona creativa también le interesa lo novedoso y las diferentes formas de conectar conceptos y gestar ideas, y esta combinación acaba revolucionando todo. Entonces, ¿hay alguna distinción entre la inteligencia y la creatividad?

En mi opinión, el carácter de la inteligencia no es el mismo que el de la creatividad. Se complementan, pero no son la misma cosa. Yo creo que la diferencia es muy simple: la inteligencia tiende a ser convergente y la creatividad tiende a ser divergente. Mientras la inteligencia se enfoca en un camino y va cerrando filas para concentrarse en una conclusión, la creatividad se dedica a abrir filas para ampliar el territorio y producir ideas.

Esto no significa que una de las dos esté mal. Ambos enfoques son igualmente importantes y se complementan: a veces es necesario abrir posibilidades y otras veces lo que hace falta es concluir con un punto final. Dicho de otra forma, el pensamiento inteligente se mueve verticalmente, como si buscara subir los peldaños de la razón, y el pensamiento creativo se mueve horizontalmente, como si buscara explorar caminos alternativos.

Esta forma de ver al asunto se le ocurrió a un prolífico escritor maltés que se llama Edward de Bono, quien calificó este método de pensamiento como “lateral” y es mundialmente reconocido por esto. Al final, funciona porque le proporciona estructura al pensamiento.

Edward de Bono

Edward de Bono

Tengo la impresión de que el mundo está gobernado por alumnos de 6 de calificación. El problema es que, en el sistema educativo convencional, todo se califica a partir de ese criterio numérico. Todos contamos con múltiples niveles de inteligencia y marchamos a un ritmo diferente y personal.

Aun así, este rasgo que nos distingue como especie y que llamamos inteligencia tiene tres diferentes facetas: analítica, práctica y creativa.

  • Inteligencia analítica es la que ocupas cuando resuelves, por ejemplo, una operación matemática: estás descomponiendo, examinando y reestructurando información.
  • La inteligencia práctica es, digamos, “callejera; la usas en tu vida cotidiana en forma de sentido común y no requiere educación formal.
  • Finalmente, la inteligencia creativa se distingue por ser inventiva, imaginativa, ingeniosa; con ella asocias las ideas revolucionarias, resuelves un problema de una forma novedosa, y es la que produce una obra de arte, un invento o una teoría científica nueva.
La inteligencia tiene tres facetas

Dentro de estas tres facetas de la inteligencia nos movemos unos y otros con mayor o menor facilidad, de acuerdo con el foco de nuestra atención. Lo más importante es que todas ellas pueden ir desarrollándose con la práctica. Son amigas y están ahí, al alcance de tu mente y de quien se interese en ellas. Son tus herramientas para cambiar al mundo.

Porque, creo yo, no puedes crear un avance significativo en la educación, la tecnología, la ciencia, el arte o en tu vida si no sabes combinar las dosis adecuadas de inteligencia y creatividad, en tus propios términos.

Por eso, deja que tu inteligencia trace el contorno y tu creatividad rellene los detalles. Lo que importa es el carácter, eso supera al intelecto. No te preocupes si tu obra es rara: todos somos raros. Los locos somos los afectados con un alto nivel de autosuficiencia mental.

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