
De acuerdo con el portal The Religion of Islam, especializado en la fe musulmana, una mezquita es el edificio en el que los musulmanes adoran a Dios. Aunque hay mezquitas de diferentes formas y tamaños, todas tienen ciertas características en común: poseen un mihrab o nicho en la pared dirigido a La Meca, hacia donde rezan los musulmanes, y un minbar o púlpito en el que un erudito islámico ofrece un sermón o discurso.
Otro rasgo arquitectónico común son los minaretes, que son torres altas y visibles desde lejos, usadas para llamar a la congregación a la oración. Hay mezquitas sencillas y otras muy fastuosas, pero en ninguna de ellas hay estatuas o imágenes que representen a seres vivos, pues el Islam lo prohíbe; en cambio, las paredes interiores de las mezquitas se decoran con versículos del Corán en caligrafía árabe o con intrincados diseños geométricos.
Cuando una persona entra en una mezquita, se aleja del bullicio mundano y se retira a un santuario que le brinda calma y refugio. A continuación te presentamos las siete mezquitas más hermosas del mundo.
Mezquita Aljama (Jama Masjid)
Delhi, La India
Es una de las mezquitas más grandes de la India. Fue construida a mediados del siglo XVII por el emperador mogol Shah Jahan, el mismo que a la muerte de su esposa, Mumtaz Mahal, erigió en su honor el portentoso Taj Mahal en la ciudad de Acra como tumba imperial. Volviendo a la mezquita, sus detalles en mármol y piedra arenisca rosada dan fe de la opulencia y magnificencia de la arquitectura mogol. Con tres cúpulas y dos minaretes de 41 metros de altura, este templo musulmán es tan grande que puede albergar a más de 25 mil fieles.

Mezquita de Wazir Khan
Lahore, Pakistán
Otra fastuosa obra del emperador mogol Shah Jahan, ubicada en la provincia paquistaní del Punjab. Tiene cinco domos y cuatro minaretes que rebasan los treinta metros de altura; pero, más allá de su espectacular aspecto exterior, esta mezquita destaca por su decoración interior con intrincadas pinturas al fresco y coloridos azulejos que cubren casi cada centímetro de las paredes del templo; también destacan las muqarnas o mocárabes, que son cúpulas decoradas en su interior con motivos geométricos. Por su gran belleza y valor histórico, la mezquita de Wazir Khan está en la lista tentativa del Patrimonio Cultural de la Humanidad de la UNESCO.

Mezquita del Sultán Ahmed o “Mezquita Azul”
Estambul, Turquía
Este es, sin lugar a dudas, uno de los templos religiosos más emblemáticos, fastuosos y bellos del planeta. Se le considera una de las últimas estructuras otomanas clásicas y su apodo de “Mezquita Azul” se debe a los azulejos azules de Iznik que decoran las paredes interiores. El sultán Ahmet I encargó la construcción en 1609 para dejar su huella en la eternidad como gobernante, pero pudo disfrutar muy poco de la obra maestra de la arquitectura islámica antes de su prematura muerte en 1617, el mismo año en que se completó la mezquita. Sus seis minaretes alcanzan los 64 metros de altura y la mezquita, junto con la Zona Histórica de Estambul, está inscrita en la Lista del Patrimonio Cultural de la Humanidad de la UNESCO.

Mezquita Nasir ol Molk
Shiraz, Irán
Ubicada en una de las ciudades más antiguas de Irán, esta mezquita se completó a finales del siglo XIX por la dinastía kayar y goza de una bien ganada reputación por sus características arquitectónicas poco comunes y, sobre todo, por su vibrante cromática. Como sucedió con el templo anterior, este edificio se ganó el mote de “Mezquita Rosa” por los intrincados azulejos de color rosa que adornan el techo y sus arcos arabescos. Pero si bien su exterior impacta al visitante, el espectáculo que roba el aliento sucede temprano en la mañana, cuando la luz del sol se cuela a través de los vitrales y se refleja en el piso cubierto de alfombras persas, inundando el recinto con una cascada de colores.

Mezquita del Shah o del Imam Jomeini
Isfahán, Irán
La emblemática Mezquita del Shah se erige como un hito de la arquitectura y del arte decorativo persas en el centro de la plaza Naqsh-e Jahan de la ciudad iraní de Isfahán. Se construyó a principios del siglo XVII y en su entrada —el elemento arquitectónico más ricamente decorado— presenta un haft rangi o estilo de mosaico en el que se pintan imágenes sobre azulejos rectangulares de siete colores: negro, blanco, azul ultramar, turquesa, rojo, amarillo y beige. El domo principal tiene más de cincuenta metros de altura y está decorado en su exterior con mosaicos de color turquesa.

Madrasa y Mezquita de Tilla Kari
Samarcanda, Uzbekistán
En el mundo árabe una madrasa es básicamente una escuela, ya sea secular o religiosa. En este caso, hablamos de un edificio de arquitectura persa construido a mediados del siglo XVII que no sólo sirvió como centro escolar sino también como mezquita y centro de adoración religiosa. La espléndida construcción contrasta con su fondo desértico gracias a sus impresionantes mosaicos azules y a su lujosa cúpula dorada que simbolizaba la riqueza de la ciudad, ubicada en la Ruta de la Seda al momento de su construcción.

Gran Mezquita del Sheikh Zayed
Abu Dhabi, Emiratos Árabes Unidos
No es de extrañar que uno de los países más ricos —al menos, en promedio per cápita— posea una de las mezquitas más exquisitas del planeta. Con el blanco como color predominante, este templo cuenta con 82 cúpulas de mármol blanco sostenidas por más de mil columnas exteriores y 96 columnas internas decoradas con joyas semipreciosas; además, en su sala de oración principal exhibe siete candelabros de cristal Swarovski chapados en oro de 24 quilates y la alfombra más grande del mundo. Su construcción concluyó en 2007 y tuvo el estratosférico costo de 545 millones de dólares. En resumen, el lujo y la opulencia hechos mezquita.

