
Sobre la flor de los naranjos crece,
y en ronda queda o revolando aprisa,
en el dorado estambre se divisa
el colibrí, que tiembla y resplandece.
Con zumbo suave en derredor se mece
simulando el suspiro de la brisa;
en la llama del cámbulo se irisa
y en la verdura del nopal florece.
El sol, la miel, el voluptuoso anhelo
prestan vigor a sus volubles alas;
es un tributo de la tierra al cielo.
Tal el poeta en su girar de abeja:
en frágil haz de refulgentes galas
toda la luz de la creación refleja.
“El colibrí”, Víctor M. Londoño (Colombia, 1870-1936)
En primavera, los jardines se pintan de distintos colores, olores y texturas, y la visita de pequeños insectos y pájaros no se hace esperar. Así, nuestras flores se ven acompañadas del inconfundible zumbido de las abejas y de la tornasolada presencia de los colibríes. Pero, ¿por qué es tan importante que estos animales se posen en nuestras plantas?
Según la página gubernamental Biodiversidad Mexicana, la polinización es el proceso por el cual se transfieren granos de polen de la parte masculina de una flor a la parte femenina, para así generar la fecundación. Como las flores no pueden moverse, para su reproducción dependen de factores externos como el viento y de algunos animales e insectos que realizan el proceso de polinización de forma accidental, pues al volar de flor en flor transportan el polen que se adhiere a sus patas, alas y picos.
Sin este proceso, muchas plantas no podrían dar los frutos y las semillas que consumimos los seres humanos y otros animales: de acuerdo con Biodiversidad Mexicana, de las 316 plantas que se cultivan en México, 236 son comestibles; de éstas se consumen los frutos o semillas de 171, y el 85% de ellas depende en gran medida de la acción de los polinizadores. Por eso es tan preocupante el excesivo uso de fertilizantes, pesticidas y agroquímicos, pues ha causado que hoy los siguientes animales e insectos estén en peligro de extinción:
Abejas
Como el polen y el néctar de las flores son el recurso principal para alimentarse y construir su colmena, las abejas son el insecto polinizador más importante del planeta. Se estima que en el mundo existen 20 mil especies de abejas, de las cuales mil 826 viven en México; entre las especies más polinizadoras están la abeja de miel o Apis melifera, seguida de los abejorros o Bombus ephippiatus. Sin embargo, el INEGI estima que en México hay una peligrosa reducción del 32% en el volumen de las colmenas; por ello es urgente legislar para evitar los agroquímicos agresivos.

Colibríes
Debido a su hermoso plumaje, este diminuto y hermoso pajarito que pesa entre dos y 24 gramos fue de suma importancia en la cosmovisión prehispánica. Su pico largo y delgado, así como su larga lengua tubular, le permiten extraer el néctar de las flores. Se estima que existen 330 especies de colibríes en el mundo, de las cuales 57 habitan en México, y pueden volar a una velocidad de hasta 95 kilómetros por hora, lo que les permite recorrer la gran distancia desde Alaska y Canadá hasta el territorio mexicano, dejando a su paso un largo camino de polen.

Murciélagos
No toda la polinización se lleva a cabo bajo los rayos del sol. Cuando llega la noche, los murciélagos toman el lugar de los polinizadores diurnos: tras identificar a determinadas flores a través del sonido, se posan en ellas y desenrollan su larga lengua —la cual normalmente está oculta bajo su caja torácica— para obtener el néctar; al mismo tiempo, su pelaje se impregna del polen que transportarán de un lado a otro. Según el Gobierno de México, estos mamíferos voladores son responsables de polinizar 130 plantas que nos brindan alimentos como el plátano, la guayaba, el mango y los derivados del agave.
Además de los fertilizantes, pesticidas y agroquímicos, otra de las razones por las que esta especie está en peligro de extinción son los prejuicios y el temor que existen alrededor de su figura, los cuales ocasionan que algunas personas exterminen a estos animales tan importantes para muchos ecosistemas.

Mariposas
Estos pequeños insectos, que los mismo pueden ser nocturnos o diurnos, poseen órganos bucales en forma de espiral que les permiten alimentarse del néctar de flores como rosas, nenúfares, magnolias, margaritas e incluso cempasúchiles. Además de los polinizadores anteriormente mencionados, también existen otros como las moscas, los escarabajos, las hormigas, las lagartijas y las avispas.

¿Cómo puedo ayudar?
Cada uno de nosotros puede apoyar desde su trinchera, incluso desde la comodidad de la casa o la oficina. Ya sea en tu jardín o en tu patio, en un balcón o en una ventana, puedes poner macetas con plantas o flores que sean del gusto de estos animalitos; por ejemplo: lavandas, dientes de león, romeros, girasoles, margaritas, dalias, hisopos de anís, rosas y agaves. Otro consejo es que no compres néctar para colibrí, pues resulta perjudicial para estos polinizadores, ya que muchos de ellos desarrollan una adicción a esta sustancia artificial azucarada, lo que provoca que dejen de buscar alimento en plantas y flores, y también de polinizar.
Por otro lado, un bebedero que no se limpia con frecuencia puede convertirse en un foco de infección que terminará enfermando a los colibríes y a otras aves; una alternativa sería comprar uno de vidrio al que le cambies el agua cada tres días, y también es importante que incluya algunas de sus flores favoritas. Anímate a crear tu propio espacio polinizador: no sólo estarás ayudando al medio ambiente y a estos animalitos tan importantes, sino que también podrás disfrutar de sus agradables visitas todos los días.
