Antes de que la Tierra fuera redonda, era plana. Antes de que girara alrededor del Sol, el universo giraba alrededor de ella. Antes de la relatividad de Einstein, teníamos sólo la gravedad de Newton. Con cada uno de estos avances se rompieron conjeturas tan arraigadas en la gente, que nunca antes imaginaron cuestionarlas. La mayoría las daba por ciertas. En muchas ocasiones, reformular los nuevos paradigmas tomó más trabajo de lo que cabría esperar, aún siendo sencillas sus propias soluciones. Todo empieza con una idea. No es la realidad la que cambia, sino la percepción. Y la percepción puede ser lo más sencillo o lo más complicado de cambiar…
En nuestra cultura moderna de trabajo, por lo general, el mundo se aferra a dos caminos en la solución de problemas: 1) poner todo de cabeza y trabajar —o hacer trabajar— sin descanso hasta el desmayo o el conflicto; y 2) que, por favor, todo resulte con el menor esfuerzo posible. No hay búsqueda, no hay exploración, no hay alma. Así vivimos y así respiramos, como si fuera normal. El problema con esta filosofía es que se fundamenta en la pereza. Y la pereza, al igual que el miedo o la culpa, es peligrosa. Quien no se hace responsable, no sirve. Nadie cambió al mundo al tomar atajos en ese proceso. Es la combinación de dos factores, trabajo duro y flexibilidad mental, lo que conduce a las revoluciones.
Lo voy a plantear de otra forma: a veces la distancia más corta entre dos puntos no es una línea recta. Si hay suficientes personas de pie en esa línea, el camino más rápido entre esos dos puntos podría implicar dar unos pasos hacia los lados.
El pensamiento lateral y el Dr. de Bono
El Dr. Edward de Bono es considerado por muchos como la principal autoridad mundial en el campo de la creatividad[1] . Es el inventor del término lateral thinking —pensamiento lateral—, que ahora se encuentra en el diccionario de Oxford. Sus herramientas laterales se basan directamente en el funcionamiento del cerebro como un sistema de información auto organizado. La idea es conocer mejor nuestra potente maquinaria cerebral: ésa que conduce y filtra nuestra forma de observar y lidiar con la realidad.
La creatividad, desde afuera, parece un tema complicado o confuso. Gran parte de la dificultad surge directamente de los términos creativo y creatividad. Puede dar la impresión de que son algo exclusivo del talento o el arte, pero no es así. En términos generales, el mundo entero se enfrenta a la necesidad continua de crear una idea, transformar una realidad, establecer un nuevo producto o servicio, resolver un problema, superar a un competidor, crear un nuevo vínculo o encarar la vida propia. Todo esto está relacionado con nuestra percepción. La comprensión del proceso de la creatividad y de cómo se pueden aprender habilidades para ser creativo es lo que causa la confusión. En realidad, es algo accesible a todos. La creatividad significa sólo un proceso, una forma de pensar y de vivir, como quien hace ejercicio y convierte tal actividad en parte de su ser. Los logros son el resultado de la pasión invertida; la genialidad no existe, sólo la gente que le dedica más tiempo a lo que ama.
¿Quién necesita utilizar el pensamiento lateral?
El rango es amplio: todo el que esté involucrado en un proceso de aprendizaje o en un grupo social y tenga la intención de ser productivo. Le sirve a cualquier persona que busque un proceso disciplinado para innovar, generar ideas, desarrollar conceptos, soluciones creativas a problemas de cualquier dimensión o, incluso, una estrategia para desafiar al sistema. El pensamiento lateral puede ser practicado a nivel individual o grupal por medio de técnicas especiales; las siguientes son algunas de ellas:
- Generación de alternativas y extracción: se trata de usar conceptos para reordenarlos de una forma diferente y producir nuevas ideas.
- Enfoque: consiste en cambiar o afilar el filtro de la percepción para mejorar los esfuerzos creativos.
- Desafío: romper intencionalmente los límites de los modos convencionales de acción.
- Entrada aleatoria: utilizar la inserción aparentemente inconexa de una palabra o concepto para abrir nuevas líneas de pensamiento.
- Provocación: pasar de una declaración confrontante a ideas útiles.
- Cosecha: seleccionar las mejores de las ideas iniciales y darles forma para enfoques diferentes.
- Tratamiento: Desarrollar ideas, replantearlas y adaptarlas a un objetivo o situación.
- Lluvia de ideas: una sesión en la que la premisa es aportar la mayor cantidad de ideas, sin juicio ni evaluación, sólo para volver fértil el espacio.
Top 10 de los rompecabezas del pensamiento lateral
Las siguientes diez preguntas pondrán a prueba tu capacidad para pensar lateralmente. En el planteamiento está todo. Si aciertas más de la mitad, tus habilidades de pensamiento lateral son fuertes… o tal vez sólo eres bueno resolviendo tests.
- Un hombre construye una casa rectangular, en la que cada pared tiene una vista hacia el sur. Ve a un oso. ¿De qué color es el oso?
- ¿Qué puedes poner en una caja de madera que la haga más ligera? Mientras más de ellos pongas, más ligera se vuelve; la caja debe seguir vacía.
- ¿Qué lado de un gato contiene la mayor parte de su pelo?
- ¿Por qué no puede un hombre que vive en la Ciudad de México ser sepultado al norte de la República Mexicana?
- ¿Es legal que un hombre se case con la hermana de su viuda?
- Un limpiador de ventanas hace la limpieza de las ventanas de un rascacielos de veinticinco pisos, cuando se resbala y cae. A pesar de que nada frena su caída ni lleva un arnés de seguridad, no sufre lesiones. Explica por qué.
- ¿Cuántas manecillas tiene el reloj del Big Ben?
- Un hombre yace muerto en un campo. A su lado hay un paquete sin abrir. No hay ninguna otra criatura alrededor. ¿Cómo murió?
- Tienes que elegir entre tres habitaciones:
La primera está llena de incendios y explosiones violentas.
La segunda está llena de tigres que no han comido en tres años.
La tercera está llena de asesinos con ametralladoras cargadas.
¿Qué habitación debes elegir? - Un hombre muere y va al cielo. Hay miles de personas allí. Todos están desnudos y todos se ven como cuando tenían veinte años de edad. El hombre mira a su alrededor en busca de alguien reconocible. Ve a una pareja y sabe de inmediato que son Adán y Eva. ¿Cómo lo sabe?
Por si te rindes —o por si te da curiosidad—, aquí están las respuestas:
- Blanco, pues es un oso polar: sólo en el Polo Norte las cuatro paredes pueden mirar al sur.
- Agujeros.
- El lado de afuera.
- Porque sigue vivo.
- No, porque está muerto.
- Estaba limpiando el interior de las ventanas.
- Ocho: hay cuatro caras en el reloj del Big Ben, que desde 2012 se llama oficialmente Elizabeth Tower. Mira la foto.
- El hombre saltó de un avión, pero su paracaídas no pudo abrir. Es el paquete que se encuentra al lado de él.
- La segunda habitación. Los tigres que no han comido en tres años están muertos.
- Son las únicas personas sin ombligos. No nacieron de ninguna mujer, nunca tuvieron cordones umbilicales y, por lo tanto, nunca tuvieron ombligos.
[1] v. del mismo autor, Bicaalú junio 2016, “Pensamiento lateral: la generación deliberada de alternativas”; pp. xx-xx.