Hace algunas décadas aprendimos la importancia de separar nuestra basura en casa, dividiéndola principalmente en orgánica e inorgánica. Esta separación de desechos tiene grandes beneficios ecológicos, pues facilita la posibilidad de reciclar los inorgánicos y de convertir en abono los residuos orgánicos.
Llevar a cabo esto es muy necesario. Normalmente no dimensionamos lo grave que resulta no separarlos, pues durante el proceso de degradación de los residuos orgánicos se emite una gran cantidad de gases de efecto invernadero como metano, óxido nitroso y amoniaco, los cuales son muy contaminantes. Hacerte responsable de tus residuos orgánicos reduce la generación de basura hasta en un cincuenta por ciento y es una forma de contribuir al combate del cambio climático.
Una excelente opción, además, consiste en convertir tu basura orgánica en composta en tu propia casa, lo cual es fácil de lograr sin necesidad de tener jardín o un espacio amplio, ya que es posible hacerlo en un departamento o espacio reducido usando materiales reciclados como cajas, botes de pintura, huacales de madera o botellas de plástico. Esta última opción es mi favorita, ya que puedes tenerla en un rincón de tu cocina. Hoy te explicaré cómo fabricarla, ¡verás que es muy simple!
Para hacerlo necesitarás:
- Una botella grande o un garrafón de agua de plástico vacíos.
- Papel periódico.
- Hojas secas.
- Tierra negra o de hoja.
- Un atomizador con agua.
- Cinta de aislar.
- Un clavo.
- Restos de alimentos orgánicos, como cáscaras de frutas, verduras, semillas, etcétera, que desees compostar.
Procedimiento
- En la botella o el garrafón, mide unos 6 centímetros de la tapa hacia abajo y realiza un corte horizontal, pero sin separarlo completamente; debe quedar como una especie de boca que pueda abrirse y cerrarse de nuevo.
- Con el clavo, realiza varias perforaciones que vayan de la parte que cortaste hacia la base de la botella o garrafón, para que tenga ventilación suficiente.
- Corta en trozos pequeños los residuos orgánicos que hayas elegido, el papel periódico y las hojas secas.
- Cuando esté todo listo y cortado, incorpóralos gradualmente en la botella o garrafón, creando los siguientes niveles o capas:
- Primera: coloca 3 a 4 cm de tierra e hidrata con el atomizador.
- Segunda: coloca 3 a 4 cm de restos de frutas y verduras.
- Tercera: coloca 2 cm de tierra e hidrata con el atomizador.
- Cuarta: una capa de 3 cm de papel periódico.
- Quinta: coloca 2 cm de tierra.
- Sexta: coloca 3 a 4 cm de restos de frutas y verduras.
- Octava: 2 cm de tierra e hidrata con el atomizador.
Una vez que tengas tus botellas o garrafón organizados por capas, vuelve a cerrarlo, séllalo con la cinta de aislar y colócalo en un lugar donde le dé la luz del sol. En pocas semanas debes notar una buena reducción del volumen de los residuos orgánicos. Si notas que tu mezcla luce demasiado seca, puedes hidratarla con el atomizador; si, por el contrario, notas que está demasiado húmeda, ábrela un par de horas para que se ventile.
Lo que sucede es que los microbios que están en la tierra comienzan a alimentarse de la materia orgánica que colocaste en la botella o garrafón, y la convierten en tierra. Cuando no haya restos visibles de materia orgánica, tu composta estará lista y podrás usarla como abono en tus macetas o jardín.