Todo esto le pasa a tu cerebro cuando no duermes

Todo esto le pasa a tu cerebro cuando no duermes
Sofía Reyes

Sofía Reyes

Inspiración

Si cuando intentas conciliar el sueño, pareciera que llegaste tarde a la repartición de arena de Mr. Sandman, el vox populi asegura que un vaso de leche tibia, una infusión de hojas de lechuga o unas gomitas de melatonina pueden hacer el milagro; pero una investigación publicada en los Sleep Medicine Reviews advierte que los problemas de sueño tienen una conexión con problemas cardiometabólicos, y aunque el asunto no es nuevo, éste nos da pistas mucho más eficientes sobre las consecuencias de la falta de descanso por las noches.

En dicho estudio se plantea que el insomnio que consiste en sólo unas pocas horas de sueño es el fenotipo más grave de este trastorno, pues activa las dos ramas que forman parte del sistema de respuesta al estrés: la excitación cognitivo-emocional y la cortical. Si cada noche o con mucha frecuencia te ocurre esto, el riesgo de padecer hipertensión, arritmias cardiacas, diabetes y un grave deterioro neurocognitivo se dispara a nivel estadístico.

Los problemas de sueño tienen una conexión con problemas cardiometabólicos

De igual forma, un sueño insuficiente tendrá como consecuencia que nuestro sistema inmune no esté en su mejor estado, por lo que seremos más propensos a enfermedades infecciosas, a la progresión de padecimientos inflamatorios, a la ansiedad y a la depresión. Cognitivamente, el insomnio causa fluctuación en la concentración y también en la memoria de trabajo, así que al padecerlo somos menos eficientes y más inestables en las actividades que realizamos en el día.

Otras consecuencias en nuestro cerebro son una sensación de alerta y de peligro, una necesidad de buscar emociones fuertes y mayor impulsividad, pues el insomnio también afecta al sistema de recompensas localizado en el estriado ventral, que está vinculado con la necesidad de dopamina. A esto hay que sumar que cuando no dormimos lo suficiente estamos irritables, sensibles y estresados, a tal grado que a veces ni siquiera nosotros nos soportamos por la hiperactividad de la amígdala. Y como no estamos rindiendo tan bien como podríamos hacerlo y somos “feas personas”, esto afecta al ánimo y la disposición en general.

...nuestro insomnio puede tener consecuencias significativas...

Sin saberlo, porque no es algo que se haya estudiado a mucha profundidad, nuestro insomnio puede tener consecuencias significativas que incluyen el deterioro del desempeño ocupacional, un aumento del ausentismo en el trabajo, costos más altos en la atención médica y, en general, una peor calidad de vida.

Si antes se veía el insomnio como un padecimiento con un tinte más emocional, los investigadores de dicho estudio sugieren que es necesaria una exploración médica para entender sus causas, que pueden ser exclusivamente biológicas —se ha demostrado que hay marcadores genéticos que predisponen al insomnio—, psicológicas o ambas. Distinguir el origen primigenio de nuestro insomnio develará el tratamiento adecuado, el cual muchas veces deberá ir más allá de tener una buena higiene del sueño.

Aun así, no está de más dejar el celular de lado y apagar otras fuentes de luz azul al menos una hora antes de meternos a la cama, para que no existan interferencias en la segregación de melatonina, la hormona que induce al sueño. Además, se recomienda tener una habitación con temperatura agradable, usar ropa de dormir cómoda —o, si lo prefieres, prescindir de ella— y hacer algunos ejercicios de meditación o de relajación progresiva. Pero, al final, vale la pena indagar en por qué un día dejamos de ser sanos lirones para convertirnos en un par de ojos abiertos en la oscuridad.

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